Desde el Grupo de Energías Renovables de la UNNE señalan que en la región nordeste se ha logrado demostrar la viabilidad de la generación solar fotovoltaica a través de pruebas piloto, se avanzó en la formación de profesionales y se propició la articulación entre sectores involucrados en la promoción de esta energía renovable. Ahora resta el desarrollo e implementación de políticas de incentivos adecuados que permitan principalmente sobrellevar los costos de inversión inicial que implican para usuarios particulares y comerciales.
La generación de energía mediante fuentes renovables viene en crecimiento en el país.
En 2020, el 9,7% de la demanda total de energía eléctrica fue abastecida a partir de fuentes renovables, un muy significativo incremento respecto a 2019, cuando ésta representó el 5,9% de la demanda del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).
Este aumento también se halla en línea con el objetivo de cubrir el 20% de la demanda eléctrica en 2025, establecido por la Ley 27.191.
Dentro de las fuentes renovables se destaca el crecimiento en proyectos de generación solar fotovoltaica.
Al respecto, para conocer sobre la actualidad de la generación solar fotovoltaica en el país y la región nordeste, el Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la UNNE dialogó con el Dr. Manuel Cáceres, director del Grupo de Energías Renovables (GER).
“Si bien se evidencia un progresivo crecimiento en la incorporación de generación solar fotovoltaica en la región, el mercado aún no ha despegado en el sector residencial y comercial, en parte debido a la falta de esquemas financieros que permitan al usuario afrontar los costos de inversión en proyectos privados de baja escala y por parte de los usuarios particulares” expresó el investigador de la UNNE.
Es que, si bien los costos de equipos e instalación para sistemas de generación solar fotovoltaica vienen en baja, siguen resultando altos para el usuario común, y por tratarse en mayor medida de tecnología importada, sus precios están en dólares.
Se estima que una instalación domiciliaria con almacenamiento ronda los 10 mil dólares, y la recuperación de la inversión se aproxima a los 8 – 10 años.
Según el Dr. Cáceres, los costos iniciales para pequeños proyectos son muy altos de solventar y el plazo de recupero es extenso. Un plazo de 8 ‑ 10 años es adecuado para recuperar una inversión en el sector energético, sin embargo, resulta poco atractivo para el usuario residencial.
A su entender, a través de líneas de créditos blandos, exención impositiva, entre otros modelos a aplicar, podría incentivarse la generación de energía limpia en sectores capaces de masificar su aplicación.
EVOLUCIÓN EN LA REGION NEA
El director del GER-UNNE, dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura, se refirió en particular a la situación de la generación solar fotovoltaica en la región NEA.
Sostuvo que “desde el aspecto técnico y de apropiación de tecnologías, del encuadre legal, de formación técnico-profesional, y de apoyo de los gobiernos locales están dadas las condiciones para un desarrollo, pero con la mencionada limitación en los costos”.
Recordó que la UNNE fue una de las instituciones pioneras en la promoción de la energía solar fotovoltaica en esta zona del país, tarea en la que logró la articulación con distintos sectores, tanto estatales como privados.
Esta articulación y cooperación favoreció la difusión de las tecnologías y la realización de ensayos demostrativos y pruebas piloto que corroboraron y visibilizaron la viabilidad de proyectos de generación solar-fotovoltaica en la región, en distintas escalas y ámbitos (rurales y urbanos).
Al respecto, repasó algunas de las experiencias realizadas por la UNNE y por los Gobiernos de la región, tanto de sistemas de generación con almacenamiento en baterías y también, más recientemente, los proyectos de sistemas conectados a la red convencional o de generación distribuida.
Además, destacó la formación especializada de profesionales y la formación de instaladores con reconocimiento oficial, que permiten contar con una masa en cantidad y calidad de profesionales y técnicos preparados para atender un contexto de mayor demanda de proyectos de generación.
“Vemos un interés cada vez mayor por parte de los usuarios particulares y también de empresas privadas para el autoconsumo. Eso debe sensibilizar sobre la necesidad de implementar alternativas que allanen el camino para plasmar en más proyectos el interés existente” insistió.
Comentó que, si bien existen incentivos desde el Estado, no demuestran ser suficientes para el despegue de la tecnología en el sector mencionado.
Actualmente por la energía solar-fotovoltaica sobrante que genera un particular y se inyecta al sistema convencional, el usuario recibe un precio de pago a su favor muy por debajo del costo que paga por la energía de red.
Reiteró que los costos de los paneles experimentan una disminución en los últimos años, y se estima que seguirán bajando, no obstante, aún sigue siendo elevada la inversión inicial.
Sobre los proyectos en la región NEA, destacó que empiezan a ser cada vez más numerosos, pero aún en gran parte se trata de iniciativas estatales o de grandes empresas.
“Creemos que es momento de discutir cómo impulsar la generación para autoconsumo y proyectos en distintas escalas de generación” manifestó.