EFICIENCIA ENERGÉTICA
Estudian las «islas de calor » y su incidencia en el uso de energía residencial en el Gran Resistencia

Un proyecto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE busca caracterizar en el área del Gran Resistencia, Chaco, el fenómeno de «islas de calor urbano” o de aumento localizado de temperatura en entornos urbanos. Se busca relacionarlo con su incidencia en el gasto energético del parque habitacional.

Las «Islas de Calor Urbanas» constituyen un fenómeno producto de la expansión y densificación de las ciudades, con aumento de la temperatura en áreas urbanas comparado con las zonas rurales circundantes, debido a cambios en la cobertura del suelo, la acumulación de materiales como el asfalto y el hormigón -que almacenan el calor recibido y posteriormente lo liberan a la atmósfera-, la falta de vegetación y la generación de calor por las múltiples actividades humanas.

Las islas de calor afectan la calidad del aire y el confort térmico, pero también inciden en el consumo energético de las ciudades, particularmente en el parque habitacional.

El estudio de este fenómeno urbano registró creciente interés en los últimos años.

Ese sentido, un proyecto del Instituto para el Desarrollo de la Eficiencia Energética en la Arquitectura «IDEEA», de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE, busca caracterizar áreas urbanas del Gran Resistencia en cuanto a algunas variables microclimáticas, edilicias y habitacionales, como aporte para definir y estimar la magnitud del efecto de las «islas de calor” urbanas.

En base a dicha información se avanzará en el análisis del impacto de las islas de calor urbanas en el uso de energía del parque habitacional, proponiendo pautas de configuraciones urbanas y energéticas sostenibles que reduzcan este fenómeno y promuevan un uso más eficiente de la energía.

 

 

«El proyecto apunta a realizar un mapeo de las islas de calor en el Gran Resistencia, para identificar este fenómeno, pero también para visibilizarlo y abrir el debate respecto a qué tipo de acciones se podrían implementar para mitigar su impacto», explicó la Dra. Arq. Herminia Alías, directora del proyecto que cuenta con la codirección del Dr. Arq. Guillermo Jacobo, la subdirección del Dr. Álvaro Di Bernardo y la participación de investigadores, tesistas, becarios y estudiantes de la FAU-UNNE.

Detalles del Proyecto

Como parte de la primera fase del proyecto, se colocaron equipos sensores en 13 puntos de la ciudad de Resistencia, Barranqueras, Colonia Benítez y Colonia Popular, para realizar mediciones simultáneas de variables climáticas principales.

Esta fase de recolección de datos se complementa con el análisis y caracterización de distintas áreas del Gran Resistencia, relevando grado de urbanización y densidad edilicia, presencia de zonas verdes y de espejos de agua, entre otras variables.

Se prevé asimismo el uso de imágenes satelitales y tecnologías de teledetección para analizar las distribuciones térmicas en las áreas urbanas de interés definidas, así como encuestas y observación directa in situ de comportamiento de residentes de las zonas analizadas, para indagar en las percepciones sobre el consumo energético y el confort térmico, así como para detectar necesidades y pautas de consumos energéticos.

En la segunda parte del proyecto se avanzará en una zonificación térmica general del Gran Resistencia y en análisis de consumo energético.

Por último, se proyecta realizar un mapeo de consumos de energía en función de zonificación térmica y la identificación de criterios de “resguardo térmico”, de utilidad para la planificación urbana y sus regulaciones y políticas (de uso del suelo, ordenamiento y edificación) que promuevan la sostenibilidad energética y la reducción de las islas de calor.

«Se colocaron equipos sensores en 13 puntos del Gran Resistencia para comprender el fenómeno de las islas de calor»

Necesidad de Abordaje

En diálogo con UNNE Medios, la Dra. Alías destacó la relevancia del estudio de las islas de calor como un nuevo enfoque en el marco de las distintas líneas de investigación que vienen desarrollando en pos de promover la eficiencia energética en la arquitectura de la región.

Recordó que en el país la energía residencial, para acondicionamiento de viviendas y edificios, representa un tercio del gasto energético, y en la región NEA la refrigeración representa el 50% del consumo energético residencial, lo que expone la importancia de abordar las distintas «causas» que inciden en el elevado uso de la energía en el parque habitacional.

Si bien el proyecto está en su primera etapa, las primeras mediciones realizadas en época de verano permitieron constatar algunos lugares del Gran Resistencia con hasta dos grados más de temperatura que otros puntos monitoreados en el área.

«Son resultados preliminares, que esperamos complementar con una serie de datos mayor, pero que ya evidencian la importancia de estudiar esta situación que se produce principalmente en las grandes ciudades», señaló la directora del proyecto.

Recordó que, en un estudio previo de la FAU-UNNE, habían evidenciado el efecto mitigador de la vegetación sobre el microclima del entorno físico de “viviendas tipo” ubicadas en áreas urbana, suburbana y suburbana con monte nativo del Gran Corrientes, y cómo la vegetación repercute positivamente en el comportamiento termo-energético de las viviendas.

En esa línea, el estudio de las islas de calor permitirá generar información con rigor científico para determinar los puntos dónde se generan en el Gran Resistencia, así como para determinar cómo inciden las distintas variables para que se generen estas islas.

En tanto, sostuvo que el estudio aportará además a estimar con alto grado de precisión cómo las islas de calor inciden en las condiciones de confort de las viviendas y en la demanda de energía para su climatización.

Reiteró que un tercio de la energía en Argentina se destina al sector vivienda, por lo que el sector residencial reviste potencial para instrumentar mejoras tendientes a la sustentabilidad y la eficiencia urbano-ambiental.

«La caracterización de las islas de calor urbanas es la base para la realización de nuevos estudios y la definición de acciones que posibiliten mitigar su impacto, y contribuir así a mejores parámetros de eficiencia energética», concluyó.