Señalando que la democracia es una conquista por defender permanentemente, el sociólogo Carlos Altamirano disertó en la UNNE como cierre de las actividades organizadas a lo largo del año por la Universidad para conmemorar el 40° aniversario del regreso a la democracia en Argentina. «El mantenimiento de la libertad y la democracia desde 1983 no son logros menores para una historia tan convulsionada como la de nuestro país».
La conferencia de Carlos Altamirano se denominó “Experiencias y expectativas. Sobre los cuarenta años de la democracia en la Argentina” y se llevó a cabo en el Salón de la Reforma de la Facultad de Medicina de la UNNE.
Fue el corolario de una agenda de actividades promovidas desde la UNNE para conmemorar los 40 años de democracia en el país, entre ellas el ciclo de conversatorios, “Del Silencio Al diálogo”, que tuvo como objetivo recordar junto a distintos protagonistas, los hechos que marcaron el proceso de transición a la democracia.
El primer conversatorio se realizó en el Campus Sargento Cabral de la ciudad de Corrientes, el segundo en el Campus Resistencia en Chaco, y el tercero en el Campus Deodoro Roca de la capital correntina.
«Estoy muy contento de estar acá» señaló Altamirano por su visita a la UNNE para cerrar el ciclo de actividades y agradeció al público presente y a quienes organizaron la jornada para «recordar a la democracia nacida en 1983».
La conferencia
Durante su charla, Altamirano propuso hacer un ejercicio de memoria política, para lo cual reunió recuerdos sobre algunos trazos de esas cuatro décadas, valiéndose de algunas lecturas y exponiendo algunas reflexiones.
Así, inició con una cita para reflejar cómo se puede comprender la implicancia de la transición a la democracia.
«Quien haya vivido los momentos que preceden a una dictadura, cuando la democracia se convierte en una posibilidad real, seguramente recuerda la tensión constante, la alternancia de esperanza y temores, los ataques de entusiasmos y el dolor de las frustraciones».
«Cada etapa es frágil, y sin embargo, nada parece inalcanzable. Pero uno puede aprehender un momento, un umbral, a partir del cual ese proceso es irreversible. De repente, la dictadura ya no existe, y la democracia toma su lugar».
Las mencionadas palabras relatadas por Altamirano, forman parte de un artículo de un autor extranjero, que traducido se titula «ama la incertidumbre y serás democrático».
Según resaltó, aunque el enfoque del argumento del texto no estaba en transición del autoritarismo a la democracia, «muchos vimos en el pasaje citado un retrato de la experiencia que vivió el país tras la derrota de la guerra de Malvinas», en relación a que el revés en Malvinas tuvo un efecto fulminante para el Gobierno Militar de Argentina iniciado en 1976.
En ese aspecto, señaló que Malvinas le arrebató legitimidad a la Junta para seguir gobernando, no obstante los jefes militares se resistían a dejar el poder. Fue allí clave el rol de la sociedad en tomar una posición activa contra el gobierno de Facto.
Repaso por los gobiernos
Tras describir momentos del fin de la dictadura y la llegada de la democracia, Altamirano hizo una descripción de las cualidades de la dirigencia política que gobernó el país entre 1983 y 2023.
Destacó la figura de Alfonsín, a su entender el dirigente político que con mayor visión encaró el momento del final de la dictadura.
Consideró a Alfonsín una gran figura de la política y del sistema democrático, con logros y frustraciones, pero que fue clave en el retorno de la democracia pero también en su consolidación.
Mencionó también a Carlos Menen, un dirigente en las antípodas de Alfonsín. «Confiaba en su olfato y en el saber empírico, más que en el saber de los libros» dijo en relación al mandatario riojano.
Recordó que en el Gobierno de Menem, el 25 de abril de 1995 el General Martín Balza, Jefe del Ejército, leyó un documento que contenía una clara y determinante autocrítica a los procedimientos de represión a los guerrilleros, a la que le siguieron la condena de comandante de las otras armas.
