Fusión Telecom-Telefónica: especialista advierte que la posición dominante perjudica a los usuarios en el costo final de los servicios

 

Radio UNNE dialogó con Martín Becerra, investigador principal del CONICET y especialista en medios de comunicación e industrias culturales. Analizó las novedades en el mercado de las telecomunicaciones en Argentina, ante la fusión de dos empresas y el riesgo de concentración monopólica. La relevancia del caso se debe a que el abuso de la posición dominante perjudica a los usuarios en el costo final de los servicios.

Telecom compró Telefónica de Argentina por 1.245 millones de dólares. De esta manera, el mercado argentino de las telecomunicaciones (telefonía, internet, conectividad móvil, televisión, etc) queda, a partir de ahora, dominado por dos grandes conglomerados, Claro y Telecom.

Esta fusión generó una rápida reacción de la gestión libertaria, que a través de un comunicado emitido desde la Oficina del Presidente manifestaron oponerse a la operación, adelantando una intervención para evaluar si la compra no constituye la formación de un monopolio en este sector de servicios.

Becerra reconoció que la negociación representa la mayor concentración a nivel nacional y regional, que tendrá a Telecom como dominante. En datos concretos del mercado, se estima que la empresa tendrá el 80% de telefonía fija, el 60% de telefonía móvil, el 48% de internet al hogar y el 37% de televisión paga. Sin embargo, en diálogo con la 99.7, advirtió.

“Hay capitales empresarios que son muy cercanos al presidente Milei que estaban interesados en esta operación y quedaron desplazados con la compra. Allí tenemos una posible explicación de la molestia del presidente con esta concentración del mercado, siendo él y su dogma tan defensor siempre de los monopolios privados y de evitar la acción estatal, que ahora la promueve”.

Becerra explicó que el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) se encuentra intervenido y opinó que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia está dirigido actualmente por funcionarios que no se destacan por su capacidad técnica. Además, problematizó: “Milei ha desguazado y le ha quitado capacidad operativa y solvencia a muchos organismos estatales, que ahora deberían mostrar músculo para entender esta operación. Es decir, él mismo fue uno de los artífices de que ahora el Estado sea más débil para evaluar con competencia técnica esta concentración”.

“Ahora tenemos un solo grupo que es dominante en el sector de las telecomunicaciones, además de ser dominante en medios de comunicación (a través del Grupo Clarín). Esto ha provocado la reacción curiosa del gobierno nacional”, expresó el especialista e hizo referencia a la impronta de desregulación de mercados que forma parte del programa económico de Javier Milei, además de que la Justicia Federal declaró nulo el decreto de necesidad y urgencia que estableció como “servicios públicos esenciales y estratégicos” a las telecomunicaciones.

En este sentido, el investigador cuestionó la congruencia de la reacción del Ejecutivo y consideró que si los organismos mencionados fueran respetuosos de las leyes vigentes, deberían indicar una desinversión y devolución del espectro por parte de Telecom porque a partir de ahora excede el tope admitido del espectro radioeléctrico para brindar servicios de comunicaciones móviles, a fin de permitir que haya competencia. La relevancia del caso se debe a que el abuso de la posición dominante perjudica a los usuarios, fundamentalmente en el costo final de los servicios.

“Estos organismos estatales también tienen las facultades para desautorizar, desaprobar esta fusión. No creo que eso ocurra porque la compra ya es un hecho consumado. Además, los accionistas del grupo Telecom son los accionistas del grupo Clarín. En esa eventualidad conseguirían muy velozmente la solidaria emisión de medidas cautelares por parte de jueces que le son cercanos”, consideró Becerra.

Al ser consultado por los intereses políticos detrás de esta decisión, el profesional expresó: “Creo que es la pregunta que falta responder, tenemos algunos indicios. Por ejemplo, sabemos que hay aportantes de la campaña electoral como Carlos Slim, dueño de América Móvil que opera en la Argentina bajo la marca Claro, que estaba también interesado en la compra de telefónica. Otros empresarios de los cuales el presidente es una especie de fan adolescente, como Elon Musk que en la Argentina está comercializando los servicios de conectividad satelital a través de Starlink, podía estar interesado en esta operación”.