El estudio, realizado con una Beca de Posgrado, analiza los cambios en el tamaño de las fibras musculares y ventrículos cardíacos en ratones alimentados con dietas ricas en grasa láctea bubalina. Los resultados podrían aportar información sobre los efectos de la composición lipídica de los alimentos en la salud cardiovascular.
El médico veterinario Fernando Alegre Brunel, de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), está llevando a cabo un estudio para evaluar los efectos de las dietas ricas en grasa láctea bubalina sobre la estructura del corazón de ratones.
El trabajo, se realiza gracias a una Beca de Estímulo a la Investigación de Tipo I otorgada por la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE, tiene como objetivo analizar si el consumo de este tipo de grasas lácteas produce cambios en el tamaño de las fibras musculares del corazón. y en el tamaño de los ventrículos.
Las enfermedades cardiovasculares son una importante preocupación de salud pública a nivel global, lo que ha impulsado la investigación sobre los efectos de la dieta en la salud cardíaca. En este contexto, el estudio de la composición de grasas en los alimentos y su relación con la fisiología del corazón es un área crítica de estudio.
La investigación lleva el título “Efecto de dietas con alto contenido de grasa láctea bubalina sobre la morfometría del miocardio de ratones C57BL/6J” y está bajo la dirección de la doctora María Silvia Catuogno, y como co-directora a la doctora Gabriela Inés Villordo, ambas son docentes investigadoras de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE.
Los Ácidos Grasos Saturados, presentes en alimentos como la manteca, se han asociado con diversas condiciones cardiovasculares. En contraste, los Acidos Grasos Monoinsaturados, que se encuentran en aceites como el de oliva, han sido asociados a efectos favorables para la salud cardíaca. También, los Acidos Grasos Poliinsaturados, como los presentes en aceites de pescado, han demostrado tener propiedades protectoras contra enfermedades cardiovasculares.
Los ácidos grasos son esenciales para el funcionamiento normal del músculo cardíaco. Sin embargo, su consumo excesivo puede inducir daño mitocondrial y modificar mecanismos de remodelación cardíaca.
Metodología
La investigación se lleva a cabo en el laboratorio de la cátedra de Patología General y Sistemática de la Facultad de Ciencias Veterinaria de la UNNE.
Para llevar a cabo el trabajo, el investigador utilizará 18 corazones de ratones C57BL/6J, machos, que fueron alimentados durante 154 días con tres dietas diferentes: Alimento balanceado (grupo control); Dieta rica en grasa láctea bubalina con perfil estándar de ácidos grasos y Dieta rica en grasa láctea bubalina, pero reducida en grasas saturadas, con mayor contenido de ácido ruménico y grasas trans.
Mediante estudios macroscópicos, histológicos y morfológicos, Alegre Brunel evaluará los cambios en el tamaño de las fibras musculares cardíacas y de los ventrículos en los distintos grupos. Además, se analizarán los pesos de los miocardios, es decir, de los músculos cardíacos.
Los resultados de este estudio podrían tener importantes implicaciones en el ámbito de la salud pública. En Argentina la obesidad, la resistencia a la insulina y el cáncer son importantes causas de discapacidad y muerte, y que la cantidad y composición de las grasas en los alimentos pueden modificar el desarrollo de estas patologías.
“Los resultados de este estudio podrían tener importantes implicaciones en el ámbito de la salud pública”.
Por ese motivo, los nuevos conocimientos que surjan del trabajo serán un gran aporte para el ámbito científico de la salud ya que se evaluará una dieta láctea bubalina y sus efectos sobre el miocardio de animales de laboratorio; a fin de determinar si es posible el consumo humano y si aportan beneficios para la salud.
La investigación que lleva adelante Alegre Brunel guarda relación con un trabajo del equipo científico de las cátedras de Tecnología de los Alimentos y de Patología General y Sistemática de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE.
Este grupo ha logrado modificar la composición de ácidos grasos de la leche bubalina, con el objetivo de hacerla más adecuada para la salud de las personas. Las últimas investigaciones realizadas han permitido producir leche y queso de búfala reducidos en grasas saturadas y enriquecidos en grasas insaturadas. Los resultados obtenidos por Alegre Brunel, les aportará información respecto de los cambios morfométricos en función a la dieta suministrada.
La bubalinocultura, es decir, la cría de búfalos, tiene un futuro prometedor en el Nordeste Argentino, donde se concentra la mayor parte de los productores de este tipo de ganado. Por lo tanto, los hallazgos de este estudio podrían tener una importancia para esta actividad productiva y en la salud de la población de esa región.