Plantean pautas para la conservación y restauración de bosques subtropicales y fluviales de Corrientes

Investigadores de la UNNE participaron de la publicación “Usos Sostenible del Bosque. Aportes desde la Silvicultura Argentina” del Gobierno Nacional, en la que realizaron un diagnóstico de la situación de los bosques subtropicales y fluviales de Corrientes y plantearon pautas para su conservación y restauración.

 

Los bosques nativos de Corrientes ocupan aproximadamente 773.000 hectáreas, distribuidas en diferentes entidades biogeográficas con distinto linaje y características ecológicas.

Los bosques de Corrientes tienen un gran valor ecológico, especialmente para el mantenimiento de la biodiversidad regional, por su posición de contacto entre territorios fitogeográficos y, también, por constituir parte de corredores para aves migratorias y por albergar una rica fauna residente.

Sin embargo, no se caracterizan por su potencialidad como recurso maderero por varios motivos, lo cual se transforma en un factor que influye  en la conservación de estos ecosistemas por la menor renta económica en las superficies que ocupan.

Dentro de los bosques nativos de Corrientes se destacan los “bosques subtropicales” y los “bosques fluviales”, dos ambientes particulares muy ricos en diversidad que merecen mantener y mejorar las medidas de conservación.

En ese sentido, el informe “Usos Sostenible del Bosque. Aportes desde la Silvicultura Argentina”, publicado por el Gobierno Nacional, dedica un apartado a los bosques subtropicales y fluviales de la provincia de Corrientes por ser un sitio de gran interés para la implementación de acciones de manejo para su preservación.

El trabajo “Bosques subtropicales y fluviales de Corrientes” estuvo a cargo del Dr. Juan José Neiff, investigador del Centro de Ecología Aplicada del Litoral “CECOAL” (UNNE-CONICET).

En el informe exponen la singularidad de este tipo de ambientes en la provincia, la situación actual de los mismos, los impactos negativos a los que fueron sometidos  históricamente y los riesgos actuales que enfrentan estos ecosistemas.

Además, proponen una serie de pautas para la conservación y restauración de los bosques nativos de Corrientes.

“El cuidado de los bosques nativos de Corrientes, al igual que en otras provincias, compromete a todos los estamentos de la sociedad. Pero la diferencia radica en la complejidad del sistema que se pretende conservar y restaurar en Corrientes y también en las características del proceso de transformación ocurrido hasta hoy” señala el informe.

Es que estos bosques ocupan una pequeña proporción de la superficie provincial y se encuentran en sitios que son demandados con interés creciente para actividades productivas, por lo que deben recibir especial protección y cuidado.

BOSQUES SUBTROPICALES  Y FLUVIALES

En el caso de los “bosques subtropicales” se distribuye en el Noreste de Corrientes como una continuidad de la Selva Misionera (conocida también como “mata atlántica”), en pequeñas isletas, en la margen noroeste del humedal de Iberá y en el triángulo noroeste de la provincia.

La estructura de la vegetación del bosque subtropical es semejante a la descrita para las selvas de Misiones, aunque dependiendo de los sitios las copas raramente superan los 20 metros.

Estos bosques tienen mayor cantidad de especies con comportamiento estacional, son muy ricos florísticamente, aunque con menor cantidad de especies que las selvas de Misiones.

Se distribuyen en parte en forma discontinua en isletas de pocas hectáreas, y en el borde y, también en los claros del bosque, se encuentra un estrato bajo de 0.6-0.8 metros con plantas de la familia de las bromeliáceas. El bosque es bajo, denso, cerrado y heterogéneo, e impenetrable debido a la presencia de uno o dos estratos arbustivos y por renuevos del estrato superior.

En tanto, los “bosques fluviales” se encuentran a la vera de los ríos y arroyos -tanto sobre el Paraná, Uruguay y sus planicies de inundación- como en los ríos interiores de la Provincia.

Están sobre suelos arenosos poco desarrollados, con baja capacidad de intercambio, pudiendo distinguirse al menos dos tipos estructural y funcionalmente distintos: los “bosques ribereños” y los “bosques fluviales de inundación”.

Los bosques ribereños, que crecen en barrancas de un río, sobre suelos de arenas medias a finas, con bajo porcentaje de limos, no reciben los aportes de desbordes fluviales. Crecen en franjas de ancho no mayor de 50 m y su composición florística tiene muchas especies compartidas con las selvas de Misiones.

Tienen árboles de madera semidura como lapacho, ibirá pitá, timbó colorado, alecrín, guatambú, palma pindó, entre otras especies, y hay un estrato herbáceo laxo, poco desarrollado debido al bloqueo parcial de la radiación por parte de las copas.

La expresión “bosques de galería” alude a una formación dominada por árboles, que se extiende a manera de franja continua o semicontinua, y que se destaca de los paisajes adyacentes.

Mientras que los bosques fluviales o de inundación, representados por los bosques de sauce, aliso y mixto en las Islas del Paraná, reciben los flujos laterales del río y pueden tener el suelo inundado por más de un año en las crecientes extraordinarias.

Estos paisajes naturales están compuestos por pocas especies de árboles cuya distribución y abundancia depende, en una o en todas las fases del ciclo de vida, del escurrimiento del agua de ríos o arroyos, especialmente de períodos de suelo inundado y de suelo seco.

Los organismos vegetales y animales que viven en ellos constituyen ensambles característicos como consecuencia de la presión selectiva de los pulsos, y superan las sequías e inundaciones extraordinarias que se producen en series largas de tiempo.

SINGULARIDAD DE LOS BOSQUES NATIVOS

En el informe a cargo del Dr. Neiff  se reitera que los bosques nativos de Corrientes no se caracterizan por su potencialidad como recurso maderero por varios motivos, entre ellos que los bosques fluviales del Paraná, tienen alta producción anual, pero por el tipo de fibra de su madera, tienen limitaciones de uso y,  por su distribución a lo largo de los ríos, su aprovechamiento plantea problemas de logística para la cosecha y transporte.

Los demás bosques, tienen turno de corte muy largo y no pueden competir con las forestaciones de pino o de eucalipto, y no existe un paquete tecnológico para incentivar el enriquecimiento con especies nativas, o para forestar con especies nativas.

“Esa limitada potencialidad maderera y productiva, sitúa estos ecosistemas en riesgo por el interés de utilizar esas superficies para otras actividades. Por este motivo, están protegidos por la ley nacional de bosques nativos” se expone.

Pero remarcaron que a pesar de las mencionadas limitaciones productivas, los bosques nativos de Corrientes tienen un gran valor ecológico, especialmente para el mantenimiento de la biodiversidad regional, por su posición de contacto entre territorios fitogeográficos y, también, por constituir parte de corredores para aves migratorias y por albergar una rica fauna residente.

No menos importante es el valor cultural de los bosques nativos de Corrientes, por la diversidad de escenarios naturales de gran importancia paisajística para la recreación y para nuevas formas de turismo natural.

“De allí la importancia de diseñar estrategias de manejo para la conservación de estas áreas”.

Para los investigadores, resulta paradójico que el enorme crecimiento de las forestaciones con especies exóticas, principalmente pinos y eucaliptos en Corrientes, que actualmente alcanza a las 500 mil hectáreas plantadas, no se haya acompañado de un desarrollo de la silvicultura de especies nativas.

PAUTAS PARA EL MANEJO

Ante el contexto descrito, en el informe se plantean algunas pautas para promover la conservación y restauración de estas áreas.

Según se explica, la Ley Provincial Nº 5974 de Ordenamiento de los Bosques Nativos de Corrientes, en concordancia con la Ley Nacional 26.631 de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos, establece el contexto que debe guiar el uso responsable de los bosques nativos.

Pero además de del referido contexto normativo, sostiene el Dr. Neiff, resulta preciso trabajar en un portafolio de medidas tendientes al cuidado y restauración de los bosques nativos.

En esa línea, se plantea la necesidad de promover el estudio y monitoreo de la biodiversidad funcional, de las interacciones que determinan distintas configuraciones de especies de animales y de plantas, y de las funciones de las especies en el mantenimiento de la estabilidad del sistema natural.

Además monitorear las consecuencias que derivan de la segregación o de la exclusión de las especies amenazadas, sea por reducción de sus hábitats, por la fragmentación del mismo, o por el empobrecimiento funcional de su hábitat.

Se expone la relevancia de poner en valor de las funciones de los diferentes bosques nativos de Corrientes, a través de contenidos que se incorporen en los programas de la educación formal, la producción de materiales audiovisuales y los “encuentros con los bosques” incorporando al mayor número de actores sociales y adecuando la agenda a distintos grupos etarios.

Entre otras pautas planteadas, se estima propicio valorizar la distribución de los distintos tipos de bosques nativos de Corrientes a nivel subregional, para determinar Áreas de Alto Valor de Conservación (AAVC), dentro de los sistemas productivos y urbanos, y/o por formar parte de corredores de fauna.

También se alude a la importancia de mantener, con criterio ecológico, el ancho de las áreas “buffer” para los bosques fluviales, de los grandes ríos (Paraná y Uruguay) y para los ríos y lagunas interiores de la Provincia.

Como otra medida de acción sobresale la generación de una Red de Bosques Nativos Protegidos que integre a los tenedores de tierras con remanentes de bosques nativos y brinde un encuadre de acciones cooperativas y de apoyo estatal para quienes se comprometan en la conservación efectiva de los bosques nativos.

Asimismo,  se requiere incentivar las prácticas productivas de menor impacto ambiental, con parcelas de monte nativo en cada unidad de manejo, y evitar grandes parcelas productivas, especialmente cuando puedan generar efecto barrera para algunas especies de vertebrados.

Se plantea procurar un diseño de parcelas de distintas prácticas de manejo (policultivos) en las que se combinen las forestaciones con otras plantaciones (yerba, te, pasturas) y también cultivos forestales con la consociación de exóticas (pinos, eucaliptos, grevillea) con especies nativas de potencialidad maderable (lapacho, cañafístola, loro blanco, entre otras), de acuerdo a lo explicado por el Dr. Neiff.

Además se insta al uso inteligente de los residuos forestales y del rastrojo, y la creación de calles arboladas con especies de monte nativo propias de cada tipo de bosque.

Por último, en paralelo a las acciones propuestas, plantean que se debería asesorar a los productores agropecuarios y forestales interesados en la producción responsable, sobre las prácticas que contribuyan a mantener la esencia y entidad de los bosques nativos, especialmente porque Corrientes es una de las provincias con menor tasa de deforestación de bosques nativos de la Argentina.

“Los bosques nativos son parte del acervo cultural de los correntinos”, señaló para finalizar el Dr. Neiff.