Una investigación de la Universidad Nacional del Nordeste analiza cómo construyen sentidos sobre su labor los trabajadores de la administración pública, provincial y municipal, de Corrientes y Chaco, en un contexto de exacerbación de estereotipos construidos hacia este sector laboral.
¿Qué implica ser “empleado público”? Múltiples imágenes circulan respecto a las organizaciones del Estado: que son burocratizadas, excesivamente rutinizadas, poco “eficientes”.
Estas ideas se complementan con otros conceptos de cariz negativo, direccionados hacia los trabajadores estatales. “No trabajan”, “hacen la plancha”, “hay demasiados”, “están todos acomodados”, son algunas de las frases que suelen escucharse sobre los trabajadores del sector.
“Existe una amplia circulación de interpretaciones sobre el empleo estatal y sus trabajadores, construida desde el sentido común, y desde alguna experiencia personal difícil con alguna oficina pública, y que por supuesto, son muy válidas. Sin embargo, pensar al trabajo estatal como problema de estudio forma parte de nuestro interés científico, y de allí que estas conceptualizaciones circulantes nos merezcan un tratamiento más crítico y complejo”, destacó la Dra. Valeria Ojeda, directora de un proyecto de investigación que busca caracterizar el empleo público desde la perspectiva de los propios estatales.
El proyecto se denomina “De burócratas, funcionarios y trabajadores: hacia la comprensión de los procesos de trabajo en el estado provincial correntino”.
La iniciativa, radicada en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNNE y financiada por la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE, cuenta con la participación de docentes e investigadores, tesistas y becarios de las Licenciatura en Relaciones Laborales, en Administración de Empresas, así como de las carreras de Contabilidad y Abogacía (tanto de grado como en sus ofertas de posgrado).
A través de distintas líneas específicas de estudio, se pretende identificar los sentidos que los trabajadores le otorgan a su empleo, cómo definen su aporte al trabajo, cómo asumen las responsabilidades, cómo califican lo producido por su tarea, y cómo perciben las valoraciones que reciben por ser trabajadores estatales, entre otros aspectos.
Para conocer estas percepciones de los trabajadores estatales sobre su labor, el equipo de investigación desarrolla sus labores apelando a herramientas del método etnográfico, realizando un intenso trabajo de campo en dependencias de los gobiernos provinciales de Chaco y Corrientes, y los municipios de las ciudades de Resistencia y Corrientes.
En proyectos previos, desde el grupo de investigación se indagó acerca de las características que presenta la gestión del personal en organismos estatales, y otros análisis sobre la función del trabajo desde el Estado, desde una perspectiva especialmente operativa y racional.
De aquí que, “el actual estudio requerirá un enfoque de abordaje distinto y de gran complejidad”, destacó la Dra. Ojeda.
En esa línea, comentó que el desempeño de un trabajador estatal no depende sólo de la persona que ocupa ese puesto, sino que está afectado por el contexto (cultural, social, organizacional).
Al respecto, apuntó que un déficit importante que poseen los organismos del Estado es la falta de definición de los puestos de trabajo y de las funciones adecuadas para el trabajador.
En los estudios anteriores realizados se observó que no aparece con fuerza la noción de “democracia laboral”, es decir la participación de los trabajadores en las definiciones sobre el funcionamiento del Estado, y de su trabajo propiamente dicho.
Tampoco la noción de “conflicto” emerge como algo manifiesto, pese a la magnitud de la estructura estatal y a la naturaleza de las relaciones que se generan entre trabajadores y la patronal.
“Estas y otras cuestiones, podrían estar operando sobre el desempeño de los trabajadores, y de allí la importancia de poder relevar los sentidos que los empleados estatales le otorgan a su trabajo” opinó.
Para finalizar, reiteró que, como resultado del actual estudio, “no queremos presentar un organigrama de cómo funciona el Estado, ni enfatizar en las cuestiones técnico-operativas de la gestión del trabajo, sino aportar a las definiciones sobre el Trabajo desde la perspectiva de quienes lo desarrollan, para de esta manera poner en debate muchos de los estereotipos sobre ellos construidos”.