PRESERVACIÓN IN VITRO
Corroboran altos niveles de viabilidad de cultivares de mandioca del banco germoplasma de UNNE-CONICET

Una investigación analizó parámetros fisiológicos en cultivares de mandioca conservados in vitro en el Banco de Germoplasma de Especies Tropicales y Subtropicales (BGCTES) de la UNNE y CONICET, y determinó una alta viabilidad en el material preservado, lo que evidencia su buen estado de conservación.

 

El Banco de Germoplasma de Especies Tropicales y Subtropicales «BGCTES» es un espacio co-gestionado entre la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (FCA-UNNE) y el Instituto de Botánica del Nordeste («IBONE», UNNE-CONICET), destinado a la conservación y preservación de recursos genéticos vegetales, con énfasis en especies nativas y cultivadas en Argentina.

Dentro del BGCTES se encuentra la colección in vitro de cultivares de mandioca (Manihot esculenta Crantz, Euphorbiaceae) y otros materiales del género Manihot sp., con 63 cultivares en resguardo que se fueron incorporando a lo largo de más de cuatro décadas.

En la colección de cultivares de mandioca, el material se conserva in vitro sin restricción de crecimiento, es decir que en el año se deben hacer subcultivos o transferencias secuenciales, y se requiere evaluar distintos parámetros de crecimiento, relacionados a la propagación, de tal manera de establecer su viabilidad, es decir determinar cuán vigoroso está su crecimiento y el estado de sanidad.

En ese sentido, de manera reciente se presentaron resultados de un trabajo en el que se compararon parámetros fisiológicos en 56 cultivares de mandioca conservados in vitro en el BGCTES, tomando como referencia los registros de 2019 y 2023, a fin de determinar el estado de conservación y viabilidad del material en el tiempo.

«A cinco años de la primera evaluación, el 100 % de los cultivares se mantuvieron viables» se destaca en las conclusiones del estudio, y se agrega que solo dos cultivares mostraron una disminución significativa en su tasa de multiplicación.

El estudio fue realizado por el Dr. Ricardo Medina, vicecurador del BGCTES e investigador del IBONE y FCA-UNNE; la Lic. Silvia Schaller, curadora adjunta de la «colección in vitro de Manihot esculenta» y personal de apoyo del IBONE; Franco Núñez, pasante de grado de la FCA-UNNE, actualmente Ingeniero Agrónomo; y la Dra. Graciela Lavia, curadora del BGCTES e investigadora del IBONE y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE.

En diálogo con UNNE Medios, el Dr. Medina destacó la importancia del estudio realizado que corrobora la viabilidad de los cultivares preservado in vitro, lo cual respalda las estrategias de conservación implementadas.

“El análisis de estos parámetros nos permite confirmar que los cultivares en custodia no solo mantienen su viabilidad, sino que también crecen saludablemente”, resaltó.

 

Detalles del Trabajo

La colección de mandioca se inició aproximadamente en el año 1982, y desde ese año hasta 2004 no hay registros de cómo se monitoreaba la viabilidad de los cultivares.

«Podemos decir que las estrategias utilizadas por quienes iniciaron la colección fueron eficaces porque los cultivares que se ingresaron en ese periodo llegaron vivos y creciendo hasta la actualidad», explicó al respecto el Dr. Medina.

Desde el año 2005 se empezaron a hacer censos periódicos en los materiales preservados in vitro, trabajos que consistieron en analizar cualitativamente si las plantas estaban vivas o muertas por oxidación o infección.

En tanto, en el año 2019 a las evaluaciones cualitativas se sumaron monitoreos cuantitativos, y se empezó a contar el número de nudos que va formando la planta en su crecimiento, relacionado a la tasa de multiplicación; la longitud de los vástagos a los 3 meses, un mes antes de su subcultivo, y también la longitud de los entrenudos.

Para evaluar la viabilidad de 56 cultivares de mandioca en custodia en el BGCTES y, con ello, determinar su estado de conservación, se analizaron parámetros fisiológicos relacionados con la multiplicación y el crecimiento in vitro, tomando como referencia los registros de 2019 y 2023.

Según los resultados del estudio, a cinco años de la primera evaluación, el 100 % de los cultivares se mantuvieron viables.

Se identificó que solo dos cultivares presentaron una disminución significativa en su tasa de multiplicación, aunque el promedio general se mantuvo estable, entre 3,45 y 3,3 nudos por planta por mes, en rangos respaldados por la bibliografía especializada.

En cuanto a la longitud de los vástagos a los 3 meses, se observaron diferencias en dos cultivares, no obstante, la longitud de los entrenudos no presentó diferencias significativas entre los años comparados.

El análisis multivariante realizado posibilitó definir una categorización entre cultivares que requieren inminentemente un subcultivo, cultivares que pueden esperar en forma intermedia y cultivares que pueden ser subcultivados en un plazo más largo porque son más lentos en su crecimiento en el medio de cultivo para conservación y en las condiciones controladas de incubación recomendadas.

Los resultados del estudio fueron presentados oficialmente en la reciente edición de la “XXIX Reunión de Comunicaciones Científicas, Técnicas y de Extensión 2025” de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE.

“El análisis de estos parámetros nos permite confirmar que los cultivares en custodia no solo mantienen su viabilidad, sino que también crecen saludablemente”

 

Estrategias Adecuadas

El Dr. Medina insistió en que el estudio realizado corrobora la pertinencia de las estrategias de conservación basadas en no restringir el crecimiento de las plantas, para tener siempre viables los cultivares, y la regeneración por la vía organogénica directa para garantizar la estabilidad genética de los materiales.

Acotó que, la información generada, resulta útil para delinear las tareas claves de la colección, como ser la preparación de los medios de cultivos y la planificación de prioridades para los subcultivos.

Recordó que la misión principal de banco de germoplasma es caracterizar los materiales genéticos que preserva, por otro lado, conservarlos, y además «disponibilizarlo» para que productores o instituciones puedan trabajar con estos materiales.

Al respecto, sostuvo que «cuando decimos que la colección está conformada por 63 cultivares de mandioca, se garantiza que los 63 cultivares se encuentran vivos y con un crecimiento saludable».

 

Perspectivas

El vicecurador del BGCTES explicó que de una parte de los 63 cultivares que se preserva en la colección se desconoce su procedencia, es decir que esos cultivares nunca salieron del banco de germoplasma.

En ese sentido, actualmente está en marcha una iniciativa para analizar esos cultivares a campo para analizar su crecimiento en condiciones naturales.

Con ese fin, primero se requiere hacer una aclimatación, en la que la planta se saca del tubo en el que se mantiene in vitro, y se reproduce en macetas con sustrato.

Ese proceso es gradual, para posibilitar que la planta empiece a rehabilitar sus funciones fotosintéticas, que pueda sustentarse y crecer.

Cuando ello se logra, se lleva la planta al invernadero, donde crecen como plantas madres, luego son seccionadas en estaca, y cuando crecen las plantas se la transfieren a macetas, desde donde, cuando estén listas, serán trasladadas al campo.

«Avanzar con este nuevo proyecto permitirá corroborar que, si además de estar vivos y creciendo, todos los cultivares de la colección también crecen óptimamente en condiciones naturales».

 

Relevancia.

El Dr. Medina insistió en la importancia de la colección para la preservación de la diversidad genética de este cultivo en la región, posibilitando la preservación de un recurso natural invaluable, favoreciendo su uso para el mejoramiento productivo y además contribuyendo al desarrollo de estudios científicos.

Comentó que esta colección de mandioca se conformó gracias al aporte por décadas de investigadores que destinaban a la colección ejemplares de plantas con las que trabajan en proyectos científicos.

Gracias a dicho compromiso, la colección de mandioca del BGCTES alberga en la actualidad una diversidad representativa de cultivares de mandioca presentes en la región nordeste, así como de otras partes de Argentina y de otros países.

Para destacar la relevancia de la colección, se recordó que la mandioca es uno de los principales cultivos a nivel mundial. En Argentina, el país más austral entre los productores latinoamericanos, su cultivo se concentra en el nordeste, principalmente en manos de pequeños productores rurales que la destinan principalmente al autoconsumo.

Sin embargo, este cultivo posee un enorme potencial de expansión en superficie, productividad y rentabilidad, especialmente si se aprovechara su carácter multipropósito y se diversificaran las industrias para lograr transformar sus materias primas (hojas y raíces tuberosas) en una amplia gama de productos con agregado de valor.

“Garantizar la adecuada conservación de esta colección in vitro de mandioca implica resguardar la diversidad genética presente en la región y en sus zonas de cultivo representativas. Se trata de un biopatrimonio regional, de alto valor económico, nutricional y cultural, cuya preservación demanda nuestra atención como comunidad científica y el compromiso sostenido de las instituciones”, concluyó.