En la escena local, regional e internacional crece la crisis democrática y surgen diferentes escalas de violencia política. Para analizar la actualidad, Radio UNNE se comunicó con Manuel Camilo González Vides, magíster en Ciencias Políticas de la Universidad de Salamanca (España) y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana (Colombia).
El académico planteó que en la actualidad se desarrolla a escala internacional una guerra de narrativas, fenómeno en el que distintos actores políticos y estatales compiten por imponer versiones o interpretaciones de su accionar y sus contextos, que legitimen sus intereses, muchas veces en escenarios de conflicto y violencia política.
“La política es un ejercicio comunicativo, en ese sentido es muy difícil disociar el hecho de ejercer poder de los discursos que lo constituyen. Lo que estamos viviendo, no solamente en Estados Unidos, sino también Argentina, Colombia, en muchos países; es ciertamente una muestra de cómo la comunicación ha terminado por permear con ejercicios que son polarizadores”, consideró.
González Vides profundizó en cómo la guerra de narrativas alimenta la polarización y la confrontación; mientras que la violencia política se inserta como un mecanismo para conservar o disputar poder, con impactos profundos en la estabilidad democrática y social.
“Cuando uno habla de la polarización, la polarización por sí misma no es de alguna forma negativa porque nos permite incluso hacer una distinción entre los actores políticos, particularmente en una democracia. Pero hay cierta polarización relacionada con lo pernicioso, con lo afectivo, que nos invita a ver al otro como un enemigo y no como un rival”, explicó.
El magíster indicó que hablar de guerra de narrativas implica reconocer su peso simbólico y el impacto en la vida social y democrática, ya que genera una deslegitimación del que piensa distinto: “Es muy importante entender que, incluso en relaciones internacionales, los discursos son muy importantes. Porque enmarcas al otro en una amenaza, la cual se entiende que se necesitan una suerte de medidas extraordinarias para solucionarlo”.
“Es muy importante entender que, incluso en relaciones internacionales, los discursos son muy importantes. Porque enmarcas al otro en una amenaza, la cual se entiende que se necesitan una suerte de medidas extraordinarias para solucionarlo”.
González Vides apuntó a que la violencia política generada por esta lógica tiene consecuencias en el presente y también en el futuro, ya que hace mermar no sólo la posibilidad de un debate de ideas, de proyectos políticos o modelos económicos; sino que corroe la posibilidad concreta de participación de actores y afecta a la pluralidad de voces, generando exclusión del rival de los mecanismos legítimos de participación ciudadana.
Al aire de la 99.7, el especialista ejemplificó estos fenómenos, con situaciones como el retiro de Estados Unidos de la certificación antidrogas a Colombia, el accionar militar defensivo en aguas del mar Caribe contra Venezuela o el aumento unidireccional de aranceles comerciales por parte de la administración norteamericana a otros países.
“Lo que hace Donald Trump tiene un tinte mucho más político que técnico, y tiene efectos paradójicos. Refuerza un poco el nacionalismo y sobre todo, un asunto que es muy propio de los latinoamericanos, que es la idea de la soberanía estatal: otros países no pueden influir en las decisiones domésticas de los Estados”.
Sin embargo, el académico advirtió que el actual escenario de múltiples frentes de conflicto hace que en las últimas décadas el concepto de soberanía estatal haya sido erosionado por la presencia de actores de igual o mayor fortaleza que las instituciones republicanas, como organizaciones criminales, mercados transnacionales, el terrorismo o los enfrentamientos bélicos.
“Muchas veces la acción de estos nuevos actores, que incluso cooperan o están en conflicto con los gobiernos, termina pasando las fronteras. Entonces a pesar de que América Latina sostiene un principio de no injerencia en asuntos domésticos, ciertamente la realidad internacional lo que termina generando es que esos asuntos internos terminan siendo externalizados”, consideró González Vides.
“América Latina está aplicando marcos que en su momento le funcionaron, pero que en estos momentos, en el escenario globalizado que estamos viendo, resultan ser muy insuficientes para mantener esa autonomía frente a las decisiones de las grandes potencias, como por ejemplo en este caso los Estados Unidos”, opinó el profesor.
El politólogo explicó que esto coincide con una caída de confianza en la democracia, que la calificó de fatigada, en términos de que el sistema político se ve cuestionado cuando no ha respondido a las demandas básicas de los ciudadanos, realidad que atraviesa a una gran variedad de países.
Puso a consideración que la emergencia de hombres fuertes, figuras vinculadas a la extrema derecha, nacen como fenómeno frente a la inacción de las instituciones tradicionales en la resolución de necesidades de las sociedades, con discursos y narrativas de guerra que prometen soluciones por fuera de las vías de negociación y deliberación, que han caracterizado a las democracias occidentales.
“La historia no se repite, pero suele rimar un poco. Hay periodos de la historia en los cuales hemos tenido las mismas situaciones: crisis económicas, pandemias, convulsión internacional, conflictos y demás. Muchas veces, ante esos momentos extraordinarios, estas contingencias de la historia, aparecen los hombres fuertes. Creo que es un patrón que se suele repetir, estamos ante una contra ola democrática, una reacción frente a una democracia que no ha funcionado”, dijo.
González Vides consideró que si bien los fenómenos como los golpes de Estado y la Guerra Fría que caracterizaron a la segunda parte del siglo XX ya no acontecen, apuntó a la sofisticación de estos mecanismos, con mismas ideas pero diferente ejecución: “Estos sectores reaccionarios llegan al poder vía elecciones, pero colocando a la democracia contra la democracia para perpetuarse en el poder, y es la gran lección que tenemos en esta contra ola democrática que estamos viviendo”.
“Estos sectores reaccionarios llegan al poder vía elecciones, pero colocando a la democracia contra la democracia para perpetuarse en el poder, y es la gran lección que tenemos en esta contra ola democrática que estamos viviendo”.
En el último tramo de la entrevista realizada en el programa Ciudad Invisible, el académico compartió consideraciones sobre cómo se enmarca la figura y el gobierno de Javier Milei. Opinó que el actual presidente de la Nación está ejecutando el modelo discursivo y de enfrentamiento que lleva adelante Donald Trump. El analista apuntó en este sentido que la alianza estratégica de Argentina con Estados Unidos es política y simbólica, por sobre una alianza económica y mercantil.
“Pero es muy distinto a lo que sucede en los Estados Unidos, creo que a Milei se le ha agotado un poco ese modelo, lo que hemos visto de las elecciones bonaerenses. Estos fenómenos outsiders, terminan por conquistar el electorado pero no necesariamente tiene una gobernabilidad fácil. A veces tiene una resolución muy agresiva, como lo es saltarse a las instituciones”, dijo González Vides.