Un equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE realiza un estudio de las principales especies de «rayas», con énfasis en los aspectos reproductivo y alimenticio. «La idea es aportar al diseño de pautas para atender la situación de vulnerabilidad de estas especies de peces de agua dulce».
La raya (Potamotrygonidae) es una familia de peces muy reconocida en el conocimiento general de habitantes de Argentina y en particular de las poblaciones cercanas a ríos y cuerpos de agua dulce de la región nordeste.
Pero en realidad constituyen especímenes que no cuentan con información de rigor científico al nivel de otros grupos de peces más estudiados en los aspectos reproductivos, nutricionales, histológicos, de hábitats, distribución, entre otros datos de relevancia.
En ese aspecto, desde la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE se consideró propicio profundizar el conocimiento sobre estos particulares habitantes de los cursos de agua, que se estima atravesarían una situación de vulnerabilidad por la pesca extractiva y cuestiones vinculadas al hábitat.
La investigación se lleva a cabo en el Laboratorio de la Cátedra de Histología y Embriología (FCV-UNNE) con la dirección de la Dra. Carolina Flores Quintana y el importante trabajo del alumno Emilio Vallejos y de becarios de Conicet y UNNE.
«Estamos en una etapa de estudios en laboratorio, con ejemplares de las especies más comunes, Potamotrygon motoro y Potamotrygon falkneri, con el fin de transpolar luego a lo que pasaría en el ambiente natural» explicó Vallejos.
Sostuvo que el estudio se concentra en los aspectos reproductivos y alimenticios, no obstante, se aprovecha la disponibilidad de ejemplares para relevar otros aspectos que podrían ser de relevancia para conocer mejor a las especies.
En esa línea, resaltó que uno de los objetivos trazados será utilizar el conocimiento generado en laboratorio para poder estudiar a una de las especies más llamativas y menos frecuentes: la raya gigante del río Paraná (Potamotrygon brachyura) que puede llegar a pesar más de 200 kilos.
La Dra. Flores Quintana, directora del proyecto, destacó que el estudio toma referencias de algunos trabajos científicos previos, pero que refieren a aspectos generales de cómo viven las rayas los cursos de agua y algunas estimaciones sobre volúmenes de este grupo de peces.
Asimismo, gran parte de la información que se escucha de las rayas proviene de estudios de otros ambientes, o zonas geográficas, y también de observaciones de pescadores o pobladores ribereños.
Por eso, resaltó, que “conocer más sobre estos peces puede aportar a definir acciones para optimizar su preservación”.
QUÉ SE CONOCE
Según explicaron desde el equipo de investigación de la UNNE, las rayas tienen una distribución amplia en los ríos de la Cuenca del Plata y Paraguay, así como en cursos de agua menores, como ríos interiores, riachos y lagunas, en estos en especial habitan en periodos reproductivos y en etapas juveniles.
La distribución varía según las especies. En general fueron menos afectadas las de tamaño mediado (por ejemplo P. motoro y P. falkneri) por la presencia de represas y embalses, salvo la especie de raya gigante que por esas obras de infraestructura vio reducida su distribución.
Las rayas son denominadas «peces cartilaginosos», porque no tienen huesos, sino que tienen esqueleto compuestos de cartílagos.
En cuanto al hábitat, se movilizan sobre columnas de aguas bajas, pero frecuentan el lecho de los cuerpos de agua, prefiriendo suelos blandos con arena y barro, y registrando hábitos nocturnos. Se alimentan de pequeños peces y crustáceos, principalmente.
Tienen un periodo largo de reproducción, no suficientemente precisado, y dan a luz crías vivas completamente desarrolladas.
Las rayas son conocidas por ser ponzoñosas, aunque no son agresivas a pesar de contar púas situadas en la parte posterior de la cola.
SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
El integrante del equipo, Emilio Vallejos, señaló que se cuentan con pocos estudios actuales respecto a la densidad de las poblaciones de rayas en ríos de la región, no obstante, se estima que es una familia de peces con un 4% de disminución anual para las especies de rayas en general y que en los lugares de más presión de pesca hay menos abundancia de rayas.
Ello debido a la fuerte extracción pesquera que sufren estas especies, pues su carne es consumida por las personas, y además es muy utilizada como carnada para capturar grandes peces por medio de espineles y también es muy demandada en el acuarismo ornamental.
El nivel alto de extracción se contrapone con la baja fecundidad de las rayas, que tienen un crecimiento lento, pocas crías (de 3 a 4 en P. Motoro) y maduración tardía. Las rayas son igual o menos productivas que los yacarés.
Por eso la importancia de poder describir el ciclo reproductivo y periodo de crecimiento.
En ese aspecto, en el estudio de la UNNE se prevé avanzar en la descripción del desarrollo reproductivo en relación al periodo de crecimiento de los individuos usando herramientas anatómicas, histológicas y por medio de ecografía y rayos X.
Entre las iniciativas analizadas, se planifica la posibilidad de crear un acuario interactivo con especies de rayas, en el marco de una estrategia de concientización de la importancia de estas especies para los ríos de la región.
“Esperamos realmente poder aportar datos científicos en mayor profundidad y actualizados de las rayas, y en particular contribuir en revertir la situación vulnerable que afecta a las distintas especies” concluyeron desde el equipo de investigación del Laboratorio de la Cátedra de Histología y Embriología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE.