
Gastón Antonio Lezcano becario de Ciencias Criminalísticas y Criminología de la UNNE, bajo la dirección del doctor Matías Dufek, desarrolla la primera fase de datos regional sobre moscas necrófagas y su relación con cadáveres. Evalúa cómo las estaciones del año influyen en la presencia de moscas en cadáveres, un conocimiento clave para determinar el momento de la muerte en investigaciones criminales.
Un estudiante de la carrera de Ciencias Criminalística y Criminología de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) lleva adelante un estudio que será referente para la región y que ayudará a determinar el momento de la muerte en casos forenses locales.
El trabajo parte de la hipótesis de que las diferentes estaciones del año (otoño, invierno, primavera y verano) tienen un impacto significativo en las especies de moscas que aparecen en los cadáveres y en la velocidad con que estos se descomponen.
Específicamente, las variaciones de temperatura a lo largo del año influyen en el desarrollo de estas moscas y en el avance de la descomposición, lo que genera diferencias observables, principalmente en las especies presentes de las familias Calliphoridae y Sarcophagidae.
El objetivo principal de esta investigación es analizar cómo se componen los grupos de moscas asociadas a la descomposición de cadáveres de cerdos domésticos durante las cuatro estaciones del año en la región NEA.
Gastón Antonio Lezcano, becario de la UNNE, colectará e identificará las especies de moscas recolectadas. También estimará su abundancia y diversidad en cada etapa de descomposición. El trabajo del becario está bajo la dirección del doctor Matias Ignacio Dufek, docente en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE e investigador del CONICET (CECOAL) y la co dirección del magíster Sebastián Streuli.
«Este conocimiento es fundamental para nuestra región», explica Lezcano. «Hasta ahora, no contábamos con datos propios y confiables que nos permitieran utilizar los insectos para determinar cuándo ocurrió una muerte. Esta investigación cambiará eso».
Cuando una persona muere, su cuerpo se convierte en un ecosistema completo que atrae diferentes organismos, principalmente insectos. Las moscas suelen ser las primeras en llegar, y diferentes especies aparecen en momentos específicos del proceso de descomposición.
La entomología forense utiliza este conocimiento para determinar el tiempo transcurrido desde la muerte, conocido como Intervalo Post Mortem. Es como leer un reloj biológico: según qué especies de moscas y en qué etapa de desarrollo se encuentren, los expertos pueden estimar cuándo ocurrió el fallecimiento.

«Lo interesante es que los insectos que aparecen en un cadáver dependen mucho de la región geográfica», señaló el doctor Dufek. «Por ejemplo, las moscas que colonizan un cuerpo en primavera en Colombia son diferentes a las que lo hacen en Estados Unidos o Australia durante la misma estación».
Por eso, los datos de otras regiones no son aplicables aquí. Para que la entomología forense sea útil en el Nordeste argentino, se necesita conocer específicamente qué especies de moscas aparecen en nuestros ecosistemas y cómo se comportan a lo largo del año.
Metodología: cerdos como modelo
La investigación utiliza cerdos domésticos como modelos de estudio por ser los animales más similares a los humanos en términos de piel, pelo, dieta y fisiología. Lezcano realizará experimentos en otoño y primavera, complementándolos con datos ya recolectados en verano e invierno.
En cada experimento se utilizarán dos cerdos de aproximadamente 10 kg, protegidos en jaulas para evitar la acción de animales carroñeros más grandes. Durante la primera semana, se recolectarán diariamente las moscas adultas atraídas por los cadáveres, y luego cada dos días hasta que el cuerpo llegue al estado esquelético.

El material recolectado se llevará al Laboratorio de Artrópodos en la FaCENA (UNNE) para su procesamiento. Se procederá a identificar los dípteros caliptrádos necrófagos de las familias Calliphoridae y Sarcophagidae al menor nivel taxonómico posible, empleando claves taxonómicas y el material de referencia almacenado en la colección CARTROUNNE.
Un aspecto interesante del estudio es el monitoreo constante de la temperatura y humedad, factores clave que afectan tanto a los insectos como al proceso de descomposición.
Con esta investigación, Lezcano busca crear una base de datos regional que registre qué especies de moscas aparecen en cada etapa de descomposición durante las diferentes estaciones del año.
Para realizar la investigación se contará con la bibliografía básica y especializada disponible en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste, Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL) e Instituto de Ciencias Criminalísticas y Criminología de la Universidad Nacional del Nordeste.
«Este conocimiento permitirá a los investigadores forenses estimar con mayor precisión el momento de la muerte en casos locales, lo que puede ser crucial para resolver crímenes», explica. «Hasta ahora, nuestros profesionales tenían que basarse en datos de otras regiones, con todos los errores que eso podía provocar».
El resultado de la investigación aportará información para la criminalística regional. Un recurso para las investigaciones criminales que contribuirá a resolver casos con mayor precisión científica.