«Esas condenas al terrorismo de estado, a la violencia ilegal de quienes debían representar la ley, marcaron un punto de inflexión y simbolizaría el fin del parito militar, de las fuerzas armadas como actor político, un hecho que desde 1930 fue parte de la vida pública» sostuvo.
Altamirano recordó rápidamente el Gobierno de Fernando de la Rúa, fruto de acuerdo entre UCR y FREPASO, y al gran tembladeral que siguió al gobierno de De La Rúa, ni las posteriores marchas pidiendo que se vayan todos.
«De esa gran crisis en que el país estuvo a punto de descarrilar, nació un nuevo tiempo de la democracia argentina, el del kirchnerismo».
Acotó que ese ciclo, de 12 años, en que el ejecutivo estuvo a cargo de Néstor Kirchner y posteriormente de Cristina Fernández de Kirchner, fue de gran relevancia en sostener los principios democráticos con fuerte dirección al concepto de justicia social.
Tiempo actual
Aludió al tiempo presente, de un cambio de gobierno de Alberto Fernández hacia una ideología de derecha pero con gran apoyo social, en relación al triunfo de Javier Milei, situación sobre la cual se explayaría posteriormente.
«El hecho que algo ha sucedido, incluso durante mucho tiempo, no es prueba de que así seguirá. Cada momento de la historia es una intersección de caminos que llevan a varios futuros» citó Altamirano.
Acotó que «lo comprobamos en el reciente domingo 19 de noviembre en que una nueva conjunción sociopolítica, unida por el mensaje de un líder también nuevo, exponente del ultraliberalismo económico e identificado con la derecha ideológica, con un triunfo contundente en las elecciones.
Agregó que «hemos ingresado en un terreno desconocido. Todos sabemos que se viene un tiempo duro pero no sabemos cuánto tiempo durará ese tiempo».
Mirada retrospectiva
Como conclusión de la charla, Altamirano señaló que «al mirar hacia atrás no se puede sino celebrar la democracia política renacida en 1983 y que ella siga entre nosotros. Podemos elegir nuestros gobernantes, no somos encarcelados, menos aún muertos o torturados por exponer públicamente nuestras convicciones. Ningún grupo social ni político relevante pide hoy un golpe militar salvador ni como los años 70 nadie predica la idea de que el poder nace del fusil».
Opinó que «no fue una navegación política fácil la de estos 40 años» de Argentina, con muchas crisis políticas y sociales, pero consideró que «el mantenimiento de la libertad y la democracia no son logros menores para nuestro país, para una historia convulsionada como la nuestro país.
Sin embargo, resaltó que la democracia también tiene deudas. «La Argentina de la pobreza es una de las deudas de la democracia».
Para finalizar, indicó que «sin libertad política no hay debate y sin debate no hay democracia» y acotó que el pluralismo ideológico es inherente a la democracia.
¿Quién es Carlos Altamirano?
Carlos Washington Altamirano (26 de agosto de 1939) es un sociólogo argentino. Es Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina) (CONICET), profesor de la Universidad Nacional de Quilmes. Autor de numerosos libros sobre política y sociedad. Obtuvo la Beca Guggenheim en 2004, el Premio Konex – Diploma al Mérito en 2004 y 2006, la Beca Robert F. Kennedy Foundation en 2008 y el Konex de Platino en 2014.
Fue miembro fundador de la revista Punto de vista, e integra actualmente el consejo de dirección del anuario Prismas. En 2008 fue Profesor Invitado en la Universidad de Harvard. Publicó los siguientes libros: Peronismo y cultura de izquierda; Bajo el signo de las masas, 1943-1973; Para un programa de historia intelectual; Intelectuales. Notas de investigación sobre una tribu inquieta.
Tuvo a su cuidado la dirección del diccionario Términos críticos de sociología de la cultura y la Historia de los intelectuales en América Latina.
En 2011 la Universidad Ricardo Palma del Perú le otorgó el título de Profesor Honorario de dicha casa y, en el 2013, la Universidad Nacional de Mar del Plata le concedió también la distinción de Profesor Honorario.
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