Unas 184 personas cursan esta propuesta formativa impulsada por la Universidad Nacional del Nordeste en coordinación con el gobierno de la provincia de Corrientes que realiza un aporte económico importante para el financiamiento, y que tiene como sede la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura. Esta segunda cohorte incorpora el formato híbrido junto al trabajo en plataforma de UNNE Virtual. Se busca formar profesionales que puedan desempeñarse en los parques nacionales y reservas provinciales que se han sumado al patrimonio natural en la última década.
En 2012, la Universidad Nacional del Nordeste y la provincia de Corrientes comenzaron a trabajar en un proyecto para realizar un ciclo universitario de formación de guardaparques universitarios en el marco de una política provincial de preservación del ecosistema del Iberá y el avance del trabajo de reintroducción de especies que daba sus primeros resultados tangibles. Se avanzó así con la carrera de Guardaparque Universitario, de la que egresaron en 2016 mas de cien profesionales. Tras un impasse de diez años, se abrió ahora la segunda cohorte con casi 200 inscriptos.
Para conocer más sobre esta oferta académica, UNNE Medios conversó con el doctor José Luis Fontana, biólogo, docente, investigador y actualmente vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura quién participó coordinando esa primera experiencia y hace lo propio actualmente con la segunda cohorte que comenzó en marzo de 2025.
Fontana, es Doctor en Ciencias de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica; profesor en Biología y Licenciado en botánica de FaCENA. Es titular de Ecología Vegetal en la Licenciatura en Ciencias Biológicas. Trabaja tanto en investigación básica, como aplicada. En la básica, sobre ecología de vegetación, las comunidades vegetales y se aplica, entre otros, a las denominadas líneas de base de la biodiversidad en los estudios de impacto ambiental. Además dirige la Unidad Ejecutora de Servicios Ambientales desde 2019.
“Hacemos el estudio de cómo esas comunidades están compuestas, cuáles son sus integrantes y según cómo el hombre o la naturaleza influye sobre esas comunidades, cuál puede ser el futuro de ellas, las modificaciones a través del tiempo o sucesión ecológica, y esos cambios a nosotros nos reflejan cuáles son las influencias que el hombre tiene sobre esa vegetación”, explicó el profesor.
¿Cómo se diseñó la currícula de la primera cohorte de la carrera de Guardaparques?
En aquel momento investigamos sobre las carreras de guardaparque existentes en el país, y la única que se dictaba en una universidad nacional, era la perteneciente a la Facultad de Ingeniería Forestal (UNaM) de Eldorado, en San Pedro (Misiones). También recurrimos a información de Parques Nacionales, porque ellos históricamente formaron guardaparques, con el formato de un curso de habilitación, y nosotros diseñamos una carrera universitaria de pregrado. Surge específicamente por un interés de la provincia de Corrientes, que se manifestó en la ley 6173 a propuesta del senador Sergio Flinta quien llevó adelante la iniciativa declarando de interés para la provincia, la formación de guardaparques. Estuvimos así entre los pioneros en formar guardaparques desde una carrera universitaria. Claro que desde aquel momento (ya pasaron más de 10 años), las propuestas se multiplicaron.
¿Qué se puede destacar de esa primera experiencia formativa?
Tres aspectos a destacar: el porcentaje de egresados, la formación integral y la salida laboral. Tuvimos en esa primera experiencia más de 200 alumnos, con más del 50% de egresados. Un porcentaje que superó ampliamente a otras carreras de la Universidad. Incluso muchos estudiantes que por distintas razones no pudieron concluir la carrera en la primera cohorte, lo tenemos actualmente inscriptos en esta segunda cohorte. Los resultados de la formación integral que recibieron muestran un conocimiento profundo de la naturaleza, de la comunicación, del acompañamiento y desempeño con investigadores que desarrollan proyectos en áreas de conservación. Con respecto a lograr inserción laboral, es cuestión de recorrer las reservas que hay en nuestra provincia, en el Chaco y Misiones, en los que muchos de nuestros egresados se desempeñan, incluso administran reservas privadas.
es cuestión de recorrer las reservas que hay en nuestra provincia, en el Chaco y Misiones, en los que muchos de nuestros egresados se desempeñan, incluso administran reservas privadas.
