Un estudio de la UNNE evalúa el uso de hidrogel como herramienta para favorecer la restauración de bosques afectados por factores ambientales o acción antrópica. Se destaca su potencial para mejorar la supervivencia de árboles plantados en años secos y su uso con plantas más grandes.
La restauración ecológica surge como una práctica de gran relevancia para recuperar, con toda su funcionalidad, ecosistemas que se han perdido o que han sido degradados.
En los ecosistemas de transición donde coexisten en el paisaje distintos ambientes de pastizales, bosques y distintos usos de la tierra, como el Chaco Húmedo argentino, representa un gran desafío y una oportunidad, por lo cual resulta necesario el conocimiento de los factores más relevantes que afectan a la regeneración vegetal.
Desde la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE (FaCENA), el grupo de investigación «Ecología y Restauración» viene promoviendo el abordaje de la temática de restauración ecológica en ambientes de la región, temática que tomó especial dimensión en los últimos años debido al impacto de grandes incendios que afectaron ecosistemas de gran biodiversidad, así como periodos prolongados de déficit hídrico.
En ese contexto, un proyecto del mencionado grupo de investigación busca determinar la viabilidad de aplicación de hidrogel como herramienta para favorecer la supervivencia de ejemplares de árboles plantados para restauración ecológica.
El hidrogel es un polímero que absorbe agua y la libera de manera paulatina en las raíces de las plantas. Se utiliza en diferentes prácticas agronómicas y forestales para favorecer la absorción de humedad por la planta, en especial en años secos cuando el árbol recién plantado sufre mucho.
En el proyecto, coordinado desde el Laboratorio de Ecología de FaCENA-UNNE, se aplicó hidrogel en un bosque dominado Quebracho Colorado y Urunday que sufrió incendios en el año 2020, dentro de la Reserva Natural «Alma Guaraní» en la localidad de El Sombrero, Corrientes.
Según los primeros resultados del estudio, se logró una supervivencia mayor en plantas con hidrogel que en plantas sin aplicación de este producto.
Asimismo, se observó que el hidrogel favoreció en mayor medida la supervivencia de plantas grandes, aunque también tuvo efectos favorables en plantas chicas.
En el año 2023, que fue muy húmedo respecto a los años anteriores de gran déficit hídrico, no se utilizó el hidrogel y se observó buenos resultados de supervivencia de las especies plantadas.
Sugerencias
Por ello, con la información generada, se sugiere dejar las prácticas de implantación con fines de restauración ecológica para años húmedos, pero si resulta necesario realizar la intervención en un año seco se considera adecuado el uso del hidrogel y con plantas más grandes.
«El hidrogel ayuda a que la planta en los primeros meses tenga agua asegurada, para superar así la etapa más crítica que es el primer verano luego de la plantación», señaló la doctora María del Rosario Montiel, responsable del proyecto e integrante de la Cátedra de Ecología Vegetal de la FaCENA-UNNE.
Destacó que, si bien el hidrogel es frecuentemente usado en prácticas de reforestación, resulta relevante conocer la respuesta de especies nativas ante el uso de este producto.
Importancia de la restauración
Montiel expresó que la restauración ecológica «es una práctica que viene para quedarse», una herramienta de probada eficacia contra el cambio climático por lo que es importante su difusión, así como su investigación, en especial para su implementación de acuerdo a las características de cada región geográfica.
Indicó que en la región Nordeste en los últimos años se habló mucho del concepto de “restauración ecológica” debido a los efectos de los incendios de los años 2021-2022, pero la restauración es una práctica que ayuda a recuperar ambientes que sufrieron distintos tipos de degradación, desde incendios hasta la transformación por avance de urbanizaciones o actividades productivas intensivas.
«Es una ciencia bastante nueva, por eso la necesidad de fortalecer la investigación en este campo disciplinar», remarcó.
En el caso de la problemática de los incendios, consideró que forman parte del ecosistema y hay que tomar las medidas necesarias para evitarlos, pero también ser conscientes de que la producción de incendios forestales es algo que sucederá de forma más frecuente en el futuro.
«Tenemos – agregó – que estar preparados tanto para la prevención, así como para la posterior restauración de ecosistemas afectados, y en la restauración es importante que las especies que se planten sean tolerantes al fuego».
Vivero de especies nativas
La investigadora de la UNNE destacó la posibilidad de contar con un vivero de especies nativas dentro de la Reserva Natural Alma Guaraní, porque es la base para cualquier estrategia de restauración.
En el vivero se cuenta con ejemplares de quebracho colorado, urunday, timbó, ybyrá pytá, ceibo, espina corona, lapacho rosado, lapacho amarillo, ñangapirí, aguaí, entre otras, que son las especies consideradas más adecuadas para implantarse en la reserva.
El vivero además posibilita la vinculación con estudiantes de la carrera de Biología de la UNNE, quienes realizan pasantías cumpliendo tareas que van desde la recolección de semillas, el procesado en laboratorio, la producción de plantines y su mantenimiento, así como la siembra de los mismos. Durante todo el proceso productivo, se investigan diferentes técnicas y se miden parámetros para encontrar las mejores prácticas productivas.
Cuando las plantas tienen el tamaño indicado, son implantadas en jornadas donde los estudiantes de UNNE dirigen las actividades en las que participan voluntarios de distintos lugares.
Para la recuperación de ambientes de la reserva Alma Guaraní se priorizan especies de crecimiento rápido y de copa frondosa, para que otras especies vayan colonizando el sitio. Asimismo, se promueve también la elección de especies de frutos carnosos porque son especies faltantes en el bosque y que contribuyen a asegurar la existencia de alimentos para animales que hay en la reserva.
La reserva Alma Guaraní
La reserva natural privada Alma Guaraní se encuentra dentro del establecimiento Los Orígenes de la Empresa Agrodec SA, a 5 kilómetros de la localidad de El Sombrero, Corrientes. Tiene la finalidad de cuidar y preservar la flora y fauna natural de la zona, además de investigar el comportamiento del bosque natural y el aporte de la restauración, y difundir los conocimientos generados a la comunidad.
El predio de reserva tiene una superficie de 111 hectáreas protegidas, y se encuentra en la costa del río Paraná.
La reserva privada integra el Programa Mas Bosques Nativos (https://masbosquesnativos.com.ar/), proyecto de recuperación de bosques nativos del Grupo Avanterra, que posibilitó sumar más de 4.000 árboles de especies nativas, además de establecerse como zona de liberación de fauna nativa en un trabajo conjunto con el Centro de Conservación Aguará.
En el año 2022 se inició una nueva etapa de crecimiento de este proyecto, donando un árbol en cada una de las operaciones comerciales de las diferentes empresas del grupo empresario.
La Reserva Alma Guaraní integra la Red Argentina de Reservas Naturales Privadas, y se encuentra en proceso de consolidación como Reserva Natural Privada Provincial.