El Congreso de la Nación transformó en ley el proyecto de reformas a ganancias. Conocer y comprender los detalles y alcances de esta nueva normativa nacional es fundamental para reconocer la incidencia real de éstos cambios significativos para los trabajadores en relación de dependencia y también en los informales.
El destacado economista chaqueño Agustin Kozak Grassini, en su columna habitual de Radio UNNE, analizó en profundidad los detalles relevantes de la reciente promulgación de la ley por la que se modificó el piso del impuesto a las ganancias.
El licenciado en Economía y docente de la cátedra “Política Económica” a la Facultad de Ciencias Económicas de la UNNE, propuso en el espacio radial hacer foco en tres puntos para analizar de modo sencillo el tema.
“Les propongo ver tres claves sobre estas reformas: en primer término conocer ¿quiénes fueron alcanzados?; ¿qué beneficios reales tendrán las personas favorecidas por estas reformas? y en tercer lugar, hacer foco en las dudas que nos deja la modificación”, expuso Kozak Grassini.
En primer término, el magíster en Economía Política y Gobierno explicó en el espacio de Radio UNNE, que serán más de 100 mil jubilados y casi un millón 300 mil trabajadores quienes se beneficiarían de estas reformas.
“En el caso de las jubilaciones, se ampliaría de 6 a 8 las jubilaciones mínimas que se pueden computar como ganancias no imponibles; de esta manera, el 100% de los jubilados del régimen general quedarían excluidos del pago del impuesto a las ganancias”, informó.
Deducción disponible solo para los que cobren menos de 150 mil pesos
Sobre los trabajadores activos expresó que lo que se busca es reducir del 22% al 10% el porcentaje de trabajadores que son contribuyentes del impuesto. “Esto implica, ponerse en línea con el objetivo histórico de cuando el impuesto a las ganancias fue de alguna manera, trasladado a los trabajadores, creando el ingreso de 4ta categoría (con la tablita de Machinea) a fines de los ’90”, dijo.
Sobre el segundo punto planteado para el análisis, vinculado al impacto que tendrá esta modificación en la vida de las personas, el especialista manifestó, “lo primero que hay que decir es que se trata de una deducción especial que estará disponible solo para aquellos que acrediten un salario bruto menos a 150 mil pesos por mes. Esto quiere decir que no va a estar disponible para el 100% de los asalariados, sino para un subgrupo que reúna este requisito de un nivel de salario máximo de 150 mil”.
Kozak Grassini argumentó además “que aquellas personas que perciban entre 150 y 173 mil pesos, la AFIP va a instrumentar, un régimen especial para suavizar la situación tributaria entre los beneficiados plenos –es decir, quienes perciban menos de 150 mil- y aquellos que no serán beneficiados desde ningún punto de vista, es decir, aquellos que cobren más de 173 mil”, mencionó.
“De acuerdo con las estimaciones, quienes sean alcanzados por estas reformas, recibirán mejoras en el ingreso disponible de entre el 8 y el 4 % en función de si son solteros o posean cargas familiares”, reforzó.
Para una mejor comprensión, el economista ejemplificó “por un lado tenemos a una persona que percibe 130 mil pesos brutos, que está casada y tiene dos hijos; por el otro, una persona que cobra exactamente el mismo sueldo, pero es soltera.
En el primer caso, la persona casada recibirá en el recibo de sueldo correspondiente a junio o julio del corriente, una compensación de 2 mil pesos, mientras que la soltera recibirá una compensación de 15 mil pesos en concepto de los importes retenidos por impuesto a las ganancias durante los meses de enero, febrero y marzo”, precisó.
Kozak Grassini aclaró entonces que “a partir de ese momento, ninguno de los dos pagará más el impuesto a las ganancias, en la medida que su salario bruto no supere los 150 mil”. Y manifestó además que “la diferencia abismal entre soltero y casado, obedece al hecho de que al soltero se le retuvo hasta este tiempo, mucho más que al casado”.
Es importante destacar, que la reforma es retroactiva a enero 2021.
Análisis crítico con mirada UNNE
También hubo críticas por parte del docente de la UNNE realizadas a la promulgación de la Ley de Modificación de Impuestos a las Ganancias en Argentina. Entre ellas se destacan: la que sostiene que esta reforma “no contribuye a contar con un sistema tributario más progresivo, sino todo lo contrario”.
“Recordemos -dice Kozak- que en nuestro sistema tributario, 64 de cada 100 pesos se recaudan a través de impuestos indirectos, es decir, aquellos que no tienen en cuenta la capacidad contributiva de la persona que los paga. A su vez, 36 pesos de cada 100 son recaudados a través de impuestos directos, es decir, impuestos en los que sí se identifica al contribuyente y se tiene en cuenta su capacidad contributiva”.
Con este planteo, el economista pretende explicar que el impuesto a las ganancias, es un impuesto que claramente, tiene en cuenta la capacidad contributiva de quién lo paga, mientras que el IVA no.
“Al IVA lo paga por igual un ama de casa de un pueblito del interior de Chaco o Corrientes
como un gran empresario
de la capital federal”.
La reforma frente a las asimetrías regionales
Ante esta realidad, Kozak Grassini sostiene que con la vigencia de esta reforma “lo que se hace es cada vez depender menos del impuesto a las ganancias –en cuanto sistema tributario- y por lo tanto, depender más de impuestos indirectos, es decir, de aquellos que no toman en cuenta la capacidad contributiva de quién los paga”.
En segundo lugar, dejó planteada otra duda que le deja el proyecto “y tiene que ver específicamente con la posible generación de una mayor presión sobre los dólares, sobre la brecha cambiaria y sobre las reservas del Banco Central”.
Dijo esto basado en lo ratificado por los autores del proyecto “ellos hacen referencia al costo fiscal que tendría para el Estado el dejar de percibir este impuesto, el cual estaría en el orden de los 40 a 47 millones de pesos”, detalló.
“Consideran que esta masa de pesos, serán destinados a gran parte de la reactivación del consumo y por lo tanto, al nivel de actividad. Pero tengo mis serias dudas al respecto, porque hay que tener en cuenta que se está beneficiando con menos impuestos o más ingreso disponible, a personas con más capacidad de ahorro… ¿quién te asegura que los pesos extras que tendrán ahora los van a destinar al consumo de alimentos, ropas o calzados y no en ahorros?. Y cuando digo “ahorro” lo hago hablando de ahorro en moneda dura – en dólares – buscando refugio de valor del dinero ahorrado en esa moneda. Nadie asegura que esto no será así…
En el cierre, Agustín Kozak Grassini destacó la importancia de no olvidar las asimetrías regionales.
“Hablando sobre este proyecto, podemos decir que el mismo favorece claramente a aquellas regiones que tienen un alto grado de formalidad, porque está centrado en reducir impuestos a las personas que tienen un empleo en blanco, es decir, formalizadas en sus puestos de trabajo.
Como sabemos, en el norte argentino, gran parte de la actividad económica se maneja por andariveles informales. Por lo cual, gran parte de los trabajadores, que representan una importante cantidad de trabajadores activos, no estarían siendo alcanzados con este beneficio”, concluyó.
*Agustín Kozak Grassini es también magíster en Economía Política y Gobierno (Escuela de Gobierno/USaM) y doctorando en Desarrollo Económico (UNQ).