REALIDAD CLIMÁTICA REGIONAL
Olas de calor e incendios: especialista alerta que son fenómenos que “llegaron para quedarse” y resulta clave la responsabilidad ciudadana

En Corrientes se registró la mayor cantidad de incendios de la región, en las últimas semanas.
En Corrientes se registró la mayor cantidad de incendios de la región, en las últimas semanas.

 

Las elevadas temperaturas que superan los niveles promedio para la zona en verano, la falta de lluvias y los incendios que encuentran allí terreno fértil, son “fenómenos que llegaron para quedarse”, remarca el geógrafo y observador meteorológico de superficie, Luis Romero. En diálogo con Radio UNNE, destacó además la importancia del accionar del Estado en todos sus niveles, pero también el decisivo rol que juega cada ciudadano. “Tenemos que asumir también un rol dentro del problema y también en la solución”, aseguró. 

“Hay que tener en claro que estos fenómenos llegaron para quedarse”, dijo el especialista consultado por las olas de calor, sequías e incendios que se suceden en la región. 

Puntualmente sobre el inicio del 2022, dijo que fue “excepcional», el mes de enero “más extremo de la historia”, según el Servicio Meteorológico Nacional, desde que se tiene registro en la República Argentina, en 1960 cuando comenzaron las estadísticas climáticas. 

“En ciudades como Resistencia por ejemplo, tuvimos más de 15 días con temperaturas máximas absolutas por encima de los 40 grados, tuvimos un evento de ola de calor que duró 13 días y se convirtió en el nuevo récord de la ciudad, en cuanto a cantidad de días de ola de calor, superando el anterior récord que fue en el año 2014. Este enero también tuvimos un nuevo récord en cuanto a temperatura máxima absoluta diaria, donde alcanzamos un valor de 46 grados, superando al valor anterior, del 2021”, puntualizó con datos oficiales.

Además, se trató de un mes en el que atípicamente también fue muy bajo el aporte de lluvias. “Hay que tener en cuenta que entramos en el tercer año de sequía en esta parte del país, más allá de que tuvimos algunas precipitaciones entre octubre y noviembre del año pasado, particularmente en el NEA. Pero seguimos con condiciones de sequía”, señaló.

“Fijense la cantidad de factores que están incidiendo y se están alineando, y eso conlleva a que, por ejemplo, la permanencia de sequía favorezca la oferta de combustible que tienen los incendios; llámese combustible a pasto seco y demás, para poder quemarse”, dijo Romero. “Tenemos la persistencia de aire seco, bajo contenido de humedad, por eso tenemos el cielo prácticamente despejado. Y estamos también teniendo esta persistencia con temperaturas atípicamente por encima de los parámetros promedio, climáticamente hablando”, agregó.

Incendios 

En el caso de los incendios, el observador meteorológico explicó que “normalmente la temporada de incendios para esta parte del país, se extiende de junio a octubre principalmente”, pero que en los últimos años y a partir de datos de investigaciones y que se elaboran desde organismos oficiales, se registró una dilatación de este periodo que ahora empieza antes y finaliza más tarde. 

“Hay varios indicadores de que no solamente se dan en forma aislada en algún año en particular, sino que hay como una tendencia de que todos los años. La incidencia climática, llámese variabilidad climática, influenciada por un calentamiento de la atmósfera, está generando que este tipo de eventos extremos se vuelvan cada vez más frecuentes”, amplió.

“Frente a los incendios, tenemos que tener presente que ya no es una temporada”, remarcó entonces.

Situación regional

Romero se refirió a la situación en el Nordeste argentino y aseguró que analizando a nivel macro de la región, la mayor intensidad de los incendios se dan en las provincias de Corrientes y Formosa. Más allá de que en la provincia del Chaco también se registraron incendios, principalmente en el este.

Este gráfico del Servivio Meteorológico Nacional muestra registros de temperatura en el país en los últimos días.
Este gráfico del Servivio Meteorológico Nacional muestra registros de temperatura en el país en los últimos días.

Atento a los datos antes aportados, destacó entonces que “más allá de que, desde el punto de vista natural, los incendios suelen ser parte de nuestro paisaje regional, vemos que hay un aumento en la cantidad de incendios, tanto en zonas rurales como urbanas.

“Y en un 80 y un 90 por ciento de esos incendios, es el factor humano la principal causa”, alertó.

El accionar humano

En toda esta situación se conjugan entonces dos grandes aspectos: por un lado las condiciones climáticas, la persistencia de condiciones meteorológicas que facilitan este tipo de fenómenos; y por otro “también tiene que ver con otros factores que ya no son naturales, sino vinculadas al accionar humano”, aseguró el especialista.

En ese marco, el Estado en todos sus niveles juega un rol clave. “Se viene trabajando sobre la emergencia, pero esto sin dudas necesita una planificación, inversión, políticas de estado que no solamente tienen que ver con la jurisdicción de una sola provincia, sino que hay que trabajar de manera interjurisdiccional porque el efecto de los incendios”, dijo en ese sentido.

Desde sus conocimientos y experiencia, Romero puntualizó algunos aspectos puntuales donde mejorar: “es necesario que el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y los municipales, mejoren los sistemas de vigilancia y monitoreo, porque muchas veces los datos que se proveen oficialmente no son datos que muestren lo que está pasando en la realidad”, dijo por ejemplo.

Señaló que también “hay que mejorar los sistemas de alerta temprano”. “Principalmente en esta zona donde sabemos, después de lo que nos dejó el 2020, un año que fue el más extremo al menos en la provincia del Chaco en lo que refiere a incendios”, agregó.

“Tenemos que saber que cada año vamos a tener que enfrentar este problema y eso conlleva a que empiecen a generar distintas líneas de acción”, y entre ellas las mejoras mencionadas. “Porque lamentablemente este tipo de fenómenos generan un impacto económico muy grande, no solamente impacta en el ambiente, sino también en el sistema social, en el sistema económico-productivo, donde las pérdidas por el fuego muchas veces terminan siendo muy altas y el Estado debe ser quien de alguna manera salga a subsanar estas cuestiones y acompañar a aquellos actores que de alguna manera se vean perjudicados por este tipo de fenómenos, señaló.

Los incendios afectan el aire que respiramos. El humo afecta también a la fauna.
Los incendios afectan el aire que respiramos. El humo afecta también a la fauna.

Desde su especialidad, aclaró entonces que “esto muchas veces se puede evitar, trabajando con una mirada estratégica, de planificación, donde no solamente se trabaje sobre la emergencia, sino que se trabaje en la previa, y después en la situación posterior a la emergencia”.

Compromiso ciudadano

Y en el marco del accionar humano, el geógrafo aseguró que otra arista muy importante es el compromiso ciudadano, en relación a cuestiones del ambiente. “Es preocupante ver cómo la gente a veces inicia fuego en cualquier lugar”, lamentó.

“No solamente tiene que ver con el Estado. Tenemos que interpelarnos como ciudadanos. Tenemos que asumir también un rol dentro del problema y también en la solución. Y una de ellas es tomar los avisos que los organismos oficiales emiten, tomar los recaudos correspondientes”, señaló.

Para cerrar y a modo de pedido, Romero recordó entonces que “si hay persistencia de días de calor, de ambientes secos, por favor no quemar, no generar condiciones que puedan favorecer un incendio”. Acciones que quizás no se contemplan como riesgosas y que sin embargo lo son: “por ejemplo las latas, botellas que muchas veces vemos en el piso y que son materiales muy inflamables y que tranquilamente con un día de temperaturas normales del verano en la zona y aún peor con temperaturas por encima de lo normal, es muy fácil que se pueda iniciar un incendio”.