Así lo aseguró el doctor en Ciencias de la Computación (UBA), investigador y especialista en Inteligencia Artificial, durante la conferencia “La revolución de la Inteligencia Artificial Generativa: Desafíos y Oportunidades”, que brindó en el marco de la jornada Unne Investiga 2024.
Ante un colmado salón G de la Facultad de Medicina de la UNNE en el Campus Sargento Cabral de Corrientes, disertó este reconocido científico que investiga en la frontera entre la inteligencia artificial y la neurociencia, y se especializa en procesamiento de lenguaje natural, con particular aplicación a la caracterización de estados mentales.
El investigador del Instituto ICC (CONICET) y profesor en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), recibió importantes premios como el Microsoft Faculty Fellow 2014 y el Google Research Award LATAM por sus trabajos en este campo. En 2023 recibió también el Diploma al Mérito de la Fundación Konex y antes fue merecedor del premio Fundación YPF y el PhD Fellowship de IBM.
Es creador y director del Laboratorio de Inteligencia Artificial Aplicada de la UBA, y co-fundador de Entelai, empresa dedicada a la implementación IA en el campo de la salud.
A partir de sus conocimientos y experiencia, Slezak comenzó su charla haciendo un breve repaso de los inicios de la IA, y en ese marco recordó lo que consideró un hito en la relación de las máquinas con el hombre: la partida de ajedrez del campeón mundial Gary Kaspárov contra Deep Blue, una supercomputadora desarrollada por el fabricante estadounidense IBM (para jugar al ajedrez), que lo venció con una memorable jugada que desconcertó al ruso. “Un nuevo tipo de inteligencia estaba sentado del otro lado de la mesa”, había dicho luego, tras la derrota.
Un juego similar se repite 20 años después, pero con el Go, un antiguo juego de mesa chino considerado el “ajedréz oriental”. El campeón mundial Lee Se-dol perdió su primera partida contra el programa AlphaGo de Google DeepMind.
Así -repasa Slezak-, se encuentran los primeros avances de la inteligencia artificial. Esa hoy considerada “clásica”, y que para explicarla, el científico recurre a Alan Turing, el matemático británico considerado como uno de los padres de la ciencia de la computación y precursor de la informática moderna. Ante la pregunta sobre la inteligencia de una computadora, respondía que la máquina va a ser inteligente cuando pueda replicar el comportamiento humano.
Pero la “explosión” de la IA se puede ubicar en el 2022 cuando aparece el ChatGPT. “Y a quién enfrenta?”, preguntó el disertante a los presentes. “A todos nosotros”, respondió y explicó que “ahora existe una super computadora abierta al público, gratis, que maneja el lenguaje de alguna manera mejor que nosotros”.
El investigador se confiesa optimista en cuanto a la mirada hacia la IA, a diferencia de quienes tienen una visión más apocalíptica, como el historiador Yuval harari quién aseveró que “al adquirir dominio del lenguaje, está apoderándose de la llave maestra de la civilización”.
“Ahora existe una super computadora abierta al público, gratis, que maneja el lenguaje de alguna manera mejor que nosotros”.
Slezak explicó no obstante que el impacto actual de la IA “no es comparable con nada de lo anterior”. Con el ejemplo de que el ChatGPT logró alcanzar más de un millón de usuarios en 5 días, superando ampliamente el tiempo registrado por la red social Instagram que había alcanzado ese número en dos meses y medio, aseguró que “estamos en una nueva escala que estamos tratando de entender”.
IA generativa
La inteligencia artificial ha avanzado significativamente en las últimas décadas, y en ese contexto, la IA generativa resulta el más atractivo y prometedores. Se trata de una tecnología que no solo analiza y clasifica datos, sino que también puede crear contenido nuevo, desde texto hasta imágenes y música.
Para explicarla de una manera entretenida y atractiva, en la conferencia que brindó en la jornada Unne Investiga 2024, Slezak apeló a un video de Leonel Messi hablando en inglés. “Si no se supiera que Messi no habla inglés, probablemente nadie se dé cuenta”, dijo en relación al trabajo de la computadora que clonó su voz, tradujo el discurso al inglés, etc.
Mostró luego como una computadora genera imágenes similares a fotos reales o genera una imagen probable de la cara de una persona con varios años más. También compartió algunas herramientas de IA que se usan para generar imágenes, texto y voz.
Centrándose luego en el ChatGPT, el disertante dejó importantes recomendaciones: “Por favor no lo usen para buscar, no es un buscador, no es una base de datos”, dijo y agregó “El chatGPT siempre inventa. Pero eso no quiere decir que no todo lo que dice está mal, el 99% está bien porque tiene una bolsa muy ordenada. Pero no pueden confiar, chequeen siempre”, aclaró.
Fernández Slezak destacó entonces “el poder y el cuidado que hay que tener con la Inteligencia Artificial”.
Se refirió luego a cómo incorporar los últimos avances de la ciencia en IA en las distintas disciplinas, y puntualizó en el sistema de salud que es donde él se desempeña. En ese marco comentó algunos desafíos y mostró algunas aplicaciones.
Explicó que se busca una mejor salud a través de la Inteligencia Artificial, y mencionó la posibilidad de hacer una consulta entre paciente y médico por chat, como por ejemplo en el caso de personas que consultan con un neurólogo por migrañas, donde generalmente se realizan test de calidad de vida, de sueño, etc.
“El chatGPT siempre inventa. Pero eso no quiere decir que no todo lo que dice está mal, el 99% está bien porque tiene una bolsa muy ordenada. Pero no pueden confiar, chequeen siempre”.
Comentó después sobre el área en el que se encuentra trabajando: el de la identificación de las emociones.
“Herramientas útiles”
Para el cierre de su disertación, Slezak hizo hincapié en algunas recomendaciones. “No al oscurantismo tecnológico», dijo con la aclaración de “entender el qué, no necesariamente el cómo”. “Son herramientas extremadamente útiles”, aseguró y sugirió abrirse a las nuevas posibilidades, descubrirlas, investigar, aprender y darle un buen uso. “En muchos casos son mal usadas”, aseguró.
Por eso, y sabiendo que “la inserción es total”, el especialista promueve el buen uso y para ello “hay que formarse, hay que aprender”, remarcó y recordó que “estas herramientas cada seis meses son nuevas”.
“Y no al sedentarismo cognitivo”, afirmó para cerrar.
Con aplausos agradecieron la presencia y conferencia del especialista que luego respondió preguntas de quienes lo escucharon atentamente.
En ese marco, aseveró que “La IA no reemplaza tareas, pero hay algunas que las puede hacer mucho mejor que nosotros. Por ejemplo, contabilizar píxeles”. Pero aclaró que identificar una afección cerebral a partir de esas imágenes, es ya tarea en la que se destaca el ser humano.