EL APORTE DE GABRIELA BARRIOS, DOCENTE DE LA UNNE
Napalpí y los documentos que dan cuenta de la presencia y hostilidad policial, incluso antes de la masacre indígena

 

Durante la tercera jornada del juicio por la verdad sobre la Masacre de Napalpí, continuaron las declaraciones de investigadoras y docentes de la Universidad Nacional del Nordeste. Entre ellas, se escuchó el testimonio de María Gabriela Barrios, licenciada en Trabajo Social, magíster en Políticas Sociales y docente de la UNNE en la carrera de Ciencias de la Información de la Facultad de Humanidades.

“Creo que debemos aportar en lo colectivo a procesos que revisen los hechos de impunidad, para que podamos generar sociedades más justas”, dijo Barrios al ser consultada por sus motivaciones para realizar contribuciones a la causa.

En su alocución, en la mañana del miércoles 27 de abril, habló principalmente del material que encontró sobre el contexto y el momento de la Masacre de Napalpí. «El Archivo Histórico Provincial reúne información de fuentes oficiales, de instituciones de la provincia que a lo largo de la historia van acumulando información y se hace una selección de qué se guarda y que se descarta», aclaró.

En cuanto al material encontrado sobre Napalpí contó: «En 2014 encontramos una caja llamada «aborígenes» que guardaba documentos que venían de la Policía de la Provincia del Chaco, como de la gobernación». Eran siete documentos que tenían relación con lo ocurrido en 1924, dentro de los cuales había un listado del personal de tropa y la cantidad de armas de guerra con la que contaban en los días previos a la Masacre de Napalpí. 

«El informe es del día 15 de julio y aparecen 35 gendarmes con nombres completos y números de registro, el tipo de equipo que tenían y la cantidad de tiro de guerra, que eran un total de 2.400», detalló. 

Otros de los documentos encontrados son telegramas con reclamos por el pago de deuda por la presencia de policías y gendarmes en la reducción. La investigadora contó que estos registros corresponden a unos meses previos a la masacre.

«La presencia de las fuerzas es muy anterior a la matanza, dado que desde mayo había apostado en Napalpí un número importante de policías y gendarmes», remarcó.

Dentro de la documentación encontrada en el archivo también hay un intercambio de cartas con información sobre la masacre y los días previos y posteriores. Hay declaraciones en los documentos que dan cuenta de la situación de hostilidad hacia los indígenas que vivían en la reducción y que era difícil evitar una masacre. 

También se encontró un informe del comisario a cargo de la represalia en la reducción, donde se trataba de “forajidos indígenas” a quienes estaban en las protestas. Según el informe oficial, posterior a la masacre, solo se hablaba de la muerte de cuatro indígenas y ningún efectivo de las fuerzas públicas.

«Hay mucho más en el expediente judicial de la época porque va hasta el mes de noviembre de 1924 y están los testimonios de varios de los policías que estuvieron en ese momento», agregó. En esos testimonios, en general, hay coincidencias en la descripción de los sucesos pero se encuentran diferencias en cuanto a la cantidad de efectivos presentes en el lugar, según explicó Barrios. 

Así, la especialista quien también está actualmente al frente de la dirección del Patrimonio Cultural de la provincia del Chaco, sumó significativos aportes de datos, cifras e información en general, al juicio por la verdad sobre la Masacre de Napalpí, que continúa con audiencias que se desarrollarán en Resistencia, Machagai y en la ciudad de Buenos Aires. Se espera que el 19 de mayo se pueda conocer el fallo del juicio por la verdad.