EN EL DÍA MUNDIAL
Humedales: destacan la importancia de su conservación y manejo sostenible, para el sustento de la vida humana

 

Como cada 2 de febrero, se celebra el Día Mundial de los Humedales. Este año, el lema es “Los humedales y el bienestar humano” y la campaña de concientización apunta a generar conciencia de la directa relación entre el cuidado de estos ambientes y la calidad de la vida en la Tierra. En la UNNE, la doctora en biología e investigadora Sylvina Casco, destaca criterios para su conservación y manejo sostenible.

En un contexto de crisis climática, la preservación y uso responsable del agua resulta vital. En ese marco, el valor de los humedales adquiere mayor relevancia y resulta imprescindible tomar conciencia sobre la directa conexión que estos ecosistemas tienen con la vida humana, y la importancia del accionar individual. En esa línea se encuentra el lema del Día Mundial de los Humedales 2024, propuesto por la Convención Ramsar: “Los humedales y el bienestar humano”. Y en igual sentido se orientan acciones políticas, de gestión, académicas, científicas, entre otras. 

“Valorar a los humedales por todas las funciones que cumplen, es tomar conciencia que el sustento de la sociedad humana y la biodiversidad dependen de los aportes ecológicos, culturales y económicos con que los humedales contribuyen”, dijo a Unne Medios, Dra. Sylvina Casco, investigadora y docente de la UNNE y de CECOAL (Centro de Ecología Aplicada del Litoral) CONICET-UNNE.

“Los humedales son vitales para la supervivencia humana. Constituyen  uno de los entornos más productivos del mundo siendo cuna de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que numerosas especies vegetales y animales dependen para subsistir”, señalan en tanto desde la Convención Ramsar. 

Aseguran que son indispensables por los innumerables beneficios o “servicios ecosistémicos” que brindan a la humanidad, desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción, y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático.

En la ponencia “Humedales: criterios para su conservación y manejo sostenible”, que la doctora Casco brindó durante las “III Jornadas Científicas de Ecología y Paleontología” y “V Workshop de Geografía Física” que se realizó en diciembre 2023 en coincidencia con los 50 años del CECOAL, se enumeraron las valiosas funciones de los humedales: almacenamiento de agua, protección contra tormentas y mitigación de crecidas, estabilización de costas y control de la erosión, recarga de acuíferos y descarga de acuíferos, depuración de aguas, retención de nutrientes, retención de sedimentos, y de contaminantes y estabilización de las condiciones climáticas locales: lluvia y temperatura, entre otras.

La especialista destacó, también, algunos beneficios económicos de estos ecosistemas: abastecimiento de agua (cantidad y calidad); pesca, agricultura; energía hidroeléctrica, carbón, turba y materia vegetal; recursos de vida silvestre; transporte; y posibilidades de recreación y turismo.

“¿Por qué conservar los humedales?”, planteó entonces la bióloga y repasó ante el público las principales razones: están entre los “ecosistemas más productivos del mundo, fuentes de diversidad biológica, y de agua y productividad primaria, dan sustento a altas concentraciones de especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces e invertebrados, son depósitos de material genético vegetal, poseen atributos especiales como parte del patrimonio cultural de la humanidad: están asociados a creencias religiosas y cosmológicas y a valores espirituales, y constituyen una fuente de inspiración estética y artística”.

Sin embargo, a pesar de todas las funciones y valores que comentamos, “de acuerdo a los últimos reportes los humedales se han ido degradando y perdiendo considerablemente en el siglo XX, por distintas acciones humanas efectuadas sin un criterio de uso razonable y tolerable por estos ambientes”, aseguró la investigadora y mencionó la “expansión de la agricultura, urbanizaciones, consumo excesivo de agua, contaminación, sobrepesca”, entre otras causas. 

En la región, se encuentra uno de los humedales más importantes de Sudamérica como es el Macrosistema Iberá, cuya singularidad de los recursos naturales y culturales que lo componen, hacen necesarios los mayores esfuerzos para su cuidado y uso sabio.
En la región, se encuentra uno de los humedales más importantes de Sudamérica como es el Macrosistema Iberá, cuya singularidad de los recursos naturales y culturales que lo componen, hacen necesarios los mayores esfuerzos para su cuidado y uso sabio. (Foto: Laguna Iberá en Carlos Pellegrini, Corrientes. Gentileza doctora Sylvina Casco).

Desde Fundar (organización dedicada al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas con foco en el desarrollo de una Argentina sustentable e inclusiva), señalan que los factores que provocan la pérdida de humedales varían entre países, pero la degradación proviene principalmente de “cambios en el uso del suelo vinculados a la agricultura y el pastoreo, la desviación de agua mediante represas, diques y canalizaciones, el desarrollo inmobiliario en valles fluviales y zonas costeras en general, incendios intencionales, y la contaminación del aire y el agua”.

Así, ante la pérdida o degradación de los humedales, “los servicios de los ecosistemas que los humedales proporcionan a las personas se encuentran en peligro”, advierten desde la Convención Ramsar y plantean que el manejo de los humedales “constituye un reto mundial”.

Por ello,  la necesidad y urgencia de la conciencia y participación social, lo cual se enfatiza en el lema 2024, del Día Mundial de los Humedales que se celebra cada 2 de febrero: “Los humedales y el bienestar humano”, y la campaña que pone de relieve la relación clave entre los humedales y la vida humana.

El 2 de febrero de cada año es el Día Mundial de los Humedales y en él se conmemora la fecha en que se adoptó la Convención sobre los Humedales, el 2 de febrero de 1971, en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio.

“El bienestar humano está irrevocablemente ligado al estado de los humedales del mundo. Dependemos de estos ecosistemas que sustentan la vida. Pero deben estar sanos para que puedan seguir proporcionándonos agua y alimentos, sustentando la biodiversidad, proporcionando medios de vida, protegiéndonos contra fenómenos meteorológicos extremos y mitigando el cambio climático”, aseguran.

Entender que todos los aspectos del bienestar humano están ligados a la salud de los humedales del mundo, “nos llama a cada uno de nosotros a valorar y proteger los humedales”, remarcan.

"Los humedales y el bienestar humano" es el lema de la campaña 2024 del Día Mundial de los Humedales.
“Los humedales y el bienestar humano” es el lema de la campaña 2024 del Día Mundial de los Humedales.

Carbono cero

Los beneficios que proporcionan los humedales son esenciales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además de todos los valiosos servicios ecosistémicos mencionados, los humedales también absorben y almacenan carbono de forma natural. “Son los sumideros de carbono más eficaces de la Tierra”, aseguran desde Fundar y a modo de ejemplo mencionan las turberas, un tipo de humedal que cubre alrededor del 3% de la tierra de nuestro planeta y “almacenan aproximadamente el 30% de todo el carbono terrestre. El doble de la cantidad de todos los bosques del mundo juntos”.

“La función de los humedales en esos procesos es clave, teniendo en cuenta que constituyen una importante la reserva mundial de carbono del suelo”, coincide Casco.

“Esto depende de dos procesos: la producción primaria (se produce materia orgánica) y la respiración o descomposición (se genera dióxido de carbono o metano). Si se alteran estos procesos, la función de los humedales de almacenar carbono puede verse perjudicada y en lugar de limitar la cantidad de carbono en la atmósfera, pueden pasar a emitirlo. Es decir se pueden convertir en fuentes de emisión de carbono”, amplió con una explicación técnica.

El valor de la ciencia

El conocimiento científico también en este ámbito es de gran importancia. El estudio e investigaciones aportan datos útiles para la toma de decisiones, para las políticas públicas. 

Así, se sabe por ejemplo que los humedales cubren aproximadamente 12,1 millones de km2, pero que -según la Perspectiva Mundial sobre los Humedales-, se estima que su extensión ha disminuido rápidamente, con pérdidas del 35 % desde 1970.

Esa realidad, torna aún más necesarias las investigaciones científicas sobre el tema, y así consideró Casco: “Creo que producir conocimiento sobre el funcionamiento y la dinámica de los humedales es, hoy más que nunca, una línea prioritaria ya que los desafíos que nos imponen las distintas situaciones a las que se encuentran expuestos estos sistemas complejos y tan particulares, ya sea por perturbaciones (cambios naturales) o por disturbios (cambios por acción antrópica), deben ser analizados cuidadosamente”, aseguró  ante la consulta de Unne Medios.

Iberá es un sistema único en América por su contexto biogeográfico, por ser una de las fuentes superficiales de agua limpia más importantes que, además, alberga a más de 4000 especies animales y vegetales. (Foto: Laguna Luna Iberá - gentileza doctora Sylvina Casco).
Iberá es un sistema único en América por su contexto biogeográfico, por ser una de las fuentes superficiales de agua limpia más importantes que, además, alberga a más de 4000 especies animales y vegetales. (Foto: Laguna Luna Iberá – gentileza doctora Sylvina Casco).

También a las políticas públicas e iniciativas legislativas, aporta valía y pertinencia el conocimiento académico, científico y logrado a partir del trabajo extensionista que se realiza, por ejemplo, en y desde la Universidad Nacional del Nordeste. 

En ese sentido, la especialista de la UNNE destacó que es posible -como se viene realizando en algunos casos- la articulación entre los distintos sectores de la sociedad, como el sector productivo, el académico, científico y de gestión para proteger a los humedales en la Argentina. “La interacción entre las instituciones académicas, científicas gubernamentales, no gubernamentales con el sector productivo, debe tener objetivos claros, para un uso racional, sabio y adecuado de los humedales. Esto creo que se puede lograr a través de proyectos de trabajo conjunto, con un análisis temporal y espacial conveniente, que redundará en la protección de estos sistemas tan valiosos”, consideró.