LA MIRADA DE UN ESPECIALISTA DE LA UNNE
De la Buenas Prácticas Agrícolas a la Certificación de Frutas y Hortalizas, un camino ético y sustentable

 

Desde el Instituto Agrotécnico “Pedro M. Fuentes Godo” de la Universidad Nacional del Nordeste se promueven las BPA y se aporta a su mejora continua, por medio de jornadas y dictado de capacitaciones. En éste artículo de opinión, el ingeniero agrónomo, especialista en BPA del mencionado instituto, e Instructor Registrado GLOBALG.A.P, Sebastián Blanco repasa la importancia y beneficios del proceso.

Hay una frase que se ha popularizado para referirnos a las Buenas Prácticas Agrícolas, dice que “es hacer las cosas bien y dar fé de ello”. En la chacra, estar comprometidos con el trabajo diario cumpliendo al pie de la letra con listas de verificación o protocolos, nos demuestra que el productor está haciendo las cosas bien. Por otro lado hay un punto importantísimo para el consumidor, que es la confianza en la inocuidad de un alimento, aún más si se tratan de frutas o verduras. Esa confianza se gana con años de presencia en el mercado, o mejor aún, se puede lograr en el corto plazo dando fé del origen y procesos por los que ha atravesado ese alimento por intermedio de las certificaciones agrícolas. 

En muchas provincias de Argentina existen las mesas de trabajo de Buenas Prácticas Agrícolas, conformadas por reconocidas instituciones público-privadas que siguen ciertos criterios técnicos y lineamientos de trabajo proporcionados por el SENASA. La provincia del Chaco no es la excepción, y en este ámbito el Instituto Agrotécnico “P. Fuentes Godo” aporta su compromiso en el sendero de la mejora continua de las BPA, a través de la organización de jornadas y dictado de capacitaciones sobre temas de sustentabilidad y conservación de los suelos, gestión adecuada de productos fitosanitarios, calidad del agua, entre otras actividades. 

Desde el Instituto Agrotécnico de la UNNE se dictan capacitaciones en materia de Buenas Prácticas Agrícolas.
Desde el Instituto Agrotécnico de la UNNE se dictan capacitaciones en materia de Buenas Prácticas Agrícolas.

Si bien estas certificaciones o normas mundialmente reconocidas y aceptadas, buscan hacer foco en la sustentabilidad dentro de los procesos productivos (agua, suelo, enmiendas, biodiversidad, huella de carbono, etc.) y en la obtención de alimentos inocuos (presencia de microorganismos patógenos y residuos de fitosanitarios), también indagan sobre el compromiso dentro de la explotación frutihortícola con la implementación de correctas prácticas sociales que involucran a quienes trabajan dentro de la finca en todos sus niveles, aportando mejores condiciones laborales además de un entorno más seguro, dentro de las que se destaca GRASP de GlobalG.A.P., junto a otros sellos como como FairTrade International y la World Cocoa Fundation, que buscan además asegurar un trato justo para los pequeños y medianos productores. Seguir estas buenas prácticas trae como beneficio extra para los productores, conseguir la apertura de nuevos canales de comercialización dentro de países que hoy exigen total transparencia en todas las etapas del proceso. 

Los modelos de negocios productivos tienen hoy una fuerte cultura basada en la sustentabilidad, donde la premisa es la estrategia Win to Win, conservar el ambiente y la biodiversidad, obteniendo beneficios económicos justos para todos los actores de la cadena de suministros, logrando el abastecimiento de la población mundial con alimentos abundantes, inocuos y de calidad a precios asequibles para los consumidores. 

Estamos inmersos en una era de tecnología al alcance de casi todos, donde el inspector de alimentos más riguroso es el consumidor, cada vez más ávido de información y crítico especializado, al que las nuevas herramientas “tech” en alimentos certificados proveen datos instantáneos y más precisos. Desde el escaneo de un simple código QR con un teléfono móvil a la etiqueta del packaging o una serie numérica que luego se carga en una página web, el consumidor puede recibir información de la trazabilidad de esa fruta o verdura, es decir, toda su historia contada desde el campo hasta la góndola, con un final feliz de ese cuento en la mesa del consumidor. 

El ingeniero agrónomo Sebastián Blanco, es especialista en BPA del Instituto “Pedro M. Fuentes Godo” e Instructor Registrado GLOBALG.A.P.
El ingeniero agrónomo Sebastián Blanco, es especialista en BPA del Instituto “Pedro M. Fuentes Godo” e Instructor Registrado GLOBALG.A.P.

Para esto contamos hoy en día con múltiples códigos reconocidos e interconectados a nivel mundial, que nos permiten realizar un seguimiento o trazabilidad desde la cosecha de un lote de verdura hasta la góndola. Todo este camino recorrido ha sido monitoreado, se lo conoce como cadena de suministro o abastecimiento, que debe lograrse con inmediatez y con integridad total de datos. 

A la tecnología de blockchain quizás la conocemos más como “criptomonedas”, pero emergen como una importante fuente de seguridad de la gestión de logística, en el proceso de embarque, certificados y cartas de crédito. Al ser una tecnología que usa encriptado de claves y la descentralización de datos, brinda integridad y confiabilidad a la gestión de la cadena de transacciones e información.

La trazabilidad además de aportar transparencia y conocimiento, también brinda seguridad, que resulta trascendental cuando de resguardar la salud pública se trata. Por ejemplo, podría detectarse en alguna parte del eslabón de la cadena una deficiencia en el proceso que haya generado una contaminación microbiana o química, y es vital contar con mecanismos tecnológicos de comunicación más ágiles para poder rastrear inmediatamente la fuente del problema e inactivarla con una eventual retirada del producto del mercado. De esta manera estaríamos resguardando la salud de miles de personas. Ante el brote de una enfermedad causada por alimentos es necesario actuar rápidamente, dejando atrás el anonimato de los productos primarios generados en la granja.

Reconocida por ser uno de los primeros sellos de certificación de alimentos de la cadena primaria GLOBALG.A.P., el 26 de abril pasado ha presentado a nivel mundial la nueva versión v.6 de Aseguramiento Integrado de Fincas, además de la versión 2.0 del complemento GRASP que significa GLOBALG.A.P Evaluación de Riesgos en la Práctica Social, estos dos avances se realizaron en base a una gira mundial de consultoría de dos años por parte de sus líderes, quienes incorporaron un mayor compromiso en cuestiones sociales, la tecnología como camino de mejora continua y simplificación de la tarea de los agricultores evitando la duplicación de esfuerzos.

El camino está trazado, no se discute hoy en día que el agricultor debe trabajar en el marco de las Buenas Prácticas Agrícolas, la mejora continua como vehículo que nos transporta hacia un lugar mejor, nos irá  llevando de la mano hacia el sello de compromiso total, que nos proporcionan las certificaciones en la producción primaria de alimentos.