En el marco de acciones que combinan investigación y extensión, un proyecto de la Facultad de Odontología de la UNNE analizó la situación de salud bucal y los perfiles de caries dental de los niños y niñas de 3 y 4 años que asisten a los Centros de Desarrollo Infantil «Mitaí Roga» de la ciudad de Corrientes. En base a los resultados, se implementaron estrategias de intervención para fortalecer hábitos preventivos.
Los niños y niñas en edades tempranas son altamente vulnerables a problemas de salud en general, en particular la salud bucal. Pero al mismo tiempo, representan una franja etaria con mayores posibilidades de intervención para estimular o iniciar los cambios de conductas favorables.
En ese contexto, desde la Unidad Curricular Práctica Clínica Preventiva, de la Facultad de Odontología de la UNNE, se llevó a cabo un proyecto para caracterizar el perfil epidemiológico de lesiones de caries dental en niños y niñas en edad preescolar, 3 y 4 años, que asisten a Centros de Desarrollo Infantil (CDI) Mitaí Roga de la Municipalidad ciudad de Corrientes.
El objetivo de la iniciativa fue identificar problemas relacionados con la salud bucal en esta franja de población y determinar estrategias de intervención.
Recientemente, en la Revista de la Facultad de Odontología (REFO) se publicaron los resultados del trabajo que involucró una muestra de casi un centenar de preescolares de los Mitaí Roga N°1, 5, 15 y 16.
«Este estudio ha permitido identificar elevada prevalencia y severidad de caries, que requieren focalización de las intervenciones sanitarias en la ciudad de Corrientes», se resalta en las conclusiones del proyecto realizado en la FOUNNE.
El trabajo estuvo a cargo de la Dra. Beatriz Cardozo, Dra. Silvia Rita Pérez, Esp. Miguel Vera, Dra. Carolina Barrios y Dra. Patricia Vaculik, quienes, en diálogo con UNNE Medios, destacaron la importancia de recabar datos con rigor científico que permitan luego diseñar estrategias que promuevan prácticas preventivas que orienten cambios de conductas positivas para la salud.
Detalles Del Estudio
Para el estudio, a los niños y niñas incluidos en la muestra se les realizó una historia clínica con antecedentes familiares, personales y examen físico, y se registró edad y género.
La higiene bucal se evaluó mediante “Índice de O`Leary” y la caries dental mediante “Índice ceod”, y se valoró el momento y frecuencia del consumo de los hidratos de carbono de la dieta.
Se registró la educación/ instrucción de los padres o tutores (concurrió o no a la escuela) y la situación socio-económica, mediante encuesta estructurada cerrada: trabaja (si-no), obra social (si-no), vivienda propia (si-no), cantidad de hijos, grupo familiar.
Resultados
En el trabajo, respecto a los factores de riesgo para caries dental, como la deficiente higiene bucal, se registró un índice de O’Leary mayor al 20%, nivel no compatible con salud.
El índice O’Leary se relaciona con la higiene bucal, siendo que, entre los factores de riesgo más importantes en la aparición de las caries en la población infantil, se encuentra la mala higiene bucal.
Por otra parte, el análisis del indicador «ceod» (dientes cariados, con extracción indicada, y obturados) posibilitó identificar elevada prevalencia y severidad de caries.
En tanto, se registró en el total de la muestra una ingesta diaria de entre 4 a 6 momentos de azúcar, factor de riesgo para la iniciación de caries dental.
Relevancia
«Nuestro objetivo de trabajo desde la Facultad de Odontología se enfoca en educación para la salud, y trabajar en edades tempranas es clave para favorecer conductas sustentadas en prevención de la salud» destacó la Dra. Silvia Rita Pérez.
En ese sentido, sostuvo que el estudio del perfil epidemiológico de la población preescolar que asisten a los Centros de Desarrollo Infantil, Mitaí Roga era necesario para poder dimensionar la situación y en base a ello poder diseñar las estrategias de intervención necesarias para mejorar los indicadores encontrados.
Sobre ello, destacó la respuesta encontrada en las instituciones en las que se trabajó, quienes acompañaron la realización de las distintas instancias de trabajo, como relevamientos de información, visitas para controles bucales, charlas y demás actividades.
También mencionó el acompañamiento de las familias, que reconocieron la importancia de generar cambios de conductas en sus hijos e hijas de edad preescolar.
«Tanto la familia como la escuela son eslabones necesarios para estimular hábitos adecuados en los niños y niñas» resaltó.
Y en particular aludió a la predisposición de la población de preescolares, quienes, a pesar de la corta edad, 3 o 4 años, mostraron actitudes positivas con las actividades del proyecto.
La Dra. Pérez comentó que el proyecto se inició en el año 2019 e involucró a docentes y estudiantes de la Facultad, y la continuidad de la propuesta en el tiempo fue importante para poder monitorear la aceptación de las estrategias implementadas en los centros de desarrollo infantil, que «estimamos fueron altamente positivas».
Impacto de los indicadores
Por su parte, la Dra. Carolina Barrios sostuvo que con la investigación se buscó contar con un patrón de comparación que permita tener un punto de partida sobre el cual trabajar para mejorar el perfil epidemiológico en la población de preescolares.
Respecto a los resultados, señaló que el parámetro de nivel de higiene que se mide con el índice O’Leary, es compatible con la salud en un porcentaje menor o igual a 20% y en la muestra estudiada se obtuvieron valores por encima de ese porcentaje.
El índice CEOD, de caries, extraídos y obturados, estuvo en un rango de una media de entre 4.5 a 6.5.
En tanto, sobre los momentos de consumo de azúcar, indicó que fueron elevados, aunque se trata de índices controlables, siempre y cuando se enseñe a consumir estos momentos de azúcar con las comidas (desayuno, almuerzo y cena) y no entre las comidas que sería potencialmente cariogénico.
«Estos valores identificados en el estudio son simplemente una muestra parcial, que nos permitió tomar medidas para poder cambiar la realidad de niños y niñas, y sus familias», destacó.
Consideró que la premisa frente a la problemática es trabajar de manera conjunta y en forma interinstitucional para poder alcanzar mejores hábitos que se vean reflejados en los resultados favorables para la salud bucal.
Importancia de la prevención
En tanto, el Esp. Miguel Vera explicó que, en el marco del proyecto, se hace un registro de los chicos, con control bucal incluido, y en caso de ser necesario se le brinda atención por medio de la Unidad Odontológica Móvil de la Facultad de Odontología.
También se les realiza topicación con flúor, como medida de refuerzo de la pieza dentaria, y se les entrega cepillos de diente como estímulo para crear el hábito de la higiene bucal que se busca inculcar.
Pero remarcó que «si bien hacemos atención, con este proyecto apuntamos a la prevención, a llegar temprano y evitar problemas de la salud bucal».
En ese aspecto, sostuvo que es común que se acostumbre a llevar a los niños a la atención odontológica cuando presentan dolor, «y nosotros tratamos de generar prácticas preventivas, por ejemplo, promoviendo la consulta preventiva periódica al odontólogo más allá de que no haya dolor».
Señaló que, en promedio, a los 6 años el menor ya cuenta con su primera muela permanente, por lo que la cultura del cepillado debe promoverse desde los primeros años, pero siempre con control de las personas adultas para corroborar que esta práctica se realice de manera correcta.
Resaltó que trabajar con las instituciones y las familias posibilita generar “agentes multiplicadores” que contribuyan a consolidar los hábitos tendientes a la prevención de la salud.
“Creemos que este proyecto es un aporte para promover una mirada preventiva sobre la salud bucal y hacerlo desde la temprana edad constituye una estrategia muy acertada” concluyó.