PRODUCCION Y CUIDADO DEL AMBIENTE
“Más que modificar la Ley de Bosques Nativos el desafío es mejorar su reglamentación y cumplirla” expresa especialista de la UNNE

En el Congreso se busca avanzar con la modificación de la Ley Nacional de Bosques Nativos
Se plantea que la regulación de Bosques Nativos se apoye en sustento técnico-científico.

El Ingeniero Agrónomo Mariano Raúl Raimondo, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y miembro del Consejo de Ingenieros Agrónomos del Chaco, se refirió al proyecto de modificación de la Ley Nacional de Bosques Nativos, y expresó que pese a la existencia de un ley vigente se pretende avanzar con una nueva normativa que no hará más que afectar actividades productivas sin garantizar la debida conservación del ambiente. “Quieren enfrentar producción y ambiente, cuando ya existen leyes para garantizar la producción de manera sostenible”.

Semanas atrás la Federación Argentina de la Ingeniería Agronómica (FADIA) expuso cuestionamiento a la Ley Nacional Nº 26.331 de “Presupuestos Mínimos de Conservación de los Bosques Nativos de la Argentina”.

“Como ciudadanos estamos comprometidos con el cuidado y protección, ya que, entendemos que los Bosques Nativos, son un recurso natural que provee servicios son un recurso natural que provee servicios ecosistémicos de relevancia para nuestro pueblo. Como Ingenieros Agrónomos poseemos por nuestra formación académica, las herramientas técnicas y el conocimiento para ejecutar las prácticas necesarias para asegurar su utilización, enriquecimiento, restauración, manejo y conservación sostenible para que se beneficien todos los actores de la sociedad actual y futura” señalaron desde la entidad.

De esta forma, enumeraron una serie de cuestiones que generan preocupación a este sector profesional, y que deberían incorporarse como modificaciones a la presente Ley, como ser la definición de “Sostenibilidad”, la “definición y rol del bosque” y la “unificación de criterios e indicadores” para enmarcar el bien que se desea proteger.

También se cuestionó los enfoques y metodologías para la definición de las categorías de conservación y re-zonificación de los bosques a nivel predial, así como los sistema de compensación que no se cumplen como lo establece la ley vigente, entre otros aspectos.

Al respecto, el Ing. Agrónomo Mariano Raúl Raimondo,  docente de la Cátedra “Cultivos II” de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE y miembro del Consejo de Ingenieros Agrónomos de Chaco, se refirió a la postura tomada por FADIA, y acotó que refleja la preocupación de un amplio sector profesional y de la sociedad ante el avance de leyes que atentan contra las actividades productivas bajo el supuesto amparo de querer proteger el ambiente.

Señaló que se pretende una nueva ley que restringirá las actividades productivas en lugar de cumplir la ley vigente o proponer algo superador, como sería cumplir los compromisos asumidos en la presente ley y actualizar la reglamentación de la misma basado en sólidos conocimientos científico tecnológico de los ecosistemas nativos.

Desde su punto de vista, el principal problema es que se tratan de iniciativas políticas, sin sustento técnico-científico, que además no toman en cuenta las realidades de las distintas regiones del país.

Ante ello, desde el Área de Prensa de la UNNE se elevaron algunas preguntas al Ing. Raimondo para profundizar respecto a este tema de relevancia nacional y regional.

-¿Qué aspectos deberían tenerse en cuenta en la definición de términos claves como bosques, sostenibilidad y otros para lograr una real protección de los recursos sin colisionar con la producción sustentable?

 Teniendo en cuenta que la Ley 26331 ha afectado la vida y las actividades económicas de muchísimas personas e instituciones (desde personas a Provincias), creemos que es justo solicitar una definición de lo que deberíamos proteger. En la Ley no está definido claramente el concepto de bosque, ha habido intentos, pero a nuestro juicio ninguno es operativo  en el terreno.

Intentado solucionar el problema dan a las provincias la facultad de «definir», pero cada una utiliza la definición que más le conviene o la que está al alcance de sus conocimientos. Se mezclan conceptos puramente forestales, ecológicos, fitogeográficos y hasta sociales.

«Bosque» es un término que describe un tipo de vegetación, una «fisonomía», y se lo pretende usar como sinónimo de ecosistema, y lo que es peor, como sinónimo de “vegetación nativa”. Un ecosistema tiene componentes, y la vegetación es solo uno de ellos. El suelo y la fauna son también componentes de los ecosistemas.

El concepto de sustentabilidad en general es aplicable, su operatividad fracasa cuando bajamos al terreno. «Sustentabilidad», está asociada a la regeneración, para el manejo de suelos, está ligada al contenido de materia orgánica. Esta dicotomía debe resolverse a través de una comisión técnica.

 

-¿Qué criterios e indicadores consideran deben proponerse para definir qué es un bosque y cómo protegerlo?

Esta pregunta está ligada a la anterior. Existe un concepto denominado “comunidad de referencia”, que se emplea como patrón de comparación (estándar)  para definir/ caracterizar qué es un “bosque” así como cualquier otro tipo de vegetación y sus características relevantes como composición botánica, cobertura, tipo de suelos asociados, fauna presente, etc. Los criterios e indicadores y sus umbrales deberían estar definidos en base a esas características.

 

-¿Cual es la mirada del sector de los ingenieros agrónomos respecto a las Categorías de Conservación y re-zonificación de los bosques a nivel predial que se propone con la nueva ley?

Se ha procedido de manera desordenada. La expresión de la Ley en la práctica es un mapa, donde están delimitados o “zonificados” los «bosques». Hay un elemento esencial en un mapa: el nivel de percepción, que se manifiesta en la escala cartográfica. Hay detalles que se pierden cuando la escala se «achica». No es lo mismo lo que «se ve» a una escala 1:20.000 (escala de detalle) que 1:1.000.000 (escala general). Una vez que se delimiten los “bosques” a una escala apropiada, recién se los puede categorizar en clases de conservación. Luego el tema es qué se quiere «conservar».

 

-¿Cómo afectarían los cambios propuestos en el proyecto de ley la realidad de las distintas regiones del país?

Una vez que se delimiten los “bosques” a una escala apropiada, recién se los puede categorizar en clases de conservación. Luego el tema es que se quiere «conservar». A ese nivel es donde entra en la discusión los intereses provinciales y se debería discutir teniendo en cuenta el aporte de numerosas entidades científicas y Consejos de Ing. Agrónomos.

 

-Desde FADIA se insiste en el avance de proyectos que no se realizan a través de mecanismos de participación amplia: ¿Cómo estiman deberían darse la discusión en temas de materia ambiental donde entran en juego intereses de distintos sectores?

La discusión debe ser primero técnica y luego política, si es necesario. Ha sido al revés. Los menos consultados han sido los productores de todo tipo. Los productores (o sus asociaciones) deberían hacerse representar por un profesional de su confianza que entienda claramente los alcances de la Ley y cómo los afecta (ría). Se debe dar en el ámbito de un Consejo de “Bosques” o algo similar.