Prof. Delfina Veiravé
Discurso de la Rectora en la entrega de los títulos cien mil y cien mil uno a estudiantes indígenas

En Tiempos oscuros seamos lo suficientemente maduros como para saber que podemos ser compatriotas y contemporáneos de todos los que tienen voluntad de belleza y voluntad de justicia, porque no creemos en las fronteras de los mapas ni del tiempo.
En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente tercos para seguir creyendo contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena.

Eduardo Galeano

Hoy estamos viviendo tiempos difíciles y dolorosos con una pandemia que nos afecta a todos. Pero en este contexto, también seguimos teniendo una enorme “voluntad de justicia”, como nos dice Galeano. Y este acto es una prueba de que podemos torcer algunos designios, cruzar algunas fronteras, reparar desigualdades históricas. Podemos llevar adelante políticas institucionales para garantizar el derecho a la educación de los pueblos indígenas de nuestra región, como lo venimos haciendo hace 11 años. Aprendiendo juntos, imaginando juntos, trabajando juntos. Es esa continuidad junto a decisiones materializadas en acciones, en recursos económicos y en un enorme trabajo de docentes, estudiantes, equipos técnicos, autoridades y el diálogo permanente con nuestros referentes indígenas, miembros de la Comisión Asesora, lo que nos permite hoy mostrar resultados de nos dan mucho orgullo.
Por eso, es una alegría nuevamente encontrarnos como lo hacemos todos los años, para compartir este acto de entrega de las becas a los estudiantes indígenas que ingresaron a la universidad en el 2020 y el 2021 y poder hacer público los avances del Programa de Pueblos Indígenas. A los estudiantes que hoy nos acompañan desde este Salón, en las sedes de los Centros Regionales de la UNNE en Pinedo y Castelli, desde sus casas, les quiero agradecer por elegir nuestra Universidad, por dar este paso tan importante de iniciar una carrera universitaria y por confiar en que juntos vamos a poder transitar esta experiencia maravillosa de la formación y la vida universitaria. Les deseo a cada uno de ustedes lo mejor y sepan que la Universidad con el Programa y el trabajo de todas las Facultades están para acompañarlos en este camino. Bienvenidos!
Desde el 2011 que comenzamos a implementar el Programa, no solo nos propusimos que la Universidad sea un derecho y un lugar de formación para los jóvenes y adultos de las comunidades indígenas de la región, sino también poder iniciar un proceso institucional de interculturalidad. Es decir, reconocer el patrimonio étnico, cultural y de saberes de los pueblos indígenas y promover en la universidad ese encuentro que es la base para garantizar el respeto a su identidad y a sus derechos. Por eso buscamos desarrollar un proyecto educativo en el que la ciencia y los saberes provenientes de los pueblos indígenas entren en dialogo, aporten formas de explicar el mundo, sus problemas así como ensayar soluciones respetuosas de las identidades y las necesidades, con las comunidades. Por eso, el Programa incursiona en todas las funciones de la universidad que se complementan y enriquecen con el trabajo de los grupos de investigación, de los equipos de extensión y de docencia que en muchas facultades trabajan sobre, en y con las comunidades indígenas. Solo a modo de ejemplo: la Catedra de Derecho Indígena de la Facultad de Derecho, los equipos de la Facultad de Odontología, en Humanidades el valioso trabajo con las madres cuidadoras de la cultura Quom y los estudios sobre las lenguas, en Arquitectura, en la Facultad de Artes, en Medicina, entre otros. Desde el Programa hemos realizado Encuentros, Publicaciones, una Diplomatura en Interculturalidad y Pueblos Indígenas integrando al plantel de profesores a sabios indígenas; estamos dictando un curso de posgrado gratuito para los docentes de la UNNE en el Programa de Formación Docente continua, desarrollamos el primer Programa de movilidad internacional para estudiantes indígenas con la Universidad Veracruzana de México, y muchas otras tareas con este objetivo. Creo que es uno de los grandes desafíos que esta Universidad se ha planteado y lo hacemos convencidos de que es un compromiso ético, político y pedagógico que tenemos que profundizar para la formación de una ciudadanía crítica y democrática, que aprenda a convivir en la diversidad.
Este proceso de aprendizaje institucional es posible por la contribución y el compromiso de muchos que quisiera reconocer y valorar como fundamentales:
Agradecer el acompañamiento de los miembros de la comisión asesora que fueron puentes culturales, interlocutores y asesores permanentes para las decisiones del Programa, me refiero a los Señores Lecko Zamora referente wichi, Daniel Aguirre, David García, Carlos Barreto y Luis Silvestri de la comunidad Quom, y Fabian Valdez de la comunidad Moqoit que participan activamente de las múltiples tareas y espacios. Este año por elecciones directas de los estudiantes, la comisión tendrá un representante de ellos también, ampliando su participación en ese espacio del Programa. Como ha ocurrido ya con la participación en calidad de consejeras estudiantiles en los Consejos Directivos de la Facultad de Artes y en la Facultad de Humanidades.
2. Agradecer a la Coordinadora del Programa Laura Rosso, a la coordinadora de los tutores y apoyo pedagógico Adriana Lujan que sostienen con mucha dedicación y experiencia el día a día del Programa. A Teresa Artieda que asesora en forma honoraria la marcha de las actividades.
3. Valorar la generosa tarea de los tutores pares de las distintas unidades académicas que se formaron para acompañar a los estudiantes, desde la valoración de sus identidades étnicas y con un alto compromiso con la efectiva inclusión de cada uno de los jóvenes a la vida universitaria.
4. El acompañamiento de las Facultades, las extensiones áulicas y todas las autoridades involucradas (decanos, secretarios académicos, estudiantiles, coordinadores de carreras) de las más de 20 carreras de la UNNE, que cursan actualmente nuestros estudiantes. Así como al Departamento de Orientación Vocacional y al área de producción audiovisual de la Secretaría de Extensión que nos acompañan en las visitas a las escuelas y apoyan la realización de presentaciones, spots sobre las becas del PPI para televisión abierta y radios de audiencia indígena de la Provincia. Estos materiales buscan también dar cumplimiento a la Ley 6.604 (2010) de Oficialización de las lenguas indígenas en el Chaco, han sido grabados en lenguas qom, moqoit y wichí y en castellano.
Decía que, los esfuerzos traen sus frutos. Por eso comparto con ustedes la alegría de que ayer defendió su trabajo final de carrera, Dante Castro estudiante indígena del Programa que se recibió de Ingeniero Electromecánico, el primer ingeniero indígena recibido en nuestra Universidad y el primero en el país. Mis felicitaciones a Dante, a su tutor y al Decano Basterra de la Facultad de Ingeniería por este logro.
Y hoy queremos también unir en este acto, un hecho que simboliza la misión de nuestra Universidad en el camino de la democratización del conocimiento en beneficio del conjunto de la ciudadanía, y la responsabilidad social de contribuir con el aporte científico y tecnológico al desarrollo sustentable de la región y del país. Así a lo largo de estos 64 años hemos graduado ya a 100.000 profesionales en las más diversas carreras y que se volcaron el mundo del trabajo y la producción, pero también se convirtieron en líderes sociales, políticos, gremiales, culturales y económicos.
Por eso, hemos decidido otorgar el título 100.000 a Tibisay Zamora Aray graduada indígena, mujer y ahora Técnica en Gestión y Desarrollo Cultural, y el título 100.001 a Anne´k Iawho Zamora de Profesora en Educación Inicial.
Porque se conjuga en esta entrega la muestra de que es posible quebