La Lic. Noelia Gómez, bióloga correntina egresada de la UNNE, es miembro activo del Proyecto Juco-Proyecto Binacional Yaguajuco, una innovadora iniciativa de estudio y conservación del oso andino, la única especie de oso nativa de Sudamérica, y de otros carnívoros silvestres en el noroeste de Argentina y sur de Bolivia. “Buscamos un trabajo transfronterizo para el cuidado de estas especies” señaló y comentó que algunas líneas de trabajo se realizan en colaboración con pares de la UNNE y CECOAL.
En el año 2016, la entonces estudiante de la carrera de Licenciatura en Ciencias Biológicas, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE, Noelia Gómez, coronó su formación de grado con una tesis en la que estudió la dieta de la especie Puma concolor en áreas no protegidas de la región altoandina, en la provincia de Jujuy.
De allí su orientación por el estudio de grandes carnívoros silvestres, línea de abordaje que actualmente desarrolla a través del Proyecto Juco-Proyecto Binacional Yaguajuco en zonas de montes y montañas compartidas entre el noroeste de Argentina y el sur de Bolivia.
Pero trabajar en la región noroeste argentina fue también otra motivación surgida en su paso por la UNNE, cuando, cursando la materia Sedimentología, realizó campañas de toma de muestras de sedimento fósil en formaciones rocosas de Salta, y sintió una gran atracción por los paisajes recorridos.
Así, siendo todavía estudiante universitaria se sumó posteriormente a proyectos de voluntariado para el relevamiento de fauna en Salta y Jujuy.
Esas experiencias fueron las que la guiaron para que, una vez recibida de bióloga de FaCENA-UNNE, y pese a vivir toda su vida en la ciudad de Corrientes, decidiera que su futuro estaría en ser investigadora en la región noroeste, en esos paisajes variados desde selvas nubladas, pastizales de neblina, zonas de montaña y tierras bajas húmedas.
Ya como profesional tomó contacto con el Proyecto Juco y se sumó a esta iniciativa binacional en pos de una compleja tarea: “estudiar al oso andino, la única especie de oso nativa de Sudamérica y además el oso más austral del mundo”.
El Juco
El Juco, o “Yagua- pope” –oso, en idioma runasimi del pueblo Quechua y en guaraní de los Avá guaraníes, es una especie emblemática.
Este oso es raro de observarse por los lugares que frecuenta, sus costumbres de ser solitario, de hábitos crípticos, sumado a la reducción de las poblaciones por la fragmentación de su hábitat y la caza furtiva.
La especie habita en territorios desde el oeste de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú hasta el oeste de Bolivia, y algunos autores lo habían citado para el noroeste de Argentina, pero no existían evidencias que confirmaran su presencia.
Fue justamente en el marco del Proyecto Juco-Proyecto Binacional Yaguajuco que se lograron evidencias por medio de muestras de heces y pelos de las que se extrajo ADN, sumadas a registros de huellas, que permitieron concluir la presencia del oso andino en territorio argentino.
El proyecto se amplió además al estudio de otras especies de mamíferos carnívoros silvestres en simpatría con el oso andino: el yaguareté de montaña, el puma y el zorro colorado.
La Lic. Gómez ni bien se sumó al proyecto se sintió plenamente comprometida con la propuesta, en la que trabaja como investigadora independiente, y actualmente observa los frutos que se van alcanzando en la consigna de monitorear al oso andino, proteger a los grandes carnívoros silvestres y proteger los ecosistemas en los que habitan.
Especies Vulnerables
“Nuestro objetivo principal, por ser más difícil de encontrar y monitorear, es el oso andino, una especie emblemática en la zona y de alta vulnerabilidad”, explicó la Lic. Gómez en diálogo con UNNE Medios.
Pero agregó que también las otras especies que estudian junto al juco presentan algún grado de vulnerabilidad por la destrucción del hábitat, fragmentación de los bosques, la caza furtiva, entre otras razones.
En el caso del oso andino, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo incluyó en su lista de especies vulnerables y reconoció oficialmente su presencia en Argentina.
“La idea del proyecto binacional es generar información de rigor científico y establecer pautas de manejo para la conservación de estos animales, trabajo en el cual consideramos que deben tener un rol activo las distintas instancias de gobiernos, y en particular las comunidades locales”, comentó la investigadora correntina graduada de la UNNE.
Sostuvo que se pretende lograr un enfoque binacional, que integre al noroeste argentino y el sur boliviano como una sola región de estudio y principalmente de conservación.
Dicho trabajo mancomunado se estima imprescindible para lograr el objetivo del proyecto de alcanzar una coexistencia entre las personas, el oso andino y los demás “carnívoros topes”, así como disminuir los conflictos y proteger el hábitat de estas especies frente al extractivismo y el cambio climático.
“Nuestro objetivo principal, por ser más difícil de encontrar y monitorear, es el oso andino, una especie emblemática en la zona y de alta vulnerabilidad”
Investigar en lugares complejos
En la charla con UNNE Medios, la referente del proyecto destacó su satisfacción por participar en una iniciativa que tomó dimensión internacional, sumando colaboraciones desde distintos países, a pesar de ser un proyecto independiente, que requiere la búsqueda constante de financiamiento, pero que está logrando importantes resultados.
“Investigar en los ambientes del oso andino y las demás especies que estudiamos es complejo, por las dificultades de acceso por el clima, crecida de ríos, derrumbes, extremos de temperatura, falta de señal de comunicación, variedad de ambientes, entre otras complicaciones”, describió.
Agrega que “muchas veces pasamos días hasta lograr algún registro, huella o alguna evidencia de presencia de estas especies”, pero saben del esfuerzo que requieren este tipo de estudios.
Con el oso andino la tarea es aún más dificultosa, acota, pues es una especie solitaria, con un comportamiento esquivo ante la presencia humana, además de los sitios que frecuenta que son poco accesibles.
Algunas de las tareas del grupo deben realizarse entre la niebla y hacia los 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, en sitios de pastizales de niebla donde las pendientes son muy abruptas y con suelos inestables que con las lluvias se deslizan en masa con suma facilidad.
En estas áreas de altura el oso andino y el jaguar utilizan las quebradas profundas para dispersarse. La profundidad de estos corredores entre matorrales y bosques aislados de altura, no constituyen limitante alguna para el movimiento de los grandes carnívoros, según se describe en las redes sociales del Proyecto Juco.
Llegar a esos sitios demanda horas de recorrido, empleando sogas de seguridad y machete para aperturar senderos de accesibilidad, para al fin ingresar hasta el fondo de estos corredores naturales.
“Esto demuestra lo laborioso y riesgoso de estudiar al oso andino y los otros mamíferos silvestres con los que comparte territorio”, sostuvo la Lic. Gómez.
Pero resaltó que es una tarea necesaria porque los animales carnívoros cumplen un rol clave para el mantenimiento del equilibrio de un ecosistema, por lo que conocer su ecología y estado de conservación es de relevancia como indicador del funcionamiento de todo ese ecosistema”.
Documental
Comentó que, en virtud de la dimensión alcanzada por el proyecto, un equipo de biólogos especializados en osos y documentalistas de Europa viajaron al noroeste de Argentina y al sur de Bolivia para seguir, durante un mes, los pasos del juco, la especie de oso más austral del mundo.
Se trata del Documental “Expedición Juco” en la que se destaca al oso andino como una especie casi desconocida para la sociedad y prácticamente invisible en los mapas de conservación global, que habita algunas de las zonas más remotas de los Andes tropicales.
El documental expone la tarea de la ONG “Proyecto Juco-Proyecto Binacional Yaguajuco” como una lucha por la biodiversidad, pero que representa además la defensa local del medio ambiente y del territorio, azotado por el extractivismo, de la lucha por los derechos de las comunidades originarias, y de un modelo de convivencia sostenible con la naturaleza.
«Se destaca al oso andino como una especie casi desconocida para la sociedad y prácticamente invisible en los mapas de conservación global»
Rol de las comunidades locales
En la charla con UNNE Medios, la Lic. Gómez se refirió justamente a uno de los componentes estratégicos del proyecto que es el trabajo conjunto con las comunidades locales de los ambientes en los que habitan el oso andino y las especies que habitan en simpatría con el “juco”.
“Son quienes conocen estos ecosistemas y quienes contribuyen a la conservación de los mismos”, indicó.
Agregó que “el área en la que desarrollamos nuestro estudio está relativamente bien conservada, pero las principales amenazas son las ventas de tierra y que con ello se pierda el manejo comunitario de estos ambientes”.
Por eso, consideran clave trabajar par a par con actores e instituciones locales. “Apostamos a una relación horizontal con las comunidades”.
Con ese fin, desde el proyecto Juco se destaca la meta de lograr establecer una “red transfronteriza”, a largo plazo, entre colaboradores de ambos países.
Vínculos con la UNNE
La decisión de la Lic. Noelia Gómez de asentar su vida en el noroeste argentino, con residencia en la ciudad de Salta, no la alejó del contacto con sus familiares que permanecen en Corrientes, ni tampoco con la Universidad en la que se formó.
Sostiene un especial vínculo con el equipo de trabajo de la Dra. Verónica Romero, bióloga y docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE e investigadora de la Estación Biológica Corrientes (EBCo), que integra el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, UNNE-CONICET).
La Dra. Romero es asesora del Proyecto Juco-Proyecto Binacional Yaguajuco en aspectos relacionados a mamíferos carnívoros silvestres y además tuvo a su cargo la dirección de becas de investigación realizadas como parte del proyecto.
Actualmente se está trabajando en un convenio que permita fortalecer el trabajo de vinculación con la UNNE y CECOAL en la temática de manejo integrado de carnívoros silvestres.
“El lazo con pares de la Universidad Nacional del Nordeste siempre está, y si bien el NEA y NOA son ambientes muy distintos, es muy útil sumar los conocimientos que vamos generando desde ambas regiones en cuanto al manejo de los grandes mamíferos carnívoros”, concluyó.













				







                            
                            
                            
                            
                            
                            


