Mediante el estudio de casos de parques inundables reconocidos a nivel internacional y experiencias en el país, un proyecto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE analiza la viabilidad de materialización en ciudades del nordeste argentino de este tipo de parques que actúan como estrategia de mitigación del riesgo hídrico y forman parte de los drenajes urbanos sostenibles.
Las inundaciones que se están produciendo a escala global son en gran medida, una consecuencia de la acción de las actividades humanas sobre el planeta que deriva en el cambio climático.
En el ámbito de la región nordeste de Argentina, la problemática de las inundaciones es recurrente en ciudades capitales y sus áreas metropolitanas, así como en otras localidades más pequeñas del interior de las provincias, y también en provincias vecinas al NEA.
Las actividades antrópicas impactan sobre el territorio produciendo situaciones de vulnerabilidad que se suman a los regímenes hidrológicos y ecológicos propios de la región.
Pero si bien el cambio climático y sus consecuencias son presentados como un conflicto, con efectos negativos sobre el sistema ambiental, es necesario recurrir a estrategias con enfoques que amortigüen esta situación y la conviertan en oportunidad.
En ese contexto, en muchos países los parques inundables son una alternativa viable para mitigar los efectos adversos que derivan en la vulnerabilidad del territorio frente al agua, pero requieren de la conceptualización y el diseño creativo de los lugares, equipamientos e infraestructuras para aprovechar las condiciones propias de cada entorno.
Ante ello, un proyecto realizado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE tiene como objetivo investigar sobre las alternativas y posibilidades de materialización de proyectos de parques inundables en el NEA.
Este tipo de parques se inundan en gran parte de su superficie ante situaciones de anegamientos por precipitaciones y otras causas, actuando como drenajes que reciben la lluvia y retienen el agua, aliviando el impacto del agua en otras zonas urbanas habitables.
En el marco del avance del trabajo de la UNNE, se partió del estudio de casos paradigmáticos de parques inundables reconocidos a nivel internacional y experiencias en el plano nacional, para luego focalizar en sus características relacionadas a la tecnología y las posibilidades de incorporación al ámbito del nordeste.
Como caso de observación y aplicación se tomó a la ciudad de Resistencia cuyas características territoriales requieren de respuestas inmediatas.
Se verificaron aproximadamente dieciséis ejemplos internacionales, de los cuales se seleccionaron cinco, considerados como significativos en cuanto a sus atributos en relación a la materialización y los recursos tecnológicos.
Los casos fueron analizados de manera independiente, mediante una ficha descriptiva que aborda la comprensión de la obra seleccionada, desde aspectos tangibles, cuantificables y documentales, como aspectos en relación a las cualidades espaciales.
Posteriormente se realizó una comparativa de los casos, cruzando las variables analizadas en cada uno de los ejemplos para que puedan ser comparables entre sí y arribar a la fase de reflexiones críticas del trabajo.
“El binomio ciudad y agua, es considerado un problema en muchos asentamientos urbanos, pero puede convertirse en oportunidad a partir de la incorporación en la trama urbana de parques inundables relacionados con los ambientes naturales del territorio de origen y su gestión integral” explican el Arq. Marcelo Cáceres y la Arq. María José Roibón, investigadores de la FAU-UNNE en una publicación de la revista “Arquitecno”.
Sobre el trabajo, detallaron que se analizaron y definieron los componentes naturales y antrópicos, que resultan significativos de las propuestas y que sus posibilidades de aplicación pueden ser consideradas en las ciudades de la región.
Comentaron que la implementación de parques inundables representa una temática sobre la que se verifican algunos antecedentes dispersos, por lo que se considera necesaria la investigación en el plano local/regional como base documental para el ámbito científico y profesional.
DETALLES DE LA PROPUESTA
“Una de las premisas fundamentales en el espacio urbano, es la posibilidad de conducir las aguas de desborde e inundación hacia las zonas que así lo requieran y que puedan actuar como receptáculos permanentes o temporales, en el mejor de los casos utilizando solo la gravedad, es decir por pendiente. En el caso de nuestros territorios de escasa pendiente, debe ser concebido desde el diseño de manera consciente” señalan.
En esa línea, la mitigación del riesgo es una función fundamental de los parques inundables ya que estos pueden ser una pieza clave en el diseño de sistemas de alerta temprana, planes de evacuación y monitoreo ante posibles inundaciones o ante el aumento del caudal de los ríos.
Por ello, los proyectos de parques inundables deben contemplarse las componentes o infraestructuras permanentes y las componentes dinámicas, que puedan actuar como andamiajes de aspectos como tales como las posibilidades del suelo en cuanto al retardamiento y absorción del agua; la canalización, distribución y reutilización del agua; entre otros.
Los componentes o infraestructuras permanentes (también llamadas estáticas o duras) son los que se definen como muros de contención, taludes, puentes, pasarelas, muelles y miradores, las infiltraciones de los suelos, los sistemas de drenajes, estanques y canales.
En tanto, las componentes dinámicas (o blandas), como la vegetación, los suelos permeables, los techos y terrazas verdes, entre otros, son las que se van transformando a lo largo de distintos periodos de tiempo (días, meses años, décadas, estaciones del año) generando diferentes situaciones espaciales – paisajísticas, en relación a la estética, los colores, los juegos de luces y sombras, las alturas y magnitudes, entre otras.
Entre las componentes dinámicas se encuentra también el agua, en estado natural, en fuentes o estanques, quietas o en movimiento.
La integración de las componentes resulta clave en la planificación en función del objetivo que se tenga para la gestión del agua en estrategias de parques inundables, según se desprende de las fundamentaciones del proyecto.
GESTIÓN DEL AGUA
Respecto a las posibilidades de aplicación de este tipo de estrategias frente a la vulnerabilidad hídrica, el Arq. Cáceres y la Arq. Roibón coinciden en que son viables, pero además son necesarias porque se está frente a problemáticas que se estima irán siendo cada vez más complejas en contextos de cambios climáticos así como de las transformaciones urbanas.
Comentaron que un caso paradigmático en la región nordeste es el de la Laguna Argüello en la ciudad de Resistencia, Chaco. En el año 2001 se realizó un convenio entre la Cátedra de “Arquitectura Paisajista” de la FAU-UNNE, la Administración Provincial del Agua y la Municipalidad de Resistencia para realizar tareas de limpieza y recuperación de un espacio que había sido rellenado en pos del crecimiento urbano.
Frente a la vulnerabilidad de un área que se inundaba con las precipitaciones recurrentes, las acciones realizadas permitieron mitigar la situación, y actualmente puede verse a la Laguna Argüello colmatada los días de lluvia, pero las calles y vetadas quedan despejadas para que pueda darse continuidad a la vida urbana.
Así, la Laguna Argüello pasó a ser un espacio residual de la ciudad a ser un parque urbano con características de parque inundable.
ABORDAJE INTEGRAL
En cuanto a los desafíos técnicos que enfrenta la arquitectura y disciplinas vinculadas al tema de parques inundables, señalaron que las componentes analizadas en los parques tomados como observables, aportan desde sus distintas escalas y atributos, al equilibrio ecológico, la atención a la vulnerabilidad del ecosistema, la reutilización del agua y la educación ambiental tomando al desarrollo sostenible de espacios públicos urbanos como modelo.
“Es importante seguir profundizando en estrategias de abordaje integral que contribuyan a la mitigación de riesgos desde las prácticas ciudadanas, así como desde las acciones profesionales y técnicas en la elaboración y gestión de estudios referidos al tema y en diferentes escalas” manifiestan.
En este marco, plantean que el rol de la Universidad puede ser fundamental, contribuyendo a coordinar y motorizar propuestas superadoras.
El Arq. Marcos Cáceres y la Arq. María José Roibón son Profesores Titulares de las Cátedras “Construcciones I” y “Morfología II” de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNNE, e integrantes del proyecto de investigación “La forma en el espacio público urbano. Aportes para ciudades inclusivas y sostenibles”.