AMBIENTE
La sequía continúa: aseguran que el impacto del fenómeno de El Niño será moderado en la región

 

La región Nordeste atraviesa su tercer año consecutivo de sequías, con severas consecuencias ambientales y económicas. El paso de La Niña hizo mermar la actividad productiva tanto agrícola como ganadera, de todo el país. Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, el año 2022 se ubicó entre los 14 años más secos desde 1961 en Argentina.

Tras la declaración del fin de este fenómeno y el anuncio del advenimiento de su contracara, El Niño, creció la preocupación por su potencial influencia en la generación de condiciones climáticas extremas, como ser precipitaciones desmedidas, tormentas e inundaciones. Radio UNNE dialogó sobre la temática con el biólogo y Magíster en Ecología Acuática Continental, Juan José Neiff.

El investigador de Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, UNNE-CONICET) descartó inundaciones de gran magnitud para nuestra región: “No es esperable un Niño intenso, un Niño terrible como tuvimos en el 82 y 83; o en el 97 y 98”, dijo y avizoró que los efectos de la sequía extraordinaria continuarán. 

“Si bien se ha declarado el fenómeno de El Niño en el mes de marzo, Corrientes tiene acumuladas de precipitaciones menores que lo normal, valores de evapotranspiración alta, las temperaturas son bastante más cálidas. No se puede decir que este haya sido un invierno frío, en general las temperaturas están por sobre lo normal”, detalló el especialista.

Una comprobación de esto, ejemplificó Neiff, son los incendios en pleno invierno: a finales de julio y durante cinco días ardió un foco ígneo en campos del departamento de Caá Catí. Desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) reportaron, mediante estudios satelitales, que se vieron afectadas más de 1.000 hectáreas de humedales.

“Con pocas lluvias, mucho viento y alta evapotranspiración se genera un combo perfecto para que continúe la sequía. Seguimos teniendo incendios en Corrientes en pleno invierno, si hubiera terminado la sequía, eso no estaría”, consideró el biólogo. Sin embargo, reconoció que las consecuencias del cambio climático generan escenarios nuevos que desafían los actuales recursos de la ciencia para realizar pronósticos a largo plazo.

Según explica Neiff, la continuidad de los incendios en la zona es prueba de que continúa la sequía.
Según explica Neiff, la continuidad de los incendios en la zona es prueba de que continúa la sequía.

Ante las alarmas por temperaturas superiores a los 45° que se registraron en las últimas semanas en el verano del hemisferio norte, y la pregunta de qué se puede esperar de cara a los próximos meses en Argentina, Neiff consideró: “Estamos en un proceso de crisis climática que no está bien conocido, por el contrario; hay diferentes versiones o diferentes posturas respecto a esta anomalía que se está viviendo”.

El investigador contó al aire de la 99.7, que los datos proporcionados por la Universidad de Colombia dicen que El Niño se va a manifestar en forma más evidente durante esta primavera, y decaerá en sus efectos entre diciembre y febrero. Aclaró sin embargo que los pronósticos más certeros no tienen una extensión mayor a los tres meses.

Si bien hay un sector de la comunidad científica que sostiene que los fenómenos extremos se relacionan directamente con el calentamiento global, con la cantidad de emisión de gases de efecto invernadero, otros especialistas también lo vinculan con ciclos solares y evalúan también los acontecimientos que se han dado en los millones de años de historia de la Tierra. Neiff indicó que desde que el planeta comenzó a tener atmósfera, hace 4.500 millones de años, ha habido situaciones extremas como la glaciación o el aumento de los mares.

“El escenario actual nos golpea mucho, un poco por su intensidad y otro poco porque no se ha dado a lo largo de por lo menos 150 años. Entonces ahí es donde entran en crisis los sistemas sociales, como falta agua en China o sin ir más lejos en Uruguay. Se está viviendo una situación que hace dos siglos, por lo menos, no se tiene memoria”, consideró el investigador.

Los métodos utilizados en la actualidad por meteorólogos y climatólogos analizan el mar, sus fluctuaciones y temperaturas para pronosticar las precipitaciones; generando un promedio en base a los datos de los últimos 30 años. Neiff reconoció las limitaciones de estos métodos para hacer previsiones de mayor exactitud y extensión en el tiempo.

El investigador del CECOAL anticipó que se trabaja en nuevas herramientas para medir los fenómenos climáticos: “Nosotros estamos pensando que se puede iniciar el proceso al revés científicamente, comenzar estudiando qué pasa con las alturas de los ríos y reconstruir hacia atrás qué tendencia”.  Detalló que junto con Matías Neiff trabajan en el desarrollo de un dispositivo denominado Prisma para modelar datos de los ríos y realizar proyecciones en base a datos locales.