Ana Paula Bellando nació en corrientes pero hace más de 13 años que reside en Buenos Aires, desde entonces su lugar de origen es su bandera y carta de presentación. El aislamiento durante los primeros meses de la pandemia del 2020 fue escenario para que Ana Paula desarrollara una de sus pasiones: el dibujo. En esos años comienza a desarrollar el dibujo digital utilizando una Tablet y un lápiz óptico.
Este mes presenta su muestra “Venus del Litoral” en el Espacio Plasma del Centro Cultural Universitario de la UNNE (primer piso, Córdoba 794), donde a través de una selección de ilustraciones busca reflexionar sobre su identidad y lugar de origen.
En esta entrevista, el CCU quiere conocer un poco más de esas historias que se hicieron dibujo.
CCU: ¿Cómo comenzaste a ilustrar?
Ana Paula Bellando: Disfruto mucho dibujar desde que tengo memoria pero no siempre elegí hacerlo. Antes lo tomaba como una actividad más recreativa. Hoy busco tener ese espacio todo el tiempo.
CCU: ¿Cómo surgió la temática del litoral en tus dibujos?
Ana Paula Bellando: Recién en pandemia, viviendo sola, con mucho tiempo a disposición y atravesando una crisis existencial como la mayoría (je) empecé un camino de introspección, de desarrollo personal que derivo en querer explorar mi creatividad desde un lado más consciente y atraves de la ilustración. Sentí por primera vez la necesidad de expresarme, de buscar un estilo que me identifique y relatar a través de la ello aquello que me representa y sobretodo que pueda compartir con otros. Es un proceso que nunca termina porque siempre hay algo más por descubrir. En ese proceso la temática que abarco surgió naturalmente, porque soy oriunda de esta región y porque es un distintivo que no se pierde aun viviendo en otra ciudad y además porque el proceso mismo me llevó a volver al origen.
¿Hay alguna historia personal detrás de tus dibujos? ¿Nos contas una?
Ana Paula Bellando: Creo que con o sin intención todas las ilustraciones guardan relación con mi historia y tienen un sentido. Son interpretaciones de una realidad que compartimos.
Si tengo que nombrar una obra que tenga que ver con mi historia personal diría que es la ilustración de las torres. Crecí en el barrio, es el paisaje que me devolvió mi ventana desde siempre. La historia del lugar en abandono merece un capítulo aparte. Retratarlo es una forma de marcarlo y visibilizarlo. En lo que respecta a la obra, transforme una imagen cotidiana de mi barrio en una imagen simbólica para relatar un momento personal. Las torres – ubicada en Av. La Paz -, devuelven la imagen de una estructura agrietada / dañada pero en pie que guarda relación con ese momento en que uno se empieza a cuestionar sus estructuras y patrones a visibilizar sus heridas. Me refleja a mí misma en ese momento, con la voluntad resignificar y de transformarme (en el acto florecer). Las flores y los frutos del mburucyá representa también a quienes me sostienen, me acompañan y son hogar.
Otra obra, La niña del Ñangapiry, es un autorretrato y hace juego con un chamamé que conocí por mi mamá.
CCU: ¿Tuviste otras exposiciones? ¿Cómo fue?
Ana Paula Bellando: Expuse por primera vez en ArteCo 2023, en la categoría de artistas individuales. La experiencia fue muy enriquecedora. Me emociono mucho la conexión con el público y sus devoluciones. Cuando muestro lo hago a fuera del territorio, noto curiosidad, que buscan entenderlo y me predispongo a que así sea. Pero la respuesta en ArteCo fue única porque el público reconoce el paisaje de las obras Algunas personas se identificaron o manifestaron que algún personaje les recuerda a alguien cercano, captan el juego de palabras y así mismo encontré complicidad con gente que es del barrio cuando vieron las torres. Me emociono porque el arte nos conecta y se convierte en un acto colectivo. Fue una experiencia muy linda