Por medio de un proyecto que vincula actividades de investigación e instancias prácticas de formación académica, desde la carrera de Ingeniería Industrial se promueve la producción de bioetanol con materias primas regionales, en especial utilizando subproductos no aprovechados de las principales actividades productivas.
El bioetanol, obtenido mediante el proceso de fermentación a partir de biomasa, es uno de los biocombustibles más importantes, con diferentes usos.
Durante el año 2022 la Argentina alcanzó la mayor producción de etanol de su historia, con una producción principalmente proveniente del maíz y la caña de azúcar.
El país presenta condiciones competitivas para el impulso de los biocombustibles, debido a la diversa producción agrícola y agroindustrial, y la disponibilidad de biomasas.
En ese contexto, la carrera de Ingeniería Industrial de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, cuenta con una materia optativa denominada “Producción de Alcohol” que persigue el acercamiento al proceso industrial de producción de bioetanol y a las distintas fuentes que pueden utilizarse como materia prima para la obtención de etanol.
“La producción de bioetanol tiene gran potencial en la región, y en particular se promueve el aprovechamiento de materias primas de esta zona que no compitan con la industria alimentaria” explicó la Dra. Marina Cardozo, docente a cargo de la materia optativa de Producción de Alcohol.
En ese sentido, explicó que desde la carrera se consideró propicio contribuir a promover la producción de biocombustibles en la región nordeste, por un lado, a través de la concreción de proyectos de investigación sobre la temática, pero a la vez también por medio del fortalecimiento de la formación académica específica en la producción de biocombustibles como campo posible de actuación laboral.
Detalles del proyecto
Con ese fin, se lleva a cabo una propuesta de investigación orientada a ajustar métodos para la obtención de bioetanol con materias primas del NEA, a través de ensayos con diferentes biomasas de la región.
Estos estudios para la obtención de bioetanol se enmarcan en un proyecto mayor denominado «Microorganismos autóctonos del NEA con potencial aplicación a la mejora y optimización de procesos industriales y desarrollos de nuevos productos», uno de los primeros proyectos de investigación acreditados en la carrera de Ingeniería Industrial.
En tanto, con el fin de aprovechar los estudios de producción de bioetanol con fines formativos, se resolvió sumar a estudiantes de la materia optativa “Producción de Alcohol”, quienes, en el laboratorio, aplicando protocolos optimizados por el equipo de investigación, obtuvieron y caracterizaron bioetanol a partir de diferentes materias primas.
“En escala de laboratorio se logró ajustar los métodos de obtención de bioetanol de caña de azúcar, maíz y también de cascarillas de arroz”, explicó el Ing. Agr. Nicolás Ortiz, docente auxiliar de la materia optativa.
Sostuvo que, si bien para caña de azúcar y maíz son conocidos distintos protocolos para la obtención del producto, fue importante lograr el ajuste a nivel local, mientras que para la cascarilla de arroz no están difundidos procesos estandarizados.
En el caso de la cascarilla de arroz, es un residuo lignocelulósico, que tiene la ventaja de no ser competir con la industria alimentaria, como es el caso del maíz y caña de azúcar, pero al mismo tiempo los residuos lignocelulósicos necesitan de procedimientos adicionales para lograr la liberación de carbohidratos.
Relevancia
Resaltó que el aprovechamiento de la cascarilla de arroz podría ser una estrategia de agregado de valor a un “residuo” de una actividad productiva de gran importancia regional, como es la arrocera.
Se estima que alrededor del 20% de la producción de arroz es cascarilla
Ese porcentaje, que en general se descarta, dimensiona la importancia que podría revestir como insumo para biocombustibles.
En ese aspecto, la Dra. Cardozo resaltó que en el marco del proyecto se prevé poder sumar a los ensayos otras materias primas o subproductos no aprovechados en la región.
Insistió en que la importancia de poder articular la faceta de investigación con la experiencia pedagógica de incluir en la formación profesional en una temática de creciente importancia como la producción de biocombustibles.