Un estudio de la UNNE y CONICET actualizó registros de presencia del Puma concolor en la provincia de Corrientes, ampliando su rango de distribución a 12 departamentos. La región conocida como Lomadas Arenosas podría considerarse una posible zona de reproducción y corredor biológico de la especie.
Los grandes felinos son importantes para el mantenimiento del equilibrio ecológico, y son indicadores de biodiversidad y resiliencia de los ecosistemas.
En el caso de los pumas, (Puma concolor) pese a sufrir un fuerte restricción de sus hábitats principales en gran parte del Siglo XX a causa del avance de la frontera agrícola y la actividad humana, pudo mantener una amplia distribución a nivel nacional y en las últimas décadas ha vuelto a ocupar la mayor superficie de su rango histórico.
Por su actual presencia a lo largo del territorio nacional, incluyendo áreas altamente antropizadas, su estado de conservación a nivel nacional es de «Preocupación Menor» en la Argentina, no obstante, se recomienda monitorear algunas de sus subpoblaciones que se perciban bajo amenaza.
Teniendo en cuenta estas recomendaciones, desde la Universidad Nacional del Nordeste se llevó a cabo un proyecto para caracterizar la situación actual del Puma concolor en Corrientes, provincia en la que este carnívoro es una de las siete especies de félidos y el segundo de mayor tamaño en comparación con el yaguareté, especie reintroducida recientemente.
El estudio estuvo a cargo de investigadores de la UNNE y del Centro de Ecología Aplicada del Litoral «CECOAL» (UNNE-CONICET), quienes dieron a conocer los resultados del estudio a través de un artículo publicado en la Revista FACENA.
Según las conclusiones del estudio, los resultados obtenidos, entre registros nuevos y previos, muestran que el puma posee una amplia distribución, con registros en 12 de los 25 departamentos de la provincia de Corrientes, dado que con este trabajo se incluyeron nuevos registros en 6 departamentos: Ituzaingó, Sauce, Esquina, San Roque, General Paz y San Luis del Palmar.
La mayor parte de los registros se registraron en la región conocida como «Lomadas Arenosas», entre el período 2019-2020, siendo las conexiones entre las lagunas y planicies circundantes con mayor densidad de bosques de ribera, un área que podría utilizarse como corredor de dispersión asociada a los afluentes del río Paraná, y un área con coberturas habitables en época de sequía y/o incendios.
Además, esta región junto a las áreas de conservación como el Parque Nacional Mburucuyá (Mburucuyá) y la Reserva Natural Provincial Rincón Santa María (Ituzaingó), podrían considerarse como posibles zonas de reproducción y corredor biológico.
«Esta información servirá de base a aquellas instituciones gubernamentales relacionadas a la conservación de la flora y fauna para implementar programas de monitoreo y vigilancia, como así también se espera continuar con más estudios a futuro sobre la percepción e interacción de esta especie con las personas y sus actividades productivas en Corrientes» destacan.
El proyecto estuvo a cargo de la Dra. Verónica Romero, del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Grupo de Geografía Física-CECOAL, UNNE-CONICET) y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE (FaCENA); la Dra. María Belén Natalini, (Facultad de Ciencias Veterinarias-UNNE y Estación Biológica Corrientes-CECOAL), Dr. Félix Ignacio Contreras (Grupo de Geografía Física de CECOAL y FaCENA), Dr. Martín Kowalewsky (Estación Biológica Corrientes-CECOAL), Noelia Gómez (Proyecto Juco, Salta) y Carlos A. Gómez (Parque Nacional Mburucuyá y Administración de Parques Nacionales).
Detalles del Estudio
El área de estudio se centró en tres áreas protegidas y sus zonas de amortiguamiento, Parque Nacional Mburucuyá, Portal San Nicolás del Parque Nacional Iberá y Reserva Natural Provincial Rincón Santa María, ubicadas en la región de lomadas arenosas, y otras regiones de la provincia donde se produjeron nuevos registros de la especie.
Entre noviembre de 2014 a noviembre de 2020 se registró la presencia de P. concolor en las mencionadas áreas protegidas con muestreos estratificados según las principales unidades de vegetación por medio de técnicas de conteos directos (avistajes en transectas lineales) e indirectos (huellas, heces).
Estas técnicas se realizaron en muestreos bimensuales entre 2014 a 2016 en el Parque Mburucuyá, (10 transectas), y cuatro campañas de muestreos en las tres áreas protegidas entre agosto del 2017 a diciembre del 2018, donde se incorporaron cuatro cámaras trampa, activas durante 3 días consecutivos por transecta dentro de las áreas protegidas.
Adicionalmente, se efectuaron entrevistas verbales no estructuradas en zonas de amortiguamiento entre los años 2016 a 2020, y para ampliar registros de detección de pumas se efectuó la búsqueda de información en medios periodísticos.
A partir de las detecciones se efectuó el registro de los siguientes datos: vegetación dominante (pastizales, palmares, bosques), la actividad antrópica existente (zona rural, forestal, urbano), la proximidad a elementos del paisaje de interés (cuerpos de agua, rutas, ejidos urbanos/parajes) y el tipo de método empleado (muestreo, entrevista, fuente periodística).
Las detecciones fueron geolocalizadas y se elaboraron mapas de distribución.
Resultados
De acuerdo a lo relevado, se actualizó la distribución y se confirmó la presencia del puma en nueve departamentos de Corrientes, con 20 detecciones comprendidas entre los años 2015 a 2020.
La mayoría de las detecciones se localizaron en la zona conocida como Lomadas Arenosas, dentro de las áreas protegidas del Parque Nacional Mburucuyá y Reserva Santa María, y sus zonas de amortiguamiento.
El registro más al noroeste fue en la localidad de Itatí, al noreste en la Reserva Santa María y el suroeste en la localidad de Esquina, siendo esta última detección muy importante debido a que suma un departamento para la distribución y es uno de los registros más australes en la provincia.
El área con mayor registro fue el Parque Nacional Mburucuyá y solo tres registros se ubicaron por fuera de las Lomadas Arenosas, en la región fisiográfica de la Meseta Mercedeña o Paiubre en los departamentos de Sauce y Mercedes.
Con respecto a la ubicación espacial las detecciones se localizaron en pastizales, bosque nativo, forestales de exóticas, palmares de yatay o caranday próximos a bordes de cuerpos de agua, áreas con urbanización y actividades productivas (rurales y forestales).
La mayor parte de los registros en las lomadas arenosas se concentraron en el período 2019-2020, siendo las conexiones entre las lagunas y planicies circundantes con mayor densidad de bosques de ribera del este de la provincia, un área que podría utilizarse como corredor de dispersión asociada a los afluentes del río Paraná, y un área con coberturas habitables en época de sequía y/o incendios.
Además, entre los años 2015 a 2020, las áreas protegidas y sus zonas de amortiguamiento, rurales o forestales de exóticas, presentaron mayores registros de la especie, con evidencias de comportamientos de alimentación de presas silvestres, reproducción y cría.
Con respecto a las fuentes de información, las entrevistas no estructuradas tuvieron una mayor frecuencia de registros, y los periódicos locales aportaron con situaciones de estado público que amenazan a la especie, como la caza ilegal y el maltrato animal.
Relevancia
«Las Lomadas Arenosas, junto a estas áreas de conservación, podrían considerarse zonas de reproducción y corredor biológico» reitera la Dra. Verónica Romero, autora principal del estudio realizado en el marco de su tesis doctoral en Biología.
Para concluir, resalta que «todos estos aspectos analizados posibilitarán la apertura de nuevas líneas de investigación a futuro en la provincia de Corrientes».
*Imágenes Gentileza: Dr. Verónica Romero, Belén Natalini y «Kchito» Salica.