A raíz de la reciente aprobación de la Ley de Etiquetado Frontal en Alimentos que busca informar al consumidor sobre el contenido de los alimentos que adquiere y promover culturas alimentarias más saludables, en Café Cortado por Radio UNNE 99.7 dialogamos con Ignacio Arano, médico especializado en Obesidad y Trastornos Alimentarios (M.P. 6028) y director de Nutramedicina.
Arano expresó que saber el contenido de los alimentos que consumimos es un derecho, más allá de cuestiones médicas. “Cada consumidor tiene que saber lo que está comprando y que no se vea engañado intencionalmente como ocurre hoy en día”. Este tipo de etiquetado frontal prevé la incorporación de un octógono negro para alertar sobre el exceso de componentes que pueden ser dañinos para la salud, como el sodio, las grasas saturadas y azúcares.
“El octógono negro ya se utiliza en otros países, así como también otros formatos de etiquetado frontal, como el NutriScore en Europa, pero el más efectivo es el sistema de octógonos negros porque es más claro y tiene impacto en el consumidor. Es una muy buena ley, de hecho esta mejorada en relación a otros países que ya cuentan con una ley de etiquetado frontal hace mucho tiempo”, explicó el especialista.
Asimismo, la principal razón por la que este tipo de iniciativas es importante en el país es porque, como sostiene Arano, nos encontramos ante una epidemia histórica de enfermedades crónicas no transmisibles que generan un daño muy serio en la salud de la población y que viene poniendo en alerta hace mucho tiempo a las sociedades científicas y médicas. “En este sentido, cientos y miles de estudios relacionan a los productos ultraprocesados como un factor directo en la causa de este daño en la salud”, expresó.
nos encontramos ante una epidemia histórica de enfermedades crónicas no transmisibles que generan un daño muy serio en la salud
Por ende, con este tipo de información visible se van a procurar dos cosas, por un lado que se consuma en menos cantidades alimentos que tienen exceso de componentes que puedan resultar daniños, y segundo, que la industria alimentaria se vea obligada a mejorar la calidad de lo que produce.
Las infancias y poblaciones más vulnerables
Uno de los aspectos destacables de esta nueva Ley es cómo contempla la nutrición de poblaciones vulnerables que se encuentran recibiendo asistencias del Estado, así como también las infancias. Los niños son uno de los grandes perjudicados ya que muchas veces los productores de alimentos para captar la atención de ellos incorporan elementos de marketing para lograr su atención y les venden productos que no son saludables.
“Con que el paquete tenga un solo octógono negro ya es suficiente para que no pueda contener dibujos o imágenes de personajes de la TV o el deporte, o utilizar regalos y premios para la venta de ese producto. Eso es muy importante porque es lo que se utiliza como estrategia de marketing para promover el consumo infantil. Y dentro de ese desastre que está promoviendo ese tipo de alimentación industrializada, claramente la población más dañada y perjudicada es la población infantil”, explicó el especialista en nutrición.
También va a haber información del tipo “contiene edulcorante no recomendados en niños y niñas”. En otros países que aplican legislación similar se notó que algunos productos redujeron el aporte de azúcares pero aumentaron la incorporación de edulcorantes que también son nocivos para la salud.
A su vez, los productos que tengan esa señalización no van a poder ser utilizados en programas estatales asistenciales, lo cual va a contribuir a mejorar la calidad de alimentación y la salud de las poblaciones más carenciadas.
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