¿Cómo eran las características de la titulación de la carrera?
La carrera tiene reconocimiento oficial, y por lo tanto el título de Guardaparque Universitario que otorgamos tiene validez nacional, con las correspondientes competencias y alcances especificados en el plan de la carrera. Nuestros egresados que quieran ingresar al sistema nacional de la APN, llegan con las ventajas de un título universitario, formación previa que les facilitará completar el curso obligatorio. Vale recordar que nuestros egresados, carecen por ejemplo de la instrucción sobre armas; un guardaparque nacional en cambio tiene poder de policía en las áreas protegidas. Acá nos basamos en el pedido de la provincia y los provinciales, no tienen autorización de portar armas.
¿Qué cambió entre la época de la primera cohorte y la de 2025?
La formación integral de un Guardaparque es nuestra meta, al igual que la primera cohorte. En cuanto a áreas de conservación, cuando dictamos la primera cohorte, todavía no estaban implementadas algunas de las grandes áreas como los Parques Nacionales Iberá, en Corrientes, y el Impenetrable, en Chaco, el Parque Federal Campo San Juan en Misiones; y otras de jurisdicción provincial como los Parques San Cayetano o Apipé Grande. Nuevas áreas de conservación, implican demanda de personal capacitado para realizar las mismas tareas: supervisión, protección, control, mantenimiento, educación ambiental, asistencia a investigadores, observaciones y relevamientos puntuales, etc. Y esa es la formación integral que dimos en la primera edición y continúa en esta segunda edición. Los contenidos mínimos, básicos de cada espacio curricular son los mismos, pero cada docente actualiza la formación, incluyendo nuevos métodos, nuevos resultados provenientes de investigaciones, de experiencias personales, tanto locales como regionales, que pueden interesar a una formación actualizada.
¿En cuanto a la tecnología, si hubo cambios?
Cambió algo muy importante que no tuvimos en la primera edición, porque no usamos aula virtual, era todo presencial. Ahora, no solo tenemos el aula virtual por medio de la cual los alumnos tienen toda la información. A través del aula virtual los alumnos tienen acceso a la bibliografía, los prácticos, las actividades, apuntes. Así, la carrera se dicta actualmente en formato híbrido: es decir presencial y virtual. Frente a la situación económica actual, que es bastante más complicada que en 2012, el alumno tiene la obligación de participar de encuentros intensivos presenciales localizados mensuales y encuentros presenciales remotos. Esto facilita enormemente a nuestros estudiantes, dado las procedencia tan diversas de localidades del interior y de otras provincias.
¿Qué cantidad de alumnos comenzaron el cursado en marzo?
En el primer encuentro virtual tuvimos 184 alumnos. Una parte provienen de otras carreras, como Profesorado en Biología, Licenciatura en Ciencias Biológicas, Agronomía. También unos cuantos realizaron el curso de Guías de Sitio y Guías de Turismo que desarrolló el Ministerio de Turismo de Corrientes y en los cuales colaboramos. La carrera de Guardaparques es observada frente a la actual situación de demanda, como una salida laboral importante y posible. Especialmente para muchos jóvenes provenientes de localidades del interior, en contacto con áreas de reserva.
¿Qué se puede destacar de esta experiencia que está dando sus primeros pasos?
La experiencia del dictado híbrido es muy reciente en general en nuestra Universidad. A partir de la pandemia nos dejó como algo interesante el uso de la virtualidad y la adecuación de las normativas ministeriales para que esto sea posible. Este sistema facilita mucho a los estudiantes, lo que animó a muchos de ellos a tomar el desafío, aquellos que viven alejados de nuestras aulas, y que mediante un celular o una computadora, donde estén, puedan seguir las actividades y las clases por zoom diarias. La conectividad mejoró mucho en los últimos años. Además las clases quedan grabadas en el aula virtual, lo que permite un cursado entre lo sincrónico y lo asincrónico, según la disponibilidad de tiempo de cada estudiante.