La Ingeniera Agrónoma María Elena Castelán, del Instituto Agrotécnico «Pedro M. Fuentes Godo» de la UNNE; se referió a la importancia que tienen los cultivos de servicio que han sido promovidos principalmente como una práctica de conservación de suelo pero que además proporcionan una amplia gama de beneficios.
¿A qué se llaman cultivos de servicios? ¿Qué bondades tienen?
Los cultivos de servicio son aquellos que se hacen en el período llamado barbecho, entre dos cultivos de renta, es decir que se van a cosechar. Se hace este tipo de cultivo para protección del suelo, pero tienen otros beneficios como la conservación de la humedad del suelo. Si se incluyen las leguminosas se incorpora nitrógeno al suelo, esto hace que disminuyan las fertilizaciones nitrogenadas a los cultivos que siguen en la rotación. Otro beneficio de los cultivos de servicio tienen que ver con el control de plagas y malezas. Además, se aumenta la biodiversidad y se contribuye al secuestro de carbono en el suelo. Entonces, manteniendo buenos niveles de nitrógeno y carbono para el cultivo posterior se obtendrá mayor rendimiento. Con todo esto se mejora la sustentabilidad del sistema productivo.
¿Cuáles se utilizan en el NEA? ¿Qué características presentan cada uno de ellos?
En el Chaco entre las especies más comunes que se utilizan como cultivo de servicio está la Avena que es una gramínea de ciclo invernal y es anual. Esta se puede sembrar junto con leguminosas por ejemplo Vicia sativa, Vicia strigosa o Melilotus alba. Las leguminosas tienen la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico y luego transferirlo al suelo.
El Melilotus alba es una especie largamente conocida, cuyo uso siempre fue promovido por el Instituto Agrotécnico desde sus inicios en 1960, ya que tiene la capacidad de atravesar con su raíz pivotante las capas endurecidas de suelo que se forman por el paso de las herramientas.
Es decir que este tipo de cultivos y su inclusión en las rotaciones de cultivos, es conocido desde hace mucho tiempo y hoy se lo utiliza para lograr la conservación no solo del suelo sino del ambiente en general”.
Desde el Instituto Agrotécnico se está realizando algún ensayo o se va a realizar? Sobre el ensayo: ¿dónde? ¿qué especies y que se espera medir?
Actualmente desde el Instituto Agrotécnico Pedro M. Fuentes Godo, se están realizando ensayos de cultivos de cobertura donde incluimos no sólo las evaluaciones biológicas de suelo sino también las evaluaciones físicas y químicas. También se medirá el aporte de estos cultivos como forraje. Entonces, vamos a evaluar el rendimiento, la calidad forrajera, así como los beneficios para el suelo y posteriormente el impacto en un cultivo sucesivo. De todas maneras, existen ya otros trabajos realizados en donde se utilizan este tipo de cultivos y sus beneficios en la horticultura.
Estos ensayos se realizarán en Colonia Benítez, en el campo de un productor y haremos el mismo ensayo en otro sitio con otro tipo de suelo como es el Campo Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias en Corrientes.
Podemos decir que los cultivos de servicio han sido promovidos principalmente como una práctica de conservación de suelo pero que además proporcionan otros beneficios que incluyen la supresión de malezas o su disminución, el secuestro de carbono, el aprovisionamiento de nitrógeno y el aumento del potencial de colonización de hongos micorrícicos que contribuyen a la mejora y a la conservación del suelo tanto en sus condiciones biológicas como físico químicas, tan importantes para la conservación del ambiente”.
Siembra y utilización de cultivos de servicio
¿Qué tareas hay que realizar para la implantación de los cultivos de servicio y cuándo?
Para los cultivos de servicio, la preparación del suelo depende del cultivo previo del lote donde se va a sembrar. Generalmente si viene de siembra directa, el lote tiene un rastrojo del cultivo anterior y bebería continuarse con la siembra directa de este cultivo nuevo. Caso de no ser así, se inicia con un lote donde no hubo un cultivo previo, también tenemos la posibilidad de arrancar con una siembra directa o bien una preparación de suelo convencional en donde se hacen pasadas de rastra hasta obtener una cama de siembra tal que se pueda incorporar la semilla en un suelo suficientemente parejo.
Generalmente las siembras de este tipo de cultivos, Avena, Melilotus, Vicia, se hacen en otoño desde fines de febrero y podría ser inclusive hasta mayo, si hay suficiente humedad en el suelo principalmente.
¿Cómo preparar el suelo para sembrar la avena? ¿Cuántas semillas por ha?
Lo primero que uno tiene que decidir es si va a hacer la siembra de una sola especie o va a sembrar una mezcla de gramíneas y leguminosas. Entonces, de acuerdo a eso, se determina cuántos kilogramos de semilla por hectárea sembrará para cada especie. Por ejemplo, si uno quiere sembrar avena solamente. Para la siembra de Avena strigosa se utilizan entre 60 y 80 kg de semilla por hectárea y eso también va a depender de la calidad de las semillas, es decir del poder germinativo que tenga esta semilla. Además, la manera que se va a sembrar, si se lo va a hacer al voleo o con alguna maquinaria. Es decir, en la medida que sea menos precisa la siembra hay que incrementar los kilos de semillas que se distribuyen por hectárea.
¿Cuándo se siembra la leguminosa? ¿Cómo? ¿Cuántas semillas por hectáreas?
Si uno decide que va a hacer una mezcla de gramíneas y leguminosas se siembra un porcentaje de esa cantidad de semillas de cada especie. Por ejemplo, si la avena va sola serían 80 kilos por hectárea, si se mezcla con una leguminosa, se podría agregar 35 a 40 kilos de avena y se completa con lo que corresponda a la leguminosa. Si la mezcla es con Melilotus por ejemplo, se agregan 5 a 6 kg de éste por Hectárea. Cuando el Melilotus se siembra solo se usan 15 kg de semilla por hectárea. De esta forma se distribuyen las semillas de Avena y Melilotus para hacer una consociación de gramínea y leguminosa en una proporción que corresponde al 50% de densidad de siembra para cada especie.
Lo que hace falta saber para incorporar o no la leguminosa es si el suelo tiene cierto contenido mínimo de fósforo. Si nunca se sembró una leguminosa en ese lote, sería necesario hacer un análisis de suelo y determinar el contenido de fósforo para decidir si se puede hacer o no esa especie.
El contenido de fósforo que requieren estas especies (Melilotus, Vicia) es superior a 15 partes por millón. A partir de ahí se puede decidir cuál de estas leguminosas incorporar junto a la gramínea. De otra manera sería conveniente hacer solo la gramínea, solo la avena, ya que no requeriría una fertilización fosforada y entonces se abaratan los costos. Se podría hacer una fertilización fosforada para incorporar la leguminosa pero estamos hablando de un costo de cultivo muy elevado.
Si se van a utilizar para forraje ¿qué cantidad de hectáreas hay que sembrar según categorías y cantidad de cabezas?
En caso de usar estos cultivos invernales para forraje hay que determinar qué superficie se necesita de acuerdo a la cantidad de animales que queremos alimentar y definir cuánto tiempo se necesitará el forraje, es decir cuántos días, 90 días, 120 días.
También hay que saber el rendimiento de materia seca estimado de la especie que vamos a sembrar. Con estos datos y el número de animales que vamos a alimentar, sabremos la cantidad de hectáreas a sembrar para cubrir todo ese período.
También es importante planificar o tener en cuenta previamente el manejo del pastoreo que se dará a ese cultivo.
Hay que pensar si se podrá dividir el lote en potreros. Si hay una aguada cerca, de manera tal de establecer cómo se manejará esa pastura. Lo ideal sería subdividir ese lote que sembramos y hacer un pastoreo rotando los animales en esos potreros que en los que se dividió. De esta manera se hace un mejor aprovechamiento de la pastura. Lo que se busca es que el animal coseche la mayor cantidad de forraje posible y darle a la pastura la posibilidad de que tenga un rebrote y pueda dar una segunda y tercera utilización durante el período de crecimiento.
¿Cuáles serían las mejores asociaciones para Corrientes y cuáles para Chaco?
Es difícil asegurar cuáles son las mejores consociaciones para Chaco y Corrientes. Lo que sí hay que conocer son las condiciones del suelo y a partir de eso definir qué especies implantar. Tener en cuenta ya sea para planteos agrícolas, o planteos ganaderos o mixtos, que siempre lo más importante es tener una buena cobertura de suelo. Si lo podemos hacer con especies de alto valor nutritivo y a la vez aportan nitrógeno y carbono al suelo obtenemos un manejo sustentable. Esto es lo que hay que tener en mente al incorporar estas especies al sistema productivo.
Las especies mencionadas son muy utilizadas por ser de ciclo de crecimiento invernal y tener una alta calidad nutritiva en el momento en que en nuestra zona los pastos nativos están afectados por las heladas y entonces son de muy baja calidad o bien no hay suficiente forraje para los animales. La avena, por ser gramínea, aporta materia seca con muy alta digestibilidad y las leguminosas (Vicia o Melilotus) agregan la parte proteica de la dieta de los animales.
Por eso son muy utilizadas para el pastoreo en esta época y si es combinado con algún tipo de heno o incluso con el campo natural, se logra que los animales ganen peso, cuestión muy importante sobre todo considerando la época del año.
¿Cuándo comienzan a pastorear los animales?
Cuando se siembran este tipo de cultivos, si las condiciones climáticas son buenas, sobre todo si hay una buena humedad de suelo, hay que esperar por lo menos entre 60 y 70 días desde la siembra para iniciar el pastoreo. No sería conveniente adelantar mucho el ingreso de los animales porque no hay suficiente acumulación de materia seca. Entonces es necesario esperar y diría que el mejor indicador sería el inicio de la floración de la especie. En ese momento habría suficiente forraje y los animales no arrancarían plantas por estar poco arraigadas.
Como mencioné anteriormente, es importante planificar el pastoreo para obtener un mejor beneficio de la implantación de estas especies.
Fuente: Entrevista realizada a la Ingeniera Agrónoma María Elena Castelán para «La Hora del Agrotécnico» por la Ingeniera Agrónoma Natalia Ambroggio. Junio 2021.
Fotos: IAGRO-FCA-UNNE.