El avance talibán muestra el fracaso de la intervención de EE.UU. y aliados en guerras de “Estados fallidos”

El profesor Fernando Ariel Bonfanti, docente de Geografía Económica y Política General de la Facultad de Humanidades de la UNNE, se refirió al avance talibán en Afganistán e indicó que si bien, en principio, solo quieren controlar el territorio afgano, el avance seguramente generará repercusiones en todo el mundo musulmán. Explicó las diferencias de los talibanes con el Estado Islámico, y sostuvo que “sería difícil que alguna otra fuerza que no sea EEUU controle su avance”.

 

Tras la retirada de tropas internacionales de Afganistán, concretada por Estados Unidos en junio, el avance de grupos talibanes logró en cuestión de días el control de la mayoría de las provincias de ese país, hasta alcanzar Kabul, la capital del país, provocando la huida del presidente y funcionarios del Gobierno afgano.

La ocupación de los talibanes de territorios y del poder en Afganistán generó repercusión mundial, en un contexto de incertidumbre sobre el alcance que podría tener en ese país, en la región de Asia Central y en el mundo.

Para profundizar respecto a las implicancias de la toma del poder de los talibanes en Afganistán, el Departamento de Comunicación Institucional del Rectorado de la UNNE dialogó con el profesor Fernando Ariel Bonfanti, docente de la UNNE, quien en distintos artículos abordó la problemática de esa región asiática  y la intervención militar de las grandes potencias.

El profesor Bonfanti es docente auxiliar de la Cátedra “Geografía Económica y Política General” de la Facultad de Humanidades de la UNNE, Magíster en Gobierno y Economía Política por la Universidad Nacional de San Martín e investigador del Instituto de Geografía de la UNNE.

Según resaltó, es dificultoso trazar escenarios sobre lo que está ocurriendo y ocurrirá en Afganistán y los talibanes, pero lo que queda en claro es el fracaso de la intervención de Estados Unidos y sus aliados.

“Una lección que queda de las incursiones militares de Estados Unidos y sus aliados tanto en Afganistán como en Siria e Irak (cuando lucharon contra el Estado Islámico) es el hecho de que haber luchado en guerras de `Estados fallidos’ ha sido una apuesta perdedora”.

Explicó que un “Estado fallido” es aquel que no puede garantizar su propio funcionamiento o los servicios básicos a su población,  porque perdió el monopolio de la fuerza, sufre un vacío de poder o su legitimidad está disputada.

“Afganistán se está convirtiendo en esto, allí podría producirse una guerra civil en la que grupos como Al Qaeda prosperarán y probablemente volverán a suponer una amenaza para Occidente”.

 

LA SITUACIÓN DE AFGANISTÁN

Para conocer un poco mejor lo que está sucediendo actualmente en Afganistán, el Prof. Bonfanti explicó que los talibanes (grupo paramilitar fundamentalista) están aprovechando que las fuerzas norteamericanas se están retirando de dicho territorio después de 20 años de largas luchas (según un acuerdo firmado durante el gobierno del ex presidente de EEUU, Donald Trump y llevado a la práctico por su sucesor Joe Biden).

Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad afganas comenzaron a debilitarse y desvanecerse, lo que permitió al grupo talibán avanzar y ganar territorio, al punto tal de que ya se apoderaron de las principales ciudades de país y controlan inclusive la ciudad capital, hecho que generó la huida del actual presidente de Afganistán, Ashraf Ghani.

En cuanto a las diferencias y semejanzas entre el grupo talibán que tomó el poder en Afganistán y el movimiento conocido como Estado Islámico que ganó notoriedad en 2014, señaló que son grupos distintos con objetivos distintos.

En primer lugar, los talibanes son un movimiento nacional-religioso, mientras que Estado Islámico, o ISIS, aboga por un califato mundial.

De ahí, la competencia entre ambas. Aunque ambas organizaciones son de la rama suní del Islam, rivalizan, no coinciden en su pensamiento, y el Estado Islámico se opone al carácter nacionalista del movimiento talibán, ya que esto se contradice con las ideas de una “jihad global”, es decir, de querer controlar todos los territorios musulmanes.

Para comprender mejor la diferencia entre ambos grupos islámicos, el Prof. Bonfanti, explicó que el Estado Islámico de Irak y el Levante (también llamado ISIS en inglés) es una organización terrorista paramilitar de naturaleza fundamentalista yihadista que sigue la doctrina del islam suní que comenzó a gestarse allá por el año 2003 para poner resistencia a la invasión norteamericana en Irak. En aquel entonces su nombre original era Al Qaeda en Irak.

Pero su verdadera notoriedad la alcanzó en el 2014 cuando lograron expandirse hacia Siria (aprovechando la guerra civil allí existente) y autoproclamaron un califato con el principal deseo de gobernar sobre todos los musulmanes del mundo.

Esto dio origen a un “protoestado” no reconocido que ocupó amplias superficies de Siria e Irak, en el que se financiaban a través del tráfico de petróleo y con el cobro de impuestos a modo de extorsión a los habitantes de las zonas que controlaba.

En tres años se desgastó la organización y no prosperó más allá del 2017 debido a que se debilitaron por las permanentes luchas tanto con el ejército de coalición liderado por EE.UU. como con el ejército ruso (que defiende a Siria).

Pero de manera reciente, las actividades de la operación extranjera contra el Estado Islámico se paralizaron temporalmente en enero de 2020 debido a la amenaza de Irán en la región, y en marzo de ese año algunas de las fuerzas internacionales se retiraron como parte del despliegue programado por cada país y debido al brote de Coronavirus.

“Eso posiblemente esté generando un resurgimiento de estas fuerzas paramilitares, que podrían volver a reorganizarse con más fuerzas aún”.

 

ALCANCE DEL DESPLIEGUE TALIBÁN

Respecto a si la ocupación actual de los talibanes implica una avanzada sólo en territorio afgano o representará un avance a países cercanos, el docente-investigador de la UNNE indicó que en el caso particular de los talibanes, en principio, solo quieren controlar el territorio afgano, con el objeto de poder formar un “gobierno islámico inclusivo”.

“Se habla de que podría ser en forma conjunta con otras facciones, algo así como un gobierno diferente al que les tocó en el período en que gobernaron entre 1996 y 2001 (cuando fueron derrotados y expulsados por los Estados Unidos). Incluso se dice que negocian con políticos de alto nivel y líderes del gobierno anterior, aunque nada de eso es seguro aún” indicó.

Pero, agregó, muchos ciudadanos afganos desconfían de los talibanes y temen que su gobierno sea violento y opresivo y de que sean vengativos con todos aquellos ciudadanos que estuvieron compartiendo el territorio e información con los soldados americanos, por eso, muchos afganos comenzaron a huir del país en forma desesperada por temor a represalias.

“Lo que más preocupa es que, aparentemente, quieren cambiar el nombre del país a Emirato Islámico de Afganistán, tal como lo llamaron la última vez que gobernaron”.

 

¿Tras la retirada de tropas de Estados Unidos, cómo podría ser controlada la avanzada de los talibanes?

La decisión de retirar las tropas de Estados Unidos de Afganistán fue de Donald Trump hace varios años atrás, debido a que las interminables guerras que se desarrollaban en ese territorio desgastaron la política exterior del país y generaron millonarios gastos.

Fue este mandatario quien decidió que el intervencionismo en esta región estaba llegando a su fin. Aunque es en estos días, bajo el gobierno de Joe Biden, que se lleva a la práctica esta retirada.

Algunos analistas internacionales afirman que ésta podría ser la peor decisión del actual presidente norteamericano en materia de política exterior, porque demostraría que han fracasado los 20 años de luchas contra el terrorismo.

Este escenario es el que les permitió a los talibanes fortalecerse y empezar a ocupar nuevamente todo el territorio, sería difícil que alguna otra fuerza controle su avance.

 ¿Y qué podría pasar entonces en Medio Oriente?

Seguramente habrá grandes repercusiones en todo el mundo musulmán, desde Marruecos, pasando por Argelia y Libia en el oeste, hasta Pakistán, en el este; desde Turquía, en el norte, hasta el golfo y a través del cuerno de África.

Creo que todos estos territorios se verán afectados de alguna manera por el fracaso de la autoridad estadounidense en Afganistán, donde desarrolló la guerra más larga de su historia.

Inclusive, su vecino Pakistán podría verse directamente afectado porque de producirse allí una guerra civil podría ser sangrienta y devastadora, que implicaría un movimiento masivo de refugiados.

También a Rusia le preocuparía que el fundamentalismo islámico se filtre a través de países como Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán

 

¿Cuáles serían las aspiraciones de este grupo de hacia Occidente?, ¿Podrían resurgir amenazas de ataques terroristas?

Podría pensarse que en algún momento pueda gestarse algún ataque terrorista, teniendo en cuenta su rechazo a occidente y el daño que ellos afirman que produjo la intervención de la coalición de la OTAN en esta región.

Además, en los 90, la organización terrorista Al Qaeda, liderada por Bin Laden y que cometió el atentado más grande hacia E.E.U.U. el 11 de septiembre de 2001 estaba integrada por mayoría talibán.

 

¿Qué se podría mencionar en relación a cómo sería vivir bajo el régimen del gobierno Talibán en cuanto a derechos fundamentales de las personas?

Durante su período de gobierno anterior los talibanes hicieron cumplir en forma estricta la Ley Islámica o Sharía, que es un sistema muy conservador y radical que consiste en quitarle muchos derechos a la mujer, pues en aquel entonces no podían trabajar o circular solas por la calle, solo acompañadas de un pariente masculino, a las niñas se les prohibía la educación, los adulterios eran castigados con lapidaciones y se producían ejecuciones a delincuentes y homosexuales; inclusive prohibieron la televisión, la música, el cine y todo aquello que pueda mostrar algo de la cultura occidental.

Sin embargo, en los medios de comunicación en los últimos días, aparecieron noticias que aseguraban que en esta oportunidad “habría una mayor flexibilidad” con el trato a las mujeres con el objeto de que no pierdan derechos ganados en los últimos años. Eso es  algo que solo podrá apreciarse en la práctica y con el correr del tiempo, nada de eso es seguro aún.

 

¿Cómo se financia este grupo?, ¿Quién los apoya?

La organización talibán se financia principalmente del tráfico de opio, además obtiene dinero de la venta ilegal de minerales, de los impuestos que cobran a modo de extorsión en las regiones que controlan y de algunas donaciones de benefactores que simpatizan con la causa, no se sabe bien de donde son, pero casi con seguridad provienen de Arabia Saudita.

 

-¿Porqué despierta tanto interés el tema de Afganistán en el sistema geopolítico?

Indudablemente Afganistán es una pieza clave en el juego de poderes a nivel mundial, pues está ubicado en un lugar estratégico para las cuestiones geopolíticas.

Siempre se dijo que quien logre controlar Afganistán tendrá una gran influencia en la región de Asia Central, sobre todo en función de las rutas comerciales terrestres, además de la posibilidad de explotar la gran cantidad de minerales que allí existen.

Por ejemplo, entre fines del siglo XIX y principios del XX, el Imperio Británico intentó dominar a los afganos en varias ocasiones. Desde 1979 fue la Unión Soviética la que intervino militarmente el país centroasiático durante una década, y finalmente la última invasión a este país la llevó adelante Estados Unidos desde 2001 hasta la actualidad.

Para finalizar, el profesor Bonfanti reiteró que la situación actual de Afganistán dejó en evidencia que las incursiones militares de Estados Unidos y sus aliados en “estados fallidos” (como Afganistán, Siria e Irak),  resultó una apuesta perdedora tras años de intervención armada.