Frutos y conservación: Biólogo se gradúa mapeando la dieta del Aguará Guazú

Aguará Guazú, el cánido más grande de Sudamérica. La investigación brinda información sobre la relación entre esta especie y su entorno vegetal. (Foto: Augusto Distel, Fundación Rewilding Argentina)

Felipe Menéndez, estudiante de Licenciatura en Ciencias Biológicas de la UNNE, presentó un trabajo final donde exploró los recursos alimenticios de uno de los mamíferos más emblemáticos de Argentina. Centró sus estudios en dos zonas de la provincia de Corrientes: Parque Nacional Mburucuyá y Parque Nacional Iberá (Rincón del Socorro).

 

Un trabajo final de graduación presentados días atrás, es uno de los primeros trabajos sobre  los ecosistemas de sabana en Corrientes. Felipe Luciano Menéndez se graduó de licenciado en Ciencias Biológicas, presentando los resultados de una investigación en la que aporta detalles sobre los recursos alimenticios del Aguará Guazú (Chrysocyon brachyurus), el cánido más grande de Sudamérica. La investigación, realizada en dos áreas protegidas del macrosistema Iberá, brinda información sobre la relación entre esta especie y su entorno vegetal.

El trabajo final presentado lleva el título de “Análisis de la disponibilidad de frutos carnosos en Sabanas del Macrosistema Iberá en hábitats de Chrysocyon brachyurus (Mammalia, Carnivora)”. La investigación estuvo dirigida por el doctor Roberto Manuel Salas, investigador del Instituto de Botánica del Nordeste (IBONE-CONICET) y docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura y co-dirigida por el doctor Robert Buitenwerf, investigador y docente en la Universidad de Aarhus, Dinamarca.

El estudio se desarrolló en dos áreas de sabana dentro del macrosistema Iberá con registros recientes de la especie Chrysocyon brachyurus: en áreas protegidas de la provincia de corrientes (Parque Nacional Mburucuyá y Parque Nacional Iberá, Rincón del Socorro). El objetivo principal era comprender qué plantas con frutos carnosos podrían servir de alimento para el Aguará Guazú en sabanas del macrosistema Iberá.

Felipe Menéndez realizando transectas de 50 metros. Estas líneas que se trazan en un paisaje natural, permite hacer mediciones y observaciones.

Según los resultados presentados por Menéndez, cada área mostró características particulares en cuanto a la disponibilidad de recursos alimenticios. Mientras que Rincón del Socorro presentó una amplia variedad de especies con frutos carnosos, pocas resultaron ser efectivamente consumidas por el Aguará. En contraste, el Parque Nacional Mburucuyá, aunque con menor diversidad, mostró la presencia de plantas claves para la especie, como la guayaba y la palmera yatay.

Se compararon estadísticamente las variables de riqueza y abundancia de especies vegetales de estos frutos entre los ambientes de sabana de ambas áreas de estudio. Se contrastaron los datos obtenidos en campo con aquellos recursos efectivamente presentes en la dieta del Aguará guazú citados en bibliografía. Se construyeron matrices de datos, las que se utilizaron para corroborar la capacidad de las especies vegetales halladas para ser dispersadas por distintas especies animales además de sus relaciones taxonómicas.

La investigación además de brindar un detallado catálogo de especies, dejó planteadas interrogantes sobre la dieta del Aguará Guazú que abren la puerta a otras investigaciones: ¿Cómo se reflejan estas variaciones en sus excrementos? ¿Qué recursos alternativos utiliza? Y sobre todo una: ¿Podría la escasez de frutos llevarlo a una dieta más centrada en animales?.

Los estudios sobre dispersión de semillas en la región se han centrado principalmente en aves, sin embargo, los mamíferos también presentan un rol importante en este proceso, ya que, a menudo son consumidores de grandes cantidades de frutas, otros poseen tránsitos intestinales largos, e incluso pueden desplazarse en algunos casos a través de grandes superficies.

El informe realizado por Felipe Menéndez sienta las bases para el desarrollo de estrategias de conservación para una coexistencia armoniosa entre la vida silvestre y las actividades humanas.

El estudio del rol dispersor que juegan los mamíferos nativos en la evolución de las comunidades vegetales es de suma importancia a la hora de comprender su funcionamiento e implementar estrategias de conservación.

Los ambientes de sabanas, ocupan un quinto de la superficie terrestre, y son uno de los ecosistemas más productivos a nivel mundial, es por eso que están entre los ecosistemas más vulnerables. El cambio climático, la agricultura intensiva y otras actividades humanas amenazan constantemente estos espacios, poniendo en riesgo no solo la vegetación, sino también la vida silvestre que depende de ella.

El informe brindado por Menéndez destaca la necesidad de desarrollar estrategias efectivas de conservación que promuevan la coexistencia armoniosa entre la vida silvestre y las actividades humanas. La protección de una especie, está asociada a entender la red de interacciones que sostiene un ecosistema.

Esta Tesis Final de Graduación es uno de los primeros trabajos regionales que profundizan en la ecología de las sabanas subtropicales. Proporciona una base sólida para futuras investigaciones sobre la dispersión de semillas por mamíferos y ofrece herramientas fundamentales para el manejo de estos ecosistemas, hoy muy vulnerables.