En el Instituto de Ictiología del Nordeste, de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, se realizó una prueba piloto del sistema “Biofloc” en la producción de sábalo, una tecnología sostenible para el cultivo de peces que se caracteriza por no requerir renovación de agua y optimizar la gestión de nutrientes. En vista a los resultados, consideran que podría ser una alternativa para la cría intensiva de sábalo y de otras especies nativas de la región.
El biofloc es un sistema intensivo de producción de organismos acuáticos, cuyo nombre viene de «bioflóculos», que es la unión de microorganismos que se forman en el agua.
En este sistema aplicado a la piscicultura, el alimento balanceado y los residuos producidos por los peces generan una importante comunidad microbiana que contribuye al mantenimiento de la calidad del agua, al consumir los desechos nitrogenados que se acumulan en los cultivos.
A medida que el sistema madura, las bacterias se aglutinan junto a desechos orgánicos e inorgánicos provenientes de las excreciones de los peces y restos de alimento, formando estructuras pequeñas en suspensión denominadas bioflóculos.
Gracias al accionar de filtración biológica propia de dichos microorganismos, no se requiere de sistemas eléctricos de filtración ni renovación periódica de agua en los estanques, características que lo convierten en un modelo sostenible para la piscicultura.
Existen experiencias positivas de uso de biofloc en piscicultura en distintos países, pero no está difundida esta tecnología en la producción en cautiverio de peces de agua dulce en Argentina.
Ante ello, desde el Instituto de Ictiología del Nordeste (INICNE), de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, se consideró necesario evaluar el desempeño de esta modalidad para el cultivo de sábalo.
“Los resultados del ensayo corroboraron la viabilidad del biofloc para la producción de sábalo”, destacó Ailéen Petersen, estudiante avanzada de la carrera de Ciencias Veterinarias de la UNNE, quien formó parte del estudio dirigido por el Dr. Sebastián Sánchez y que contó con la participación de los estudiantes Guadalupe Pacheco, Tamara Encina, Sergio Sánchez Rivero y Emilio Vallejos, junto al MV Matías Gorosito y a la Lic. Paula Bertrán.
En diálogo con UNNE Medios, Petersen brindó detalles de los ensayos realizados y sostuvo que los resultados sientan las bases para nuevos estudios que profundicen el conocimiento de este sistema, así como la puesta en marcha de investigaciones con otras especies nativas de la región.
Ensayos y Resultados
La prueba piloto se llevó a cabo con la colaboración de estudiantes de la carrera de Ciencias Veterinarias, en el marco del Programa de Estadías Cortas en el INICNE, quienes realizaron diariamente actividades como alimentación, monitoreo de calidad de agua y biometrías periódicas.
En tanto, de manera semanal se tomaba una muestra de 10 individuos de cada estanque para realizar biometrías (peso y longitud estándar) y así evaluar el crecimiento y poder ajustar la dieta acorde al tamaño de los peces.
Se analizaron las variables de “sobrevida” (número de individuos al inicio/número de individuos al final) y el “crecimiento” (medido en longitud y peso).
Como resultado del estudio, se estimó una sobrevida entre 70 y 90 % en los peces, y un peso promedio de 3,04 gramos, que, para el equipo de investigación del INICNE, representaron rendimientos adecuados para el cultivo de sábalo.
En especial se considera factible implementar este sistema como alternativa de producción intensiva, pues, al mantenerse una muy buena calidad del agua, se puede incrementar la cantidad de peces en los estanques, logrando así una mayor producción de ejemplares.
El sistema biofloc no solo limpia el agua, sino que aporta una mejora en la dieta de los peces
Cualidades del Sistema
La estudiante Ailéen Petersen señaló que la experiencia realizada contribuyó a identificar las potencialidades y demandas de esta tecnología, e ir ajustando las tareas y acciones requeridas para una adecuada implementación, que maximice los rendimientos productivos y garantice la estabilidad del medio de cultivo.
Al respecto, señaló que el sistema demanda un monitoreo permanente, siendo clave el control de los mecanismos de aireación para mantener la oxigenación del agua y de los bioflóculos conformados por microorganismos.
En cuanto a la particularidad de no requerir renovación del agua como los procesos convencionales de piscicultura, comentó que ello implica una reducción significativa de costos, pero principalmente posibilita el uso sostenible del recurso.
Por otra parte, al aprovecharse los desechos para convertirlos en una fuente adicional de proteínas y nutrientes, el biofloc no solo limpia el agua, sino que aporta una mejora en la dieta de los peces, siendo la alimentación uno de los costos más relevantes en la piscicultura.
En tanto, también colabora en la prevención de enfermedades debido a que se garantiza una adecuada y estable calidad del agua a lo largo de todo el proceso de cría.
Petersen indicó que actualmente en los estanques del INICNE se iniciaron pruebas de biofloc con la especie pacú, en tanto se presentaron proyectos de investigación en busca de escalar la producción con este sistema, así como avanzar con la cría de otras especies en mono y en policultivo.
“El biofloc es aún un sistema novedoso para peces de agua dulce de nuestro país y por ello la importancia de continuar con estudios desde la ciencia” opinó.
En esa línea, reiteró que el objetivo es generar conocimiento con rigor científico como base para presentar este sistema como una alternativa de producción sostenible y que logra rendimientos productivos similares a los procesos convencionales de cría intensiva en piscicultura.