La variedad y abundancia de los macrohongos coprófilos está en función de la disponibilidad de nutrientes, humedad y cambios de temperatura. Estos hongos crecen en la materia fecal de animales herbívoros. El estudiante de Licenciatura en Ciencias Biológicas, Hugo Almirón, accedió a una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC-CIN) para estudiar estas especies de hongos.
Desde que el hombre avanzó sobre los diferentes ecosistemas, se han modificado drásticamente las comunidades que allí coexisten. Esos cambios pueden ser percibidos de muchas maneras. Una de ellas es partir de bioindicadores u organismos cuya presencia da una pauta sobre el estado de un ecosistema.
En bosques modificados en donde se desarrolle la extracción de madera y se incorpore el ganado – muy común en campos ganaderos en las proximidades de las localidades de Corrientes y Resistencia- se observan los efectos antes señalados.
Hay mayor disponibilidad de madera muerta, mayor cantidad de estiércol de animales y al mismo tiempo, una disminución en la diversidad y abundancia en las especies vegetales. Las condiciones microclimáticas que se generan también son diferentes, el raleo de vegetación incrementa la insolación, la exposición al viento, heladas, exponiendo al ambiente a situaciones extremas.
Los hongos juegan un papel fundamental en la naturaleza. Se estima que el 80% de las plantas vasculares están asociadas a hongos sin los cuales no resistirían ciertas inclemencias del tiempo, como la sequía o la falta de nutrientes en el suelo, o serían más sensibles al ataque de bacterias o insectos.
Se estima que el 80% de las plantas vasculares están asociadas a hongos sin los cuales no resistirían ciertas inclemencias del tiempo…”
El estudiante de la carrera de Licenciatura en Ciencias Biológicas, Hugo Almirón, accedió a una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC-CIN) proponiendo estudiar “la riqueza, abundancia y diversidad de la comunidad de macrohongos coprófilos asociado a ganado vacuno en las provincias del Chaco y Corrientes (región Chaco Oriental)”.
Se han realizado varios trabajos que incluyen a especies de macrohongos del NEA, sin embargo, la mayoría de estos son referidos a la selva Paranaense, siendo escasos los estudios para la ecoregión del Chaco Oriental.
La investigación, que está bajo la dirección del doctor Nicolás Niveiro, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE, tiene una razón evidente. “Conocer las comunidades de macrohongos asociada al ganado vacuno, su diversidad, composición y fenología nos permitirá comprender un componente de la diversidad de organismos de la región aún desconocida”.
Como es de suponer, los macrohongos son aquellos que por su estructura son fáciles de observar y recolectar. Pueden crecer por arriba o por debajo del suelo. Por ser organismos sustratos-específicos, es decir que crecen en función de lo que puedan nutrirse, los hongos coprófilos, crecen en materia fecal de animales principalmente herbívoros.
Los hongos coprófilos son un importante componente en ecosistemas perturbados por ganado en todo el mundo, cumpliendo un rol esencial en la descomposición y el reciclado de nutrientes.
“…los macrohongos son aquellos que por su estructura son fáciles de observar y recolectar. Pueden crecer por arriba o por debajo del suelo”.
Sitio de estudio y Trabajo de campo. La investigación se viene realizando en campos ganaderos en las proximidades de las localidades de Corrientes y Resistencia. Para la obtención de las colecciones de hongos, se realizan muestreos sistemáticos mediante parcelas aleatorias en las cercanías de ambas ciudades. Se mantiene un sitio de muestro permanente en un predio ubicado en Santa Catalina.
Las muestras se obtienen de unas parcelas establecidas al azar de unas 100 m2 aproximadamente. Se recolectan cada 15 días en épocas favorables para el desarrollo de los basidiomas (primavera y otoño) y mensualmente en épocas desfavorables (verano e invierno).
El basidioma, es una parte de la estrucutura biológica del hongo donde se encuentra los “basidios” o esporas que dan origen a un nuevo hongo. Los ejemplares son fotografiados y descriptos macroscópicamente en el lugar.
Posteriormente, el material recolectado es sometido a un estudio en el laboratorio. Después de ser etiquetado, deshidratado y mantenido en congelador (-20ºC), es depositado como referencia en el herbario CTES. Los ejemplares colectados serán identificados teniendo en cuenta sus caracteres macroscópicos (forma, color, tamaño, hábito, color de esporada) y microscópicos de fácil y rápida observación (forma y tamaño de esporas y tipo de pileipellis).
Las morfoespecies identificadas como así también la abundancia que presente cada una de estas en las distintas transectas, serán volcadas en tablas utilizando el software Microsoft Excel. Las morfoespecies que presentan mayor abundancia serán identificadas a nivel específico. Las especies que representen alguna novedad (taxones nuevos, nuevos registros para el país) serán descriptas e ilustradas.
Según Hugo Almirón y en base al trabajo que viene realizando, está en condiciones de poder dar fundamentos a la hipótesis que se planteó con su proyecto. Es decir demostrar que “ la comunidad de macrohongos coprófilos asociado a ganado vacuno en el Chaco Oriental es similares a las encontradas en otras regiones del mundo debido a que la composición de especies está dominada por especies cosmopolitas, adaptadas a las condiciones particulares de su modo de vida”.