Los resultados de la investigación engrosarán estadísticas que la provincia no dispone sobre este síndrome. El trabajo forma parte de un proyecto de una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas-CIN que lleva adelante el estudiante de Medicina, Mauro Rodríguez Goren. Se plantea obtener una herramienta que active alarmas preventivas al desarrollo de esta patología.
Cuando el psicólogo germano-estadounidense Herbert Freudenberger describió por primera vez el problema del “Burnout” (agotamiento, en inglés) en la ciudad de Nueva York en 1974 en una clínica para adictos y personas sin hogar donde prestaba servicio, no tenía como objeto de estudio precisamente a los consumidores de drogas internados.
Los signos y síntomas de este síndrome se manifestaban en los voluntarios que trabajaban en ese centro de salud. Tras advertir rasgos de depresión, una disminución en el rendimiento laboral y actitudes de cinismo personal, Freudenberger supo que estaba frente a un estado particular que debía ser estudiado en profundidad.
Si bien el síndrome se hizo conocido masivamente durante la pandemia de Covid-19 producto del agotamiento del personal de la salud, pueden experimentarlo personas que realizan trabajos con atención al público: docentes, personal policial, de vigilancia, empleados de comercio, trabajadores sociales, entre otros.
Está tipificado por la Organización Mundial de la Salud y es considerado como un factor de riesgo laboral por su capacidad para afectar la calidad de vida, salud mental e incluso hasta poner en riesgo la vida.
En consecuencia, la comunidad científica lo ubicó como objeto de estudio haciendo foco en la necesidad de poder realizar un diagnóstico con tiempo. En ese contexto radica la importancia del proyecto de investigación presentado por el estudiante de la Facultad de Medicina de la UNNE, Mauro Rodriguez Goren, quien propone “identificar la presencia y grado de afectación del Síndrome de Burnout en el personal de salud de un Hospital General de Alta Complejidad de Corrientes y su relación con la presencia de factores de riesgo cardiovasculares”.
El proyecto fue presentado como parte de una convocatoria para la Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas del Consejo Interuniversitario Nacional y tiene como Director al magíster Jorge Cialzeta.
La información que buscará Rodriguez Goren con su trabajo es la prevalencia en los diferentes grupos de actores del sistema de salud y pasará a engrosar un registro provincial. Allí su relevancia, porque Corrientes no dispone de registros de este tipo.
La prevalencia es una medida –en el campo de la medicina- del número total de personas en un grupo específico que tienen o tuvieron cierta enfermedad, afección o factor de riesgo, en un momento específico o durante un período determinado.
“La información obtenida-explica el doctor Cialzeta- será una herramienta para modificar rutinas y prevenir la aparición del Síndrome de Burnout (SBO) y evitar las consecuencias sobre los actores del sistema de salud”.
“…será una herramienta para modificar rutinas y prevenir la aparición del Síndrome de Burnout (SBO) y evitar las consecuencias sobre los actores del sistema de salud”.
La investigación que lleva adelante Rodriguez Goren es la continuidad de un trabajo realizado en el 2011 por Cialzeta, en el que se buscó el grado de afectación del SBO en médicos contratados y de planta de un Hospital polivalente de la ciudad de Corrientes. En esa oportunidad el resultado fue elevado, alcanzando casi un 44 por ciento de los encuestados.
En esta oportunidad, el relevamiento es ampliado buscando determinar la prevalencia en médicos de planta, residentes y enfermeros. Con estos datos se identificarán y relacionarán factores asociados y causales del Síndrome de Burnout, además de la presencia de factores de riesgo cardiovasculares en dicha población. El cruzamiento de toda esta información conducirá a un objetivo puntual: ser una herramienta de prevención que active la alarma en el momento preciso.
La metodología de investigación utilizada por el becario es del tipo cuantitativa, descriptiva, observacional, transversal y de campo.
El relevamiento se hace en base a un cuestionario compuesto por tres partes: en primer lugar, el consentimiento informado para formar parte de la investigación; luego un cuestionario breve de Burnout, y por último una sección correspondiente a factores de riesgo cardiovascular.
“Como todo lo que tenga que ver con la salud pública, las conclusiones que arrojen la información recabada, será una herramienta que requerirá el compromiso de múltiples actores políticos y ministeriales implicados en forma directa”, sostuvo el doctor Cialzeta.