En el marco de un proyecto de exploración argentino-japones coordinado por el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), investigadores del CECOAL (UNNE-CONICET) y de la FacENA-UNNE) contribuyeron en la descripción de restos de insectos encontrados en muestras fósiles de una unidad geológica de aproximadamente 70 millones de años en la Patagonia Argentina. El hallazgo cubre un vacío de conocimiento en el hemisferio sur sobre la fauna de insectos del Cretácico, periodo cuyo final marcó la extinción de los dinosaurios.
Con el objetivo de recuperar información sobre el fin de la “Era de los dinosaurios”, desde finales del año 2019, un proyecto internacional coordinado desde Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV) del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN-CONICET) por el Dr. Fernando Novas, viene explorando afloramientos de la Formación Chorrillo en la Patagonia Argentina.
Esta secuencia de rocas de 500 metros de espesor compuesta por conglomerados, areniscas y calizas, es una unidad sedimentaria con una edad de entre 72 y 66 millones de años atrás, que se corresponde con el piso Maastrichtiano, el intervalo final del Cretácico.
Gracias a las campañas realizadas, se recolectaron restos óseos de dinosaurios, aves, tortugas, peces, y otros mamíferos, así como de otros organismos de interés.
Pero uno de los hallazgos que llamó la atención dentro de muestras de rocas recuperadas para estudios de polen y esporas realizados por los Dres. Valeria S. Pérez Loinaze y Ezequiel I. Vera de la División Paleobotánica (MACN-CONICET), fue la presencia de elementos microscópicos que identificaron en primera instancia como restos quitinosos de diferentes grupos de artrópodos.
Con el fin de evaluar la trascendencia de esos descubrimientos, desde el equipo coordinado por el Dr. Novas convocaron un grupo de paleontólogos y biólogos, entre ellos el Dr. Mateo D. Monferran, el Dr. Oscar F. Gallego y la Lic. Lara M. Sabater, del Centro de Ecología Aplicada del Litoral («CECOAL», CONICET-UNNE) y del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE, y a la Dra. Julieta Massaferro del Programa de Estudios Aplicados a la Conservación de la Biodiversidad (CENAC/APN).
En esa línea, recientemente se publicaron en la Revista Communications Biology y el blog de Springer Nature los resultados del mencionado estudio con la descripción de la fauna de insectos de la Formación Chorrillo.
En la publicación se destaca que la abundancia de restos quitinosos en los yacimientos de la Formación Chorrillo pertenecientes a artrópodos taxonómicamente no identificados, «promete nuevos y apasionantes descubrimientos en este remoto lugar del sur argentino”.
Asimismo, se agrega que el presente descubrimiento constituye el primer hallazgo de cuerpos de insectos del Maastrichtiano en el hemisferio sur, llenando así el vacío entre las entomofaunas conocidas del Cretácico Inferior y las del Paleógeno.
Los materiales de artrópodos están representados por aproximadamente 30 especímenes, e incluyen representantes de Chironomidae, Ephemeroptera y Lepidoptera, así como otros restos aún no identificados, posiblemente de especies desconocidas aún para la ciencia.
El aporte del CECOAL (UNNE-CONICET)
Respecto a la participación de especialistas del CECOAL y de la FaCENA-UNNE en este estudio, UNNE Medios dialogó con el Dr. Oscar F. Gallego responsable del Grupo de Paleontología y paleoambientes continentales fanerozoicos (SEGCyT-UNNE), quien destacó la importancia de haber sido convocados para un estudio que terminó aportando información de suma trascendencia en el campo de la paleoentomología.
Detalló que con la coordinación del Dr. Mateo D. Monferran, junto a la Lic. Lara M. Sabater y la Dra. Julieta Massaferro, contribuyeron al desarrollo de los estudios sistemáticos y descripciones de los ejemplares recuperados.
En tanto, se contó además con la colaboración del Dr. Darío D. Larrea, becario posdoctoral de CONICET del Grupo de investigación en Biología de los Artrópodos (GIBA) de la FaCENA (UNNE), para la elaboración de un diseño de reconstrucción ambiental para esa unidad geológica en base a toda la información disponible de la Formación Chorrillo.
Comentó que los restos hallados significan un gran aporte para el conocimiento de la fauna de insectos que convivieron con los dinosaurios, pero también podrían ayudar a determinar cómo evolucionaron estos grupos tras los eventos que marcaron la extinción de los dinosaurios.
“Es una satisfacción aportar a un estudio de tamaña significancia” insistió en referencia al vacío de información que existía sobre la fauna de insectos de finales del Cretácico.
Agregando que “la fauna de insectos de Chorrillo luce un aspecto moderno en su composición taxonómica y diversidad apoyando de esta manera lo expresado por otros autores para el hemisferio norte acerca de su mayor parecido a las faunas paleogenas que a las del cretácico temprano”.
El Dr. Gallego insistió en la importancia de haber contribuido en este proyecto del LACEV (MACN-CONICET) y del National Museum of Nature and Science (Japón), dirigido por el Dr. Fernando Novas, y consideró que es una muestra del trabajo interinstitucional e interdisciplinario que caracteriza a la paleontología.
Relevancia del proyecto
Según se destaca en el artículo de la revista Communications Biology – Springer Nature, las faunas de insectos de finales del Cretácico son poco conocidas en todo el mundo y, particularmente, en el hemisferio sur existe una brecha sin mucha información con respecto a las asociaciones de insectos de finales de ese periodo.
En ese sentido, el inesperado descubrimiento de restos microscópicos de artrópodos fósiles en los yacimientos de la Fm. Chorrillo, empleando las habituales metodologías palinológicas, “anima a los paleoentomólogos a una búsqueda activa de restos de insectos en unidades geológicas de diferentes edades, lo que podría proporcionar una forma única de ampliar nuestro conocimiento sobre la diversidad pasada de diferentes grupos de insectos”.
También se resalta que los niveles de rocas de la Formación Chorrillo constituyen una formidable “ventana” a un ecosistema antiguo que puede ofrecer pistas novedosas sobre la crisis de la vida al final del Mesozoico en los continentes del hemisferio sur.
*Imagen de Portada: Crédito Fernando E. Novas en Springer Nature.