AGUSTÍN SALVIA EN LA UNNE
“La pandemia nos dejó mucho más precarizados en materia de trabajo”

 

El especialista en estudios sobre mercado de trabajo, Agustín Salvia señaló así una de las principales consecuencias del Covid19 y las medidas de aislamiento social en la Argentina. El tema fue eje de análisis en las VI Jornadas Nacionales sobre Estudios Regionales y Mercados de Trabajo y el VIII Foro “Desigualdades regionales y sus efectos en el trabajo y el empleo en Argentina”, que se realizaron en la UNNE.

Durante dos días, docentes, investigadores e investigadoras especialistas y de amplia trayectoria en temáticas del trabajo y empleo de distintas partes del país, se reunieron en la Facultad de Ciencias Económicas, en el Campus Resistencia de la Universidad Nacional del Nordeste. Por medio de paneles, conferencias magistrales, mesas de trabajos, analizaron y debatieron sobre la temática.

Estas jornadas de la Red SIMEL (Sistema de Información del Mercado Laboral), se desarrollaron los días jueves 15 y viernes 16 de septiembre, tras dos años de postergación debido a la pandemia. Fueron organizadas en forma conjunta entre el Centro de Estudios Sociales (CES) y la Facultad de Ciencias Económicas  de la UNNE.

“Una red que tenemos, hace casi 30 años, del sistema de información del mercado laboral donde distintos centros académicos del interior nos reunimos para debatir la problemática y el diagnóstico económico, laboral regional como social en general”, destacó Salvia.

El investigador del Conicet y profesor universitario tuvo a su cargo la conferencia de cierre en la que presentó su trabajo sobre la pobreza y la crisis del trabajo urbano en el país. Luego, en comunicación con Radio Unne 97 mh, compartió más de su saber fruto de los años que lleva investigando y trabajando en estudios sobre mercado de trabajo, desigualdad, movilidad social y evaluación de políticas públicas.

“El impacto de la pandemia es que nos ha dejado mucho más precarizados en materia de trabajo, en todas las regiones. NOA y NEA son los que han tenido mayor impacto”, dijo el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), en respuesta a la pregunta periodística pero también como una conclusión de las jornadas.

“Lo que se logró evitar es que haya un estallido social o que haya un mayor deterioro social, pero la actividad formal no ha reactivado como para generar empleo”, agregó el también director del programa Cambio Estructural y Desigualdad Social en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA)

En ese marco, destacó que el sector de la pequeña empresa “quedó muy golpeado y está reticente a tomar nuevos trabajadores bajo relación de dependencia”, y como consecuencia de ello, “en muchos hogares tienen que salir a hacer changas o aceptar trabajos no registrados” 

Contexto que deja a la vista “una sociedad que necesita trabajar, porque sale al mercado del trabajo, quiere trabajar, busca un empleo y no lo encuentra y construye su propio empleo que es de subsistencia”, dijo en relación a lo que se puede considerar como síntoma positivo de la sociedad argentina.

En relación a los planes sociales, consideró que “ no permiten hoy sacar a nadie de la línea de la pobreza”. Y destacó que si bien que con la asistencia que brinda el Estado “no se pasa hambre”, hay otras consecuencias negativas como “la mala alimentación y la mala nutrición, que se presentan como un fenómeno nuevo y generalizado, y hace que las clases medias y bajas hoy por hoy también tengan que bajar sus consumos”.

La asistencia del Estado “no es la clave del desarrollo», aseguró. A diferencia del crecimiento del empleo privado, que sí considera clave para el desarrollo del país.

Salvia es investigador principal del CONICET, se desempeña como director del programa Cambio Estructural y Desigualdad Social en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y como investigador jefe del Observatorio de la Deuda Social en el Departamento de Investigaciones Institucionales en la Universidad Católica Argentina (UCA).
Salvia es investigador principal del CONICET, se desempeña como director del programa Cambio Estructural y Desigualdad Social en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y como investigador jefe del Observatorio de la Deuda Social en el Departamento de Investigaciones Institucionales en la Universidad Católica Argentina (UCA).

En ese sentido consideró importante aprovechar el crecimiento económico que viene desarrollando el país y definir alguna política de emergencia que permita incorporar nuevos trabajadores, “ya sea a través de programas de empleos o programas que faciliten a los empleadores la contratación”.

Aclaró no obstante que no está a favor de la completa flexibilización laboral, pero que en situaciones de emergencia hay que evaluar otras posibilidades. “Para que haya estímulos, que los empleadores contraten gente y se garanticen los derechos a los trabajadores”, explicó el especialista.

La clase media y el empobrecimiento psicosocial

Salvia aclaró además que incluso quienes tienen trabajo registrado “son pobres a pesar de tener un empleo formal por los bajos salarios”. 

Y “también la clase media, que tenía alguna expectativa de mejorar su situación, ve frenado ese proceso porque la inflación no le permite ahorrar y hacer un manejo adecuado del presupuesto familiar”, agregó en declaraciones a la radio de la Universidad Nacional del Nordeste.

Destacó además que “hay un proceso de empobrecimiento que también se vislumbra psicosocialmente, porque aparece la frustración, el desánimo y la falta de horizonte”.

Y si bien la realidad económica del país es compleja, ve con optimismo que quien “gobierne quien gobierne, tiene claro que los viejos discursos o las viejas lógicas políticas no dan más”.

El empleo jóven

El investigador del Conicet brindó también algunos detalles acerca de un relevamiento que realizaron sobre los jóvenes y el mercado laboral. “Uno de los fenómenos es que quedan desanimados en la búsqueda laboral y de la continuidad escolar, porque ni la escuela está hecha para ellos ni ellos están hechos para la escuela”, comentó y destacó que es necesario un sistema educativo diferente al actual. 

Otro de los problemas detectados es que hay muchas madres solteras o jóvenes que detienen su proceso de estudio y se dedican a una tarea de cuidado o domésticas. “Ellas forman parte de un nicho de población pobre, que no tiene oportunidades para salir adelante”, señaló.

A partir de dicho relevamiento, también llegaron a la conclusión de que la formación que se brindan en los colegios no son las que los jóvenes esperan en un proceso de modernización. “Nuestros programas educativos y universitarios van quedando viejos, se van agotando, muchas veces continúan por el título pero no encuentran motivación en el sistema educativo”, señaló.

Contó que las personas que tienen más capacidades suelen dejar la formación académica para hacer su propio camino de aprendizaje o de emprendimiento. “La educación se ha cristalizado, se ha fosilizado”, dijo Salvia y señaló la importancia de que el sistema educativo se adapte y pueda acompañar a los jóvenes.

Personas adultas mayores

Otro de los relevamientos realizados desde el observatorio que dirige, fue sobre la situación de personas adultas mayores. De los resultados alcanzados, Salvia destacó primero como positivo que “hoy la asistencia económica a personas mayores en la Argentina es casi universal, no hay mayores que no estén recibiendo jubilación o pensión”. Pero explicó que esa situación no los saca de la pobreza: “no solo porque la remuneración es baja, sino porque los gastos que tienen las personas mayores son muy altos”, explicó.

Resaltó que esa situación impide la capacidad de ahorro “ y eso deteriora su calidad de vida”, dijo y aseguró que la actual generación de personas adultas mayores vive en peores condiciones que hace 15 años y que esa tendencia “va a empeorar en el futuro».