Con relevamientos en más de 40 kilómetros de la cuenca del Arroyo Riachuelo hasta la desembocadura con el Río Paraná, un estudio analizó la distribución y uso del hábitat del “Lobito de Río”, una de las especies declaradas Monumento Natural de la Provincia de Corrientes. Su investigación es importante ya que es una especie protegida y considerada un biomonitor de la salud de los ecosistemas acuáticos.
Como parte integrante de la Fauna Provincial, el Lobito de Río (Lontra longicaudis) fue declarado Monumento Natural Provincial de Corrientes, junto a otras especies, a través del Decreto-Ley Nº 1.555/92, con el fin de protegerlo.
Tanto a nivel mundial como nacional se encuentra categorizada como “Casi Amenazada” y se estima que su población está en actual decrecimiento. Dentro de sus amenazas se encuentran la degradación de su hábitat natural, el cambio climático, la contaminación del agua por efluentes domésticos, industriales, forestales y agrícolas, entre otros.
A pesar de todo, el Lobito de Río cuenta con escasos estudios en la Argentina, y específicamente en Corrientes, donde hace casi 20 años que no se realizaban estudios sobre la especie.
Ante ello, una tesis de graduación fue el puntapié para sentar las bases de un estudio de largo plazo sobre este ejemplar característico de la fauna de Corrientes.
La autora del trabajo es Adriana Vallejos, estudiante de la Licenciatura en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la UNNE, y además guardaparque del Parque Provincial San Cayetano de Corrientes.
Si bien por las observaciones de guardaparques, investigadores o por información de los habitantes de la zona, se sabe de la presencia del Lobito de Río en la cuenca del Arroyo Riachuelo, “se consideraba necesario realizar un estudio de base que nos permita conocer sobre dónde estaban los lobitos y si preferían algún hábitat en particular” explicó la autora de la investigación.
Para el relevamiento se buscó registrar la presencia de ejemplares, divisando huellas y heces de estos animales a lo largo del Riachuelo.
La tarea no fue ni es fácil, pues implicó recorrer las costas del Riachuelo, a pie o en bote, con distintos climas y temperaturas, y distintos ambientes como zonas de barrancas, bosques cerrados o con gran complejidad de acceso. Además, el muestreo comenzó en enero del corriente año, un duro momento para la provincia, con sequía extrema e incendios.
A futuro se planea continuar con la investigación sobre la especie en Corrientes y generar información de base para la toma de decisiones en conservación. Sobre todo se hará énfasis en que actualmente es considerada una “especie centinela”, ya que alerta sobre la aparición de enfermedades que puedan transmitirse al ser humano.
“Esperamos que este trabajo sea el primero de muchos que favorezcan a la protección y monitoreo de este emblema de las aguas correntinas’’ sostuvo Vallejos, quien en su trabajo de tesis contó con la dirección del Dr. Martín Kowalewski, de la Estación Biológica Corrientes (CECOAL, CONICET-UNNE) y el Dr. Alejandro Valenzuela, de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, uno de los especialistas más reconocidos del país en el estudio de nutrias.
Además, cuenta con el apoyo del personal técnico de la EBCo y la Dirección de Parques y Reservas de la Provincia de Corrientes.
“Creemos que una pieza fundamental para todo proyecto de conservación es involucrar a la ciudadanía haciéndola partícipe” señaló y comentó que con ese objetivo se están realizando flyers de difusión para que las personas puedan contactarlos si ven a la especie en cualquier lugar del nordeste.
De esta manera, se puede tener información actual sobre qué lugares son frecuentados por el Lobito de río.
Al respecto, señaló que si alguna persona observa un lobito, puede registrar su ubicación y enviarla al Instagram de la Estación Biológica de Corrientes @estacionbiologica, al e-mail lobitocorrientes@gmail.com o al teléfono 3794339710.