La Dra. María Antonia Marassi, investigadora del Instituto de Botánica del Nordeste (CONICET-UNNE) comentó las acciones que desarrollan en el marco de un proyecto de investigación y desarrollo de Cannabis Medicinal en Corrientes, en el que específicamente desde su área trabajan en protocolos de micropropagación de plantas y desarrollo del perfil genético de variedades de interés.
Se trata del «Proyecto de Investigación sobre la Producción de Cannabis Medicinal con Fines de Investigación Científica – Corrientes» presentado por la empresa privada «Brest y Brest S.R.L.», y que cuenta con la participación del Instituto de Botánica el Nordeste («IBONE», CONICET–UNNE) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE.
En el marco del proyecto, la empresa y la Facultad de Ciencias Agrarias desarrollarán tareas de caracterización de las etapas fenológicas; evaluación del comportamiento del material seleccionado para su estudio a las condiciones agro climatológicas del sitio de producción y bajo diferentes tratamientos agronómicos, requerimientos del cultivo (temperatura, fotoperiodo, agua, humedad relativa, atmósfera, pH del suelo); identificación de plagas; y rendimiento del cultivo.
En tanto, el convenio de cooperación con el IBONE prevé el desarrollo de técnicas que permitan la micropropagación de variedades de Cannabis sativa; y el desarrollo del perfil genético de las variedades para su posterior aplicación en monitoreo de la descendencia.
Sobre la etapa de micropropagación y desarrollo del perfil genético de las variedades de Cannabis Medicinal, Radio de la UNNE dialogó con la Dra. Marassi, responsable por el IBONE en el proyecto.
OBJETIVOS DE LOS ESTUDIOS
Detalló que la participación del IBONE por un lado tiene el objetivo de lograr la multiplicación clonal de algunas variedades de Cannabis sativa de interés por el contenido de sus metabolitos secundarios, para que todas las plantas obtenidas sean iguales en sus características.
La segunda parte u objetivo es asegurarse que lo obtenido es exactamente igual a la planta original y que la planta original tenga un «DNI», es decir esté identificada mediante un perfil genético.
La planta a replicar deberá ingresar a través del INASE (Instituto Nacional de Semillas). «Tendremos una planta con un DNI de entrada con sus características» dijo en relación al perfil genético que se hace con la planta original.
Agregó que las plantas hijas que se obtengan por multiplicación tendrán que tener exactamente las mismas características y para corroborarlo deberán hacerse estudios de genómica, para asegurar la identidad tanto de la planta original como descendientes.
La Dra. Marassi, quien además es docente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE, explicó que si se tiene una cierta variedad de planta de Cannabis, que puede denominarse A, al realizarse la multiplicación se pueden generar cambios, «por lo que debemos poder detectar si se generaron cambios y después determinar si quiero ese cambio porque me aumentó algo que puedo desear, o disminuyó algo no esperado, o a lo mejor me generó algo que yo no quiero en mi cultivo».
«Con los estudios necesito saber si estoy manteniendo lo que dije que tenía como características mi planta» acotó.
MANTENER CARACTERÍSTICAS
Respecto al porqué es importante mantener ciertas características de las plantas, explicó que en todas las especies vegetales es importante mantener las variedades, pero en especial en medicina.
Indicó que Cannabis tiene diferentes combinaciones de compuestos para diferentes afecciones, entonces si se informa que el material original tiene características que son buenas para ciertas dolencias, «eso tiene que mantenerse en la descendencia, porque si se modifica ya no será efectiva o puede hasta llegar a ser negativa porque la estoy cambiando».
«Si yo me tomo un remedio debo saber que la concentración del principio activo es la que me recomendó el médico y no cualquier cosa que sube o baja porque no hay estabilidad» graficó.
En el caso de la propagación de plantas de Cannabis no se podrá garantizar que siempre las plantas de descendencia tengan la misma estabilidad que la planta original, pero sí se puede determinar un rango de estabilidad de los compuestos, porque la producción de estos metabolitos de interés depende mucho de las condiciones en que crecen las plantas.
Por ello, mediante el perfil genómico se puede establecer un rango mínimo y máximo de producción de los metabolitos de interés de las plantas replicadas.
Es que distintas condiciones que estresan a la planta pueden modificar la composición. Por ejemplo, el frío, la falta de agua o los patógenos pueden causar que la planta no genere el componente medicinal que se busca.
«Nosotros con los estudios podemos saber cuánto de esos compuestos producirá una planta en situación normal pero también cuánto producirá si la afecta el frío, la falta de agua o algún patógeno, porque me aseguré de conocer ese dato».
Ese dato, como lo menciona la Dra. Marassi, es lo aporta el perfil genético, por el cual se caracteriza a la planta original y a la descendencia.
«La biología no es matemática, porque hay factores que influyen, pero en la medida de lo posible se puede garantizar que las plantas sean iguales y poder multiplicarlas muchas veces» resaltó.
Resumió que los protocolos de micropropagación permitirán que de una planta original «A» se obtengan 500 plantas «A» iguales, mientras que el perfil genético permitirá confirmar que las descendencias son «A» como la original.
ARTICULACIÓN Y TRANSFERENCIA
«Es un trabajo conjunto de distintas etapas» indicó y detalló que primero el perfil genético de entre todas las plantas identifica la «Planta A» con la que se quiere trabajar. Después se toma un trozo de esa «Planta A», no se precisa de semillas, puede ser un pedacito de yema, de hoja, de raíz, y se avanza en la propagación.
Luego de obtener las descendencias, se vuelve a la etapa de perfil genético para confirmar que todas las plantas replicadas son iguales a la planta original.
«La idea es tratar de ofrecerle a la sociedad, cuando se permita producir a escala, algo que esté mínimamente estandarizado» indicó respecto al objetivo de lograr un protocolo de micropropagación y el desarrollo de un perfil genético.
Sostuvo que tras avanzar en esos objetivos, seguirá la etapa de estudiar qué compuestos tienen y buscar las plantas que menos se modifican en sus compuestos por las cuestiones del ambiente, tarea de la que se encargará la empresa con la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE a través del área de Ecofisiología.
La Dra. Marassi recordó que en el país hay 10 proyectos autorizados sobre Cannabis Medicinal, y destacó que el proyecto en Corrientes involucra a una empresa con la que el IBONE ya venía trabajando en micropropagación de especies forestales.
Comentó que esperan en el plazo de un año y un año y medio podrían tener desarrollados los protocolos de micropropagación y marcación genética respectivamente.
«En ese tiempo consideramos que podemos tener afinados los protocolos para ser replicados a escala».
La investigadora resaltó que en el país no existe mucha información sobre las plantas de Cannabis, porque es una especie prohibida por ley hasta hace poco tiempo, y nunca se pudo investigar en profundidad.
La ley que habilita el uso y cultivo con fines medicinales fue aprobada en 2017, y su reglamentación se actualizó en noviembre de 2020.
«Hay información de otros lugares, pero se debe generar información a nivel local, datos propios en el país» afirmó.
Señaló que el proyecto al trabajar con una especie prohibida para el uso en general, sólo autorizada para uso medicinal, deberá cumplirse ciertos procedimientos, como el que los invernáculos estén restringidos, contar con seguridad policial, cámaras, y permisos de ingreso para el personal».
«Implica mucha responsabilidad» finalizó.