ECOS DE LA SEGUNDA MARCHA FEDERAL UNIVERSITARIA
“La masa de los trabajadores y trabajadoras de las universidades perdimos entre 3 y 4 sueldos en nueve meses”

 

Así lo aseguró la secretaria general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (ADIUNNE), Marina Stein. De esa forma se puede graficar el impacto de la inflación y el desfinanciamiento a las universidades, como consecuencia de medidas del gobierno nacional como la prórroga del presupuesto universitario 2023 y el veto a la Ley de Financiamiento Universitario. 

Muchas fueron las voces que se alzaron durante la segunda marcha Federal Universitaria del pasado miércoles 2 de octubre, en reclamo por el desfinanciamiento que están sufriendo las universidades argentinas y el impacto de la inflación en su funcionamiento y el salario de sus trabajadores. La masiva movilización se realizó también para decir no al veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que el presidente de la Nación, Javier Milei finalmente concretó, apenas horas después de una nueva muestra de repudio social.

“Esa ley de alguna manera viene a traer un alivio al ahogamiento presupuestario que ha generado este gobierno desde que asumió para las universidades nacionales, porque actualizará, de manera bimestral, los gastos de funcionamiento que representan el 8 por ciento del presupuesto educativo, de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC)”, dijo la titular del gremio docente ADIUNNE, antes de que la caravana de manifestantes salga de Resistencia hacia Corrientes, donde se marchó en oportunidad.

Como en abril pasado, la titular de ADIUNNE coordinó las columnas de manifestantes en Resistencia, en la marcha universitaria que unió a Chaco y Corrientes en defensa de la educación pública y en contra del desfinanciamiento universitario.
Como en abril pasado, la titular de ADIUNNE coordinó las columnas de manifestantes en Resistencia, en la marcha universitaria que unió a Chaco y Corrientes en defensa de la educación pública y en contra del desfinanciamiento universitario.

“Y por otro lado -esta norma- actualizaría de manera mensual, de acuerdo a los índices inflacionarios, los salarios del conjunto de trabajadores y trabajadoras que venimos ya con una pérdida del 40 por ciento de nuestro poder adquisitivo”, agregó la también investigadora del CONICET, y directora del Área Entomología del Instituto de Medicina Regional (IMR) de la UNNE.

La brecha entre inflación acumulada y aumentos otorgados por el gobierno originó una variación del poder adquisitivo -en el período diciembre 2023-agosto 2024-, que osciló entre 34,15% para el caso general, ampliándose a 51,45% para el cargo docente inicial, en pérdida.

“Hay una diferencia entre inflación acumulada y aumentos salariales otorgados unilateralmente por el gobierno, de más del 90 por ciento. Entonces ya podemos decir que la masa de los trabajadores y trabajadoras de las universidades perdimos entre tres y cuatro sueldos en 9 meses”, aseguró.

“El congelamiento de la garantía, impuesto por el gobierno de Milei, produjo la inmediata caída de los salarios de diferentes categorías y segmentos de antigüedad por debajo de la línea de pobreza. Fue un hecho inédito”.

Explicó entonces que “para una actualización acumulada del salario neto, otorgada por el nuevo gobierno entre diciembre de 2023 y agosto de 2024, que fue de 60,94% para la generalidad de los cargos, y apenas 18,65% para el cargo inicial de la docencia universitaria, puede verificarse que la brecha entre actualizaciones salariales a inflación oscila entre 83,46% y 125,75% de atraso”.

Con un ejemplo brindó más precisión: “un docente, profesor adjunto con dedicación exclusiva -que significa 40 horas semanales, 8 horas diarias y que probablemente es un docente con posgrado-; y con 7 años de antigüedad, hoy está cobrando por debajo de la línea de pobreza”, dijo y así refutó las declaraciones de la ministra de Capital Humano de la Nación, Sandra Pettovello quien había dicho que la mayoría de los docentes están cobrando por encima de la canasta básica alimentaria. “Claro, pero no habla de la canasta total. La canasta básica alimentaria es de 400 mil pesos, pero la canasta básica total que es para cuatro integrantes en una familia tipo es de 930 mil pesos”, aclaró Stein. Cabe recordar que la canasta básica alimentaria determina la línea de indigencia y la total la línea de pobreza

Así, también un JTP con igual dedicación y 15 años de antigüedad y un auxiliar de 1ra con 20 años, ambos con dedicación “full time”, cobran por debajo de la línea de pobreza. 

“Entonces, por ejemplo, un auxiliar de primera tiene que tener 20 años de antigüedad full time, para no estar por debajo de la línea de pobreza. Es decir, cobra menos de un millón de pesos”, precisó. 

“En síntesis en un momento inédito en la historia, 4 de 5 categorías del Nomenclador universitario (categorías docentes: Asociado, Adjunto, Jefe de Trabajos Prácticos y Auxiliar de primera), y 12 de 32 categorías del Nomenclador preuniversitario (Maestras/os de grado, preceptor/a, entre otros) tienen salarios netos por debajo de la línea de pobreza, para diferentes segmentos de antigüedad”, amplió la investigadora.

Se trata de datos que atañen a las universidades en general. En el caso de la UNNE, no existe la categoría “asociado”, por lo que docentes de 3 de las 4 categorías existentes en esta institución, quienes perciben salarios que no superan la barrera de la línea de pobreza.

La representante sindical recordó también la eliminación del FONID para los preuniversitarios (en la UNNE ERAGIA y Jardín de Infantes) desde enero 2024 representa una pérdida de entre un 12 y 15% del salario.

“El congelamiento de la garantía, impuesto por el gobierno de Milei, produjo la inmediata caída de los salarios de diferentes categorías y segmentos de antigüedad por debajo de la línea de pobreza. Fue un hecho inédito”, afirmó Stein

Con datos como los brindados por la científica y representante sindical, se refuta información que desde el gobierno nacional difundieron, principalmente, durante los días previos a la segunda marcha que -tal como sucediera en abril pasado, durante la primera manifestación-, se replicó en las distintas ciudades del país, con miles de personas recorriendo calles, con carteles en defensa de la educación pública y banderas argentinas.