La iniciativa avanza en el ámbito de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Universidad Nacional del Nordeste. Busca favorecer el acceso a la información, los cuidados médicos y los productos necesarios, así como concientizar para derribar mitos, favorecer la inclusión, evitar la discriminación y cualquier tipo de violencia. También contribuir con el cuidado ambiental. Entre las actividades previstas, comenzó un ciclo de conversatorios.
En la UNNE avanza el programa “Gestión de Salud Menstrual para el claustro estudiantil de la UNNE”, creado como política institucional para atender, desde un punto de vista integral, inclusivo y sustentable, una realidad desatendida y que afecta a la mayor parte de su población estudiantil.
Este programa fue creado recientemente en el ámbito de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Universidad, que estará a cargo de su organización y desarrollo, junto a la Secretaría General de Asuntos Sociales y UNNE Saludable.
“Es clave entender a la menstruación no como un problema personal e íntimo, sino como una demanda que requiere respuestas desde la política pública, ya que la gestión menstrual es un factor de desigualdad que afecta gravemente a las mujeres y personas menstruantes y estas desigualdades se pueden analizar desde diversas dimensiones, como ser cultural, económica, salud, educación y de sustentabilidad ambiental”, se señala entre los fundamentos de la resolución mediante la que se aprobó el programa.
Y así se entiende en la gestión que tiene como eje central la promoción de políticas de bienestar de la comunidad universitaria, así como el rol de dinamizar las
transformaciones sociales. “Y por ello debe avanzar en la generación de políticas que
atiendan esta problemática que atraviesa a las mujeres y personas menstruantes”, explican sobre la base de que en la UNNE, casi el 60 por ciento de sus estudiantes son mujeres, según los últimos registros oficiales.
La normativa, aprobada por el Consejo Superior de la UNNE, destaca también la generación de diversas políticas institucionales en la UNNE, para garantizar la igualdad de oportunidades de la comunidad en general, “y en este último tiempo han sido preponderantes aquellas tendientes a paliar las desigualdades por cuestiones de género”. Se recuerda además la función social y lo que establecido en su Artículo 105º sobre garantizar la igualdad de oportunidades.
La decisión de avanzar con un programa de este tipo, encuentra también fundamento en el análisis desde distintas dimensiones.
Desde lo educativo y cultural, “la menstruación y la falta de elementos de gestión menstrual es un factor que genera mayor ausentismo en ámbitos educativos, ya que es un hecho que acontece en la vida de la mitad de la población y, sin embargo, sigue siendo tabú y presenta un estigma que se ve agravado con el abordaje educativo”, explican las autoras del proyecto, integrantes de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Universidad.
En la dimensión de la salud, “se evidencia una vulneración en el derecho al
acceso a la salud de las mujeres y personas menstruantes ya que el estigma que
atraviesa a la menstruación la sitúa en un lugar vergonzoso y del campo de lo privado,
invisibilizando y naturalizando las diversas situaciones que atraviesan aquellas en sus
ciclos”, señalan también.
Ambiente y ODS
“También es fundamental considerar la dimensión ambiental vinculada al
impacto que se genera por la extracción de materia prima de estos productos y de las
miles de toneladas de desechos que se producen por el uso de elementos de gestión
menstrual de un solo uso, puesto que un año de productos de gestión menstrual (PGM) desechables deja una huella de carbono de 5.3 kg de equivalentes de CO24”, aseguran quienes impulsaron este programa.
Es que según la Organización no Gubernamental (ONG) Banco de Bosques, en un
año se destinan 10.140 toneladas de pasta fluff, proveniente del desmonte de selva
nativa, a la producción de toallitas y tampones. Y, las más de 12 millones de
mujeres y personas en edad menstrual en Argentina producirían por año más de 132 mil
toneladas de basura no reciclable y biodegradable.
La mirada sustentable, se alinea con la decisión de esta gestión, de orientar el camino de la Universidad del Sol hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Garantizar el acceso a la salud menstrual, entonces, contribuye al logro de los objetivos de buena salud y bienestar (ODS 3), educación de calidad (ODS 4), igualdad de género (ODS 5), agua limpia y saneamiento (ODS 6), trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8),
producción y consumo responsable (ODS 12) (UNICEF, 2019).
Desde la perspectiva económica también fue abordado este tema al momento de pensar y diagramar políticas institucionales: “la menstruación es un gasto no optativo,
debido a los costos que representan los PGM, y ésto se ve reflejado en el “Diagnóstico sobre uso y percepción de insumos de gestión menstrual”, realizado por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad en diciembre de 2021”, afirman. Ello, sumado a los costos vinculados con la gestión del ciclo menstrual como los controles anuales ginecológicos, los productos vinculados a la lubricación vaginal, analgésicos para los dolores de las distintas etapas del ciclo menstrual, productos de higiene personal, entre otros”, agrega la Coordinadora del programa, médica Julieta Paola Valmaggia.
Derechos Humanos e Igualdad
El “Gestión de Salud Menstrual para el claustro estudiantil de la UNNE” surge también sobre cimientos de derechos humanos y jurídicos, que favorecen la inclusión y buscan evitar todo tipo de violencia.
“Desde el punto de vista de los derechos humanos, cuando las personas menstruantes no cuentan con la información adecuada y los medios necesarios para gestionar su menstruación, o por la razón de estar menstruando son sometidas a diferentes formas de violencia, puede estar siendo vulnerada su dignidad”, aseguran entre los fundamentos del proyecto.
En materia normativa, en tanto, existen tratados internacionales de Derechos Humanos que son particularmente relevantes para la salud e higiene menstrual, cómo la Convención
sobre los Derechos del Niño (CDN), la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) y la Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad (CDPD).
Cabe recordar también que el término higiene menstrual fue definido en 2012 por el Programa Conjunto OMS/ UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento del Agua, el Saneamiento y la Higiene, y refiere a una gestión de la higiene menstrual saludable y digna.
Esta medida, se alinea también con el Proyecto de cooperación conjunta entre el Ministerio de Economía de la Nación y UNICEF, en el marco del cual se realizó el Manual de “Acceso a la gestión menstrual para más igualdad: Herramientas y acciones para gobiernos locales”, en el año 2022, y pretende brindar herramientas para la formulación e implementación de iniciativas tendientes a una gestión menstrual accesible y equitativa para todas personas que menstrúan, y que promuevan la sostenibilidad ambiental.
También en en materia de igualdad y erradicación de la violencia de género y discriminación por orientación sexual, se menciona la Ley Nº 23.592 sobre Actos Discriminatorios, la Ley N° 25.673 de creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, la Ley N° 26.150 de Educación Sexual Integral, la Ley Nº 26.485
denominada “Ley de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones
interpersonales”, y la Ley Nacional N° 26.743 de Identidad de Género, “que con sus
disposiciones recrean un escenario legal muy propicio para desarrollar un plan integral
para las mujeres y diversidades”, señala la responsable de la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual de la UNNE, Erika Sánchez.
Desde dicha área que tiene como objetivo principal garantizar en la comunidad universitaria un ambiente libre de violencias de género y discriminación de cualquier tipo por razones de género y/o identidad sexual desde el abordaje integral, con políticas eficaces en torno a la prevención, atención y erradicación; se puso en marcha este programa que ya avanza con actividades concretas.
Conversatorios
“Hablemos de menstruación”, es el nombre del conversatorio, dirigido a la comunidad de la Universidad y a la población en general, que se lanzó en el marco del programa.
El mismo contará de 3 episodios: “Menstruar como hecho político”; “Menstruar, Educación y mundo laboral” y “Salud, Políticas Públicas y Menstruación”.
El primero tuvo lugar este jueves 31 de agosto, en la Facultad de Artes, Diseño y Ciencias de la Cultura (FADyCC), en el Campus de la Reforma de la UNNE, en Resistencia. “Conversemos sobre menstruación: la menstruación como hecho político”, fue el tema de la jornada.
Los próximos encuentros de este ciclo se desarrollarán el 28 de septiembre en el Campus Deodoro Roca, Corrientes, cuando se hable de “Menstruar, Educación y mundo laboral”; y el 26 octubre, en la Facultad de Medicina de la UNNE, sede Moreno 1240 de la capital correntina. “Salud, Políticas Públicas y Menstruación”, será el eje de esa jornada.