Extensión Universitaria
Extensionistas dictaron tercer módulo de huertas familiares en barrio de Corrientes

En el taller se capacitó en la técnica BOCASHI o fabricación de insumos y fertilizantes orgánicos para mejorar el rendimiento de la huerta.

La actividad forma parte del proyecto “ODS en Territorio”. La capacitación en oficios es una alternativa para mejorar las condiciones de vida de grupos vulnerables.

 

En el marco del proyecto “ODS en Territorio”, aprobado por el Consejo Superior según Resolución N°325/23, se llevaron adelante capacitaciones a niñas, adolescentes y madres jefas de familia en el merendero “Luz de Esperanza” del Barrio La Olla de la Ciudad de Corrientes, en temas vinculados al desarrollo del tercer módulo de huertas familiares.

Esta acción forma parte de un plan de actividades de sensibilización y capacitación en oficios tradicionales que puedan constituir una alternativa de generación de ingresos adicionales, para mejorar las condiciones de vida de grupos vulnerables.

El desarrollo del taller estuvo a cargo de las ingenieras María Iglesia y Cristina Sotelo de la Facultad de Ciencias Agrarias, junto al estudiante extensionista Javier Galloso de la misma unidad académica de la Universidad Nacional del Nordeste.

El desarrollo en territorio de la experticia profesional giró en torno a la técnica BOCASHI o fabricación de insumos y fertilizantes orgánicos para mejorar el rendimiento de la huerta. Esta técnica se complementó con la capacitación en el cultivo de plantas ornamentales y flores, elaboración de plantines y simultáneamente se repartieron semillas de verduras y frutas de estación primavera verano para ser cultivadas en las huertas cuya evolución fue observada por las profesionales.

“…se repartieron semillas de verduras y frutas de estación primavera verano para ser cultivadas en las huertas…”

Desde la Subsecretaría General de Extensión Universitaria se pretende lograr una visión integral y profunda de la extensión universitaria identificándola como el conjunto de actividades de colaboración entre actores universitarios y no universitarios.

De esa manera, todos los actores involucrados aportan sus respectivos saberes y aprenden en un proceso interactivo orientado a la expansión de la cultura y a la utilización socialmente valiosa del conocimiento con prioridad a los sectores más postergados.

Esta idea acompaña una frase que utiliza la UNESCO para definir el compromiso social de los actores del cambio y es la siguiente “El compromiso de las instituciones educativas debe involucrar la razón, el corazón y las manos y ponerlas al servicio de la comunidad”.