La Universidad Nacional del Nordeste busca incorporar al trayecto académico de sus alumnos y alumnas, esta función de la educación superior que implica acciones de campo fuera del aula, en territorio. Se delineó un plan y se desarrollan instancias de capacitación interna.
“La propuesta universitaria de grado no se limita a la formación científico-técnica de una profesión específica sino que se estructura a partir de la formación integral del universitario, de modo tal que nuestros jóvenes sean portadores de conocimientos científicos y tecnológicos que les permitan ser agentes de desarrollo, pero también ciudadanos transformadores, democráticos, comprometidos socialmente, defensores de la libertad, la justicia social, los derechos humanos y la inclusión”, señala la Licenciada en Ciencias de la Educación (UNC) y Diplomada en Extensión Universitaria de la Red de Extensión Universitaria (REXUNI), Sandra Gezmet. Así lo entienden también en la Universidad del Sol, y por ello hace varios años se avanza hacia la curricularización de la extensión universitaria.
La curricularización de la extensión supone “incorporar al trayecto académico (currícula) del estudiante universitario diversas modalidades de acciones de campo fuera del aula, en el territorio, que involucren las tres funciones sustantivas de la educación superior –docencia, investigación y extensión”, como se explica desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
Para alcanzar ese objetivo se pusieron en marcha unas jornadas de capacitación para autoridades y trabajadores de la Universidad, vinculados con el extensionismo.
El pasado 1 de agosto se realizó la primera reunión en la que secretarios/as académicos y de Extensión de las Unidades Académicas e Institutos de la UNNE, directores/as de proyectos de extensión y miembros del consejo asesor, y representantes de la Comisión Curricular por Unidad Académica, trabajaron en torno a la “Curricularización de la Extensión, la integralidad, implementación, evaluación, experiencias y desafíos”.
Se explicaron los conceptos generales del tema y detalles del Plan de Curricularización de la Extensión de la Universidad.
Un plan para curricularizar la extensión
En la UNNE se entiende además que “la innovación universitaria debe iniciarse en la extensión”. Por ello, el plan elaborado tiene como eje conferir centralidad a las actividades de extensión.
Para llevar adelante dicho plan, se tuvieron en cuenta dos conceptos clave: el de la “formación integral”, por la que se entiende que “la propuesta universitaria de grado no se limita a la formación científico-técnica de una profesión específica sino que se estructura a partir de la formación integral del universitario, de modo tal que nuestros jóvenes sean portadores de conocimientos científicos y tecnológicos que les permitan ser agentes de desarrollo, pero también ciudadanos transformadores, democráticos, comprometidos socialmente, defensores de la libertad, la justicia social, los derechos humanos y la inclusión”, como señala la Licenciada en Ciencias de la Educación (UNC), Especialista en Gestión de la Educación Superior (UNSE) y Diplomada en Extensión Universitaria de la Red de Extensión Universitaria (REXUNI), Sandra Gezmet.
Y la “integralidad de funciones”, que supone pensar la formación universitaria no solo como algo únicamente teórico conceptual, sino “…como algo que se hace y se recrea en la
práctica..”. “La integralidad es un movimiento que, sin descuidar los aprendizajes y la producción de conocimiento, pone a la extensión en el centro de las funciones universitarias. O, mejor dicho, pone a la interacción con la sociedad como el motor de la vida universitaria”, señala el comunicador, docente e investigador Gabriel Kaplún cuando habla de “esta triple integración”.
El plan supone además tres procesos emparentados: la curricularización de la extensión; la integralidad como criterio rector del diseño, implementación y evaluación de las prácticas universitarias; y la territorialización.
Se tienen en cuenta también cuatro modelos que organizan y estructuran las prácticas extensionistas: el modelo tradicional o de divulgación; el modelo concientizado, el modelo economicista o empresarial y el modelo integral.
“El modelo integral, de cuño más reciente, en el que la extensión se piensa desde una universidad “democrática, crítica y creativa” que procura la “democratización del saber” y asume la función social de contribuir a la mayor y mejor calidad de vida de la sociedad, de aportar no solo “al crecimiento cultural, sino también a la transformación social y económica y con ello a su propia transformación” a partir de un “diálogo interactivo y multidireccional con los diferentes actores involucrados en la relación”, la docente e investigadora Daniela Paola Bruno (UBA).
Las autoridades de la UNNE entienden también que “las nuevas condiciones curriculares, adecuadas a un modelo de universidad integrada a la comunidad, suponen desafíos para los docentes, porque requieren revisar marcos teóricos, enfoques metodológicos y el sentido de la propia práctica docente, en tanto ésta articula efectivamente la investigación y la extensión” (Loustaunau y Rivero, 2016). Por ello, continuarán estos espacios de capacitación. En septiembre próximo se realizará el segundo encuentro, donde se avanzará sobre la “Incorporación curricular de la extensión: conceptos, políticas e instrumentos de gestión”.