La doctora Noemí Sogari directora del GIESMA-FaCENA presentó junto a la doctora Merce Segarra de la Universidad de Barcelona, un trabajo de investigación que forma parte de una colaboración científica ejecutada en el marco del Programa FORCYT. Impulsada por la Organización de Estados Iberoamericanos, el programa cuenta con financiación de la Unión Europea.
La doctora Noemí Sogari, directora del Grupo de Investigación Desarrollo y Transferencia Tecnológica de las Energías Renovables y del Medio Ambiente (GIESMA-FaCENA), representó a la Universidad Nacional del Nordeste en el Seminario del Programa FORCYT desarrollado recientemente en Santiago de Chile.
El encuentro-calificado como inédito- se trató de un espacio de debate, en el que además se presentaron los resultados de las experiencias de cooperación científica ejecutada en el marco del Programa para el Fortalecimiento de los sistemas de Ciencia y Tecnología de América Latina (FORCYT) que es financiada por la Organización de Estados Iberoamericanos.
En la oportunidad, la doctora Sogari junto a su par la doctora Merce Segarra de la Universidad de Barcelona, expusieron un informe ante la comunidad científica del proyecto que dirigen: “Valorización energética de la biomasa residual para un desarrollo sostenible´. Ambas, por otra parte, tienen bajo su responsabilidad la coordinación de la Red Iberoamericana de Investigación, Desarrollo y Transferencia para la aplicación de las Energías Renovables y Cuidado del Ambiente.
En la exposición, las investigadoras explicaron que el proyecto tuvo como objetivo “evaluar la biomasa residual generada en todos los sectores productivos de los países participantes”. Conocer este dato es clave, ya que se trata de un recurso para la obtención de energía y reaprovechamiento de los nutrientes contenidos.
La utilización de la biomasa residual, reduciría el impacto ambiental de los residuos generados; disminuiría el uso de los recursos fósiles en el sector energético; mejoraría el saneamiento de las regiones agrícolas y se reaprovecharía los nutrientes contenidos, para su posterior uso como fertilizantes organominerales agrícolas.
“La utilización de la biomasa residual, reduciría el impacto ambiental de los residuos generados….”
Se trató de un trabajo colaborativo, interdisciplinario e interinstitucional entre los investigadores de universidades y de la Fundación GreenNova de España. Las casas de altos estudios participantes del proyecto fueron: Universidad de Barcelona (España), Universidad Nacional del Nordeste (Argentina), Universidad Central de las Villas en Santa Clara (Cuba,) Universidade Federal do Espírito Santo (Brasil), Institución Universitaria Pascual Bravo (Colombia), Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo (Perú), Universidad Agraria La Molina (Perú), Universitat de Lleida (España).
El resultado de esta colaboración es un artículo que se publicará próximamente. En el mismo se realiza la comparativa de la producción de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en distintos países de Iberoamérica.
La experiencia de trabajo es otro de los grandes logros obtenidos. Fortaleció la formación de recursos humanos, a través del intercambio de investigadores y alumnos de las carreras de posgrado quienes participaron de cursos especializados, actividades de investigación como también vinculadas a la gestión de residuos.
Paralelamente se desarrolló un curso de posgrado dictado por los referentes de cada universidad integrante del proyecto del cual participaron 25 alumnos de las carreras de doctorado y maestría.
“Paralelamente se desarrolló un curso de posgrado dictado por los referentes de cada universidad integrante….”
¿Qué es el Programa FORCYT?. El programa FORCYT para el fortalecimiento de los sistemas científicos en Iberoamérica, surge como una suma de esfuerzos entre la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Unión Europea en el marco de la Facilidad de Desarrollo en Transición de la Dirección General de Asociaciones Internacionales (DG INTPA) con financiación de la Unión Europea.
El Seminario realizado en Chile el pasado 12, 13 y 14 de abril, tuvo como eje la cooperación científica y transferencia de conocimiento en América Latina y El Caribe. El objetivo del encuentro fue el de mejorar la producción científica regional, influyendo así en la transformación de los sistemas productivos y sociales latinoamericanos siendo más justos, equitativos, sostenibles y resilientes.