En el marco de un nuevo aniversario de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional del Nordeste “Prof. Ítalo Juan Luis Mettini”, se realizó el pasado viernes una charla abierta sobre la “Historia de la primera Biblioteca Popular de los Territorios del Chaco”, de la que participaron docentes, investigadores y estudiantes. El disertante fue el profesor Marcos Antonio Altamirano, Doctor Honoris Causa de la UNNE, miembro de la Junta de Estudios Históricos del Chaco y de la Sociedad Argentina de Escritores.
Estudiantes de la Facultad de Humanidades (UNNE) y del Instituto de Educación Superior San Fernando Rey, docentes, investigadores y personal de la Dirección General de Bibliotecas llenaron la sala de la Biblioteca Central de al UNNE en el Campus Resistencia.
“Hoy es el Día de las Bibliotecas Populares y por eso el tema de la charla está orientada a la primera biblioteca popular del Territorio del Chaco”, dijo el profesor Altamirano en su exposición, que se basó en una investigación propia, presentada hace un tiempo atrás en un congreso nacional en Buenos Aires.
“Tiene que ver con los comienzos de la vida de la gobernación del Chaco en la época de la presidencia de Sarmiento, cuando todavía no estaban definidos los límites”, explicó. Además, recordó que por ese entonces había conflictos con Paraguay y no estaba claro cómo quedarían conformados los territorios.
“En ese contexto de tensiones y negociaciones diplomáticas se creó Villa Occidental, la primera capital del Chaco que fue frente a Asunción”, detalló. Fue Julio de Vedia, quien era el gobernador en ese momento, el que creó la primera biblioteca de los Territorios del Chaco.
Altamirano señaló que en la actualidad hay más de 2.000 bibliotecas populares en todo el país. “En Resistencia y las principales ciudades del Chaco tenemos bibliotecas populares que se caracterizan por tener gestiones privadas, no pertenecen al sistema bibliotecario provincial”, contó.
Digitalización y el rol de las bibliotecas
“Quizá el sistema bibliotecario de todo el país fue una de las primeras instituciones que se adaptó a los cambios de la informática, como ser la digitalización de los libros, el acceso a las bases de datos en internet y la conexión con los usuarios vía online”, reflexionó el profesor.
Además, contó que “en este momento, la mayor actividad es la que tiene que ver con la digitalización de los libros, más que el cuidado del material bibliográfico tradicional”. Explicó que a partir de la llegada de internet, se ha ampliado el campo de trabajo dentro de las bibliotecas.
Biblioteca Central
“Esta biblioteca es la que centraliza todos los movimientos de las demás que dependen de la UNNE, tanto las de acá como las de Corrientes y eso hace que la tarea sea mucho más compleja”, explicó antes de su charla.
Altamirano indicó que cada facultad de la universidad tiene su propia biblioteca especializada, que están conectadas a la base de datos de la biblioteca central. Recordó que en sus inicios, la biblioteca central estaba integrada al conjunto de facultades del campus y no operaba en el actual edificio.
Historia
Fue el 17 de septiembre de 1959 cuando se inauguró la Biblioteca Central de la UNNE, en un acto presidido por quien era el rector Roberto A. Billinghurst, ante autoridades provinciales y universitarias. En ese acto se entregaron certificados a los egresados del curso para bibliotecarios.
La nómina completa de aquellos primeros profesionales de la especialidad estaba compuesta por: Ángela María Menteguiaga, Francisco José Romero, Ada Elena González, Eva Isolina Bernabey, Delia Josefina Gorostizu, Josefina P. de Olivera, Eduardo Rubén Ferreyra y Susana G. Ferreyra.
En el equipo que prestaba servicios en la biblioteca durante ese año estaban: Ángela María Menteguiaga, Eva Isolina Bernabey, Delia Josefina Gorostizu, Bronislava Bittermann, Elsa M. Cajal, Marta de Seta, Vicente E. Guerrero, Arnoldo Bronda, Julio E. Encinas y Ricardo Santa Cruz.
La institución se originó en la biblioteca del departamento de Extensión Universitaria y Ampliación de Estudios y en sus inicios funcionaba en aulas que pertenecían a la Facultad de Humanidades y Ciencias Económicas de la UNNE. Con el tiempo, el crecimiento significativo en la comunidad de usuarios académicos y las demandas de nuevos servicios, surgió la necesidad de ampliar el espacio edilicio para garantizar una mejor atención.
A principios de la década del 70 comenzó a construirse un edificio propio, en el campus de la UNNE en Resistencia (Av. Las Heras 727), donde funciona actualmente desde el año 1974.