Un estudio de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE caracterizó la evolución temporal de variables productivas durante el ciclo de crecimiento de siete cultivares de mandioca de uso difundido en las zonas productoras. Entre otros aportes, la información generada puede contribuir a potenciar la productividad de cada material biológico según el destino de la producción, así como para que los productores determinen el tiempo de cosecha ideal.
La mandioca (Manihot esculenta Crantz) se cultiva prioritariamente por sus raíces, pero también las hojas ricas en proteína bruta resultan un recurso nutritivo para la alimentación humana y del ganado doméstico, y además presenta otros potenciales aprovechamientos.
Pero la mandioca muestra una amplia variabilidad genética, por lo que existen numerosos cultivares que se distinguen a través de sus características morfológicas, no obstante, la expresión de muchas de estas características es variable y profundamente influida por el efecto del ambiente.
Además, la especie no tiene una etapa de maduración bien definida, por lo tanto, el tiempo de cosecha en condiciones de campo varía dependiendo de la gestión del agricultor y/o del técnico asesor.
Con el fin de lograr mejores rendimientos, es un práctica común la caracterización de los diferentes cultivares de mandioca, pues cada uno tiene un comportamiento diferente y un tiempo óptimo de cosecha del producto (raíces y/o follaje).
Pero existen pocos estudios que expliquen el comportamiento de los cultivares de mandioca con respecto a su producción biológica (biomasa total) y su relación con la eficiencia en el almacenamiento y acumulación de materia seca en las raíces a diferentes tiempos de cosecha.
Ante ello, desde la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE se llevó a cabo un proyecto para cuantificar y estudiar la evolución de la partición de la biomasa y la dinámica de la acumulación de almidón en las raíces de siete cultivares de mandioca de interés para Argentina, a través del primer y segundo ciclo de crecimiento del cultivo.
El estudio, enmarcado en un proyecto de investigación acreditado por la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNNE, estuvo a cargo de la Mgter. Ángela Burgos junto a la tesista, hoy Ing. Agr. Cristina Marlene Zacarías Gonzales, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE.
Los resultados de la investigación fueron presentados en un artículo publicado en la revista de la Asociación Argentina de Horticultura.
«Este estudio determinó con éxito varias características agronómicas e industriales que pueden ser determinantes en la producción y en la valorización del germoplasma evaluado que podría convertir a la mandioca en la materia prima básica para una gran variedad de productos de alto valor añadido para la industria alimentaria y no alimentaria del nordeste de Argentina» resaltaron.
Según destacaron, los resultados obtenidos, ponen en evidencia que cada cultivar presenta un potencial y un momento óptimo para obtener la máxima productividad según el destino de la producción en las condiciones agroecológicas de la provincia de Corrientes.
Detalles del Trabajo
En el estudio, realizado en el Campo Didáctico Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, se evaluó el comportamiento de siete cultivares de mandioca durante el primer y segundo ciclo de crecimiento del cultivo, a los 6, 7, 8, 9, 12, 15 y 18 meses después de la plantación.
Los cultivares evaluados fueron Amarilla Marcelo, Verde Santa Ana, Palomita, Blanca de Santa Catarina, Rocha, Ramada Paso y Yerutí, cultivares de uso muy difundido en la provincia de Corrientes y en otras zonas productoras del nordeste.
En cada cosecha se midió la biomasa fresca de la parte aérea (BFAT) y su partición a tallo (BFt) y hojas (BFh), biomasa de raíces totales (BFRT) y raíces comerciales (BFRc) y concentración de almidón en raíces.
Resultados
En términos de raíces, los cultivares de mayor productividad en algunas de las instancias de muestreo en el tiempo fueron Rocha, Amarilla Marcelo, Verde Santa Ana y Ramada Paso que superan al rendimiento medio de la provincia de Corrientes.
Consecuentemente los cultivares de menor productividad de raíces fueron Blanca de Santa Catarina, Yerutí y Palomita. El cultivar Rocha puede recomendarse para consumo de mesa por destacarse particularmente en la producción de raíces de tamaño comercial y de manera temprana desde los 6 meses después de la plantación.
Los cultivares que alcanzaron la mayor productividad en términos de concentración de almidón fueron Amarilla Marcelo, Palomita y Yerutí, aunque estos siempre presentaron reducidos rendimientos de raíces reservantes.
Por otra parte, el cultivar Rocha si bien no se destacó por los contenidos de almidón, siempre presentó elevada producción de raíces.
Al estudiar la dinámica de la evolución de la concentración de almidón en las raíces cosechadas durante el primer ciclo, este fue de 30%, mientras que durante el segundo ciclo de crecimiento el promedio fue de 26 %.
Por su parte, el rendimiento promedio de biomasa de raíces totales cosechadas durante el primer ciclo de crecimiento fue de 1235 gramos por planta, mientras que en el segundo ciclo fue de 3488 gramos por planta.
«El estudio posibilitó observar que en Corrientes existe germoplasma altamente productivo»
Si bien la concentración de almidón promedio durante el segundo ciclo (26%) disminuye en promedio un 13,3% respecto de la del primer ciclo (30%), la producción de biomasa de raíces totales aumenta en promedio un 182% entre ambos ciclos, con lo cual, se compensa por productividad.
En tanto, la biomasa fresca de hojas que puede recuperarse y destinarse a la producción de alimentos tanto para la dieta humana como animal, varía alcanzando en promedio 337 gramos por planta al final del primer ciclo de crecimiento, cantidad que se duplica al final del segundo ciclo de crecimiento cuando alcanza valores promedio de 685,6 gramos por planta, según los cultivares.
Sobre este aspecto, se destaca que la recuperación de las hojas de mandioca permite la reducción de desperdicios y la conversión de pasivos ambientales en activos nutricionales en el marco de una economía circular.
Relevancia
Las autoras del estudio resaltaron que para poder llegar a satisfacer la demanda que exige el sector de la industria de la mandioca para extraer almidón, se debe pensar en la mejora de las prácticas de cultivo, incluida la recomendación de nuevos cultivares, la definición de las épocas de cosecha más adecuadas de los mismos y las posibles interacciones entre dichos factores para lograr una provisión continua de materiales de calidad.
Todas estas demandas tecnológicas están destinadas a aumentar el rendimiento y ampliar el período de almacenamiento de raíces y, por lo tanto, el funcionamiento de las industrias.
«En ese sentido, el estudio posibilitó observar que en Corrientes existe germoplasma altamente productivo» resaltó la Ing. Burgos respecto a las conclusiones de la investigación.
Sostuvo que la respuesta del crecimiento de los materiales genéticos a las condiciones ambientales es útil para estudios comparativos entre cultivares y mide la eficiencia de una planta en la producción de biomasa y en este caso en particular también de almidón almacenado en las raíces tuberosas.
La información generada puede contribuir con los productores para identificar el tiempo ideal de cosecha de su cultivar, o de acuerdo a los tiempos y tipo de ambiente podría seleccionar el cultivar que mejor se adapte a esas condiciones.
Para concluir, destacó la posibilidad de realizar trabajos a niveles de ensayos pero que tienen un objetivo de transferencia porque la cadena del cultivo de mandioca en la región es un sector muy demandante de conocimiento para optimizar la producción.