El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) fue reconocido como la mejor institución científica de América Latina por quinto año consecutivo. Radio UNNE dialogó con su presidenta, Ana María Franchi, quién destacó la labor de los cerca de 12.000 investigadores e investigadoras que forman parte de la entidad y valoró la distinción en un contexto electoral en el que existen propuestas presidenciales de privatizar la institución.
El organismo público argentino quedó en la cima del ranking de SCImago, que se elabora anualmente y analiza a 95 instituciones del continente. Franchi lo calificó como “un espaldarazo y un reconocimiento” a los profesionales de la ciencia, el personal técnico, de gestión y los más de 11.000 becarios y becarias doctorales y postdoctorales que se forman a través del Conicet”.
“Nosotros estamos en todo el país y trabajamos en todas las disciplinas, y por supuesto cada vez más fuertemente en lo que es la vinculación con la sociedad a través de la transferencia tecnológica y en la elaboración de políticas sociales”, apuntó en diálogo con la 99.7 y remarcó la importancia “estar cada vez más presente en provincias, donde todavía el desarrollo científico y tecnológico es relativamente bajo”.
La clasificación de instituciones de educación superior y centros de investigación se realiza desde 2009. El proceso de medición se realiza a partir de 17 indicadores, que evalúan el impacto de la producción científica, el total de publicaciones realizadas, el liderazgo científico adquirido a nivel institucional, la colaboración internacional y el porcentaje de documentos publicados en revistas de Acceso Abierto.
“Javier Milei habla de privatizar, lo cual es altamente perjudicial porque ninguna empresa va a invertir en la formación de recursos humanos que hace el Conicet”.
Vinculación y transferencia
El Conicet tiene entre sus objetivos promover la transferencia de tecnologías, servicios y capacidades de investigación y desarrollo que genera su comunidad científica hacia los sectores socioproductivos, Pymes, organismos públicos y la sociedad civil. Su presencia se extiende en todo el territorio argentino a través de 16 Centros Científico Tecnológicos, 10 Centros de Investigaciones y Transferencia, un Centro de Investigación Multidisciplinario y los más de 310 Institutos en codependencia con universidades nacionales. Entre ellas, la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
Con 65 años de vida, el trabajo de investigación en el organismo se divide en 4 grandes áreas del conocimiento: Ciencias Agrarias, de Ingeniería y de Materiales; Ciencias Biológicas y de la Salud; Ciencias Exactas y Naturales; y Ciencias Sociales y Humanidades. Franchi destacó que el crecimiento de la institución hace que en la actualidad el Conicet sea “un ejemplo virtuoso de la relación público-privada”.
“El Estado es el que financia nuestras investigaciones en salud, terapias, alimentos, nuevas energías, para el desarrollo de vacunas, baterías de litio”, ejemplificó y explicó que también son numerosos los desarrollos que se realizan con inversión de empresas para generar productos y servicios. La presidenta de Conicet consideró estas alianzas como indispensables para el crecimiento del país.
“Las naciones de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, etc. Tienen una fuerte inversión en ciencia y tecnología porque es? uno de los factores que permiten un desarrollo autónomo, soberano e inclusivo de un país”, dijo Franchi y se refirió a las controvertidas propuestas de candidatos presidenciales sobre la supresión de la institución.
“Javier Milei habla de privatizar, lo cual es altamente perjudicial porque ninguna empresa va a invertir en la formación de recursos humanos que hace el Conicet. Es ir a contramano de todos los países que tenemos siempre como ejemplo a seguir. Quizá eso vaya de acuerdo a un proyecto de país donde simplemente se sigan exportando materias primas”, aseveró.
En este sentido, Franchi reconoció que las Ciencias Sociales son las que suelen recibir los mayores cuestionamientos pero que es el área que “ayuda a estudiar los temas de pobreza, de educación, de distribución de la población. También sobre las decisiones respecto a temáticas ambientales, de energía, de cómo comemos, cómo agregamos valor a los productos que van tanto al mercado interno como a la exportación y cómo podemos reemplazar importaciones”.
Actualmente la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia determina que el 0,34% del Producto Bruto Interno se debe destinar a estos fines. La normativa proyecta un incremento progresivo y sostenido del presupuesto nacional para que en el año 2032, como mínimo, llegue a una participación del 1% del PBI.
Con altas expectativas sobre el cumplimiento efectivo de la legislación, Franchi sostuvo la necesidad que las diferentes gestiones de gobierno se comprometan para que en Argentina se refuercen las inversiones para continuar realizando “ciencia de calidad, excelencia y de vanguardia a nivel internacional, con el foco en mejorar la calidad de vida de la población y sumar al desarrollo del país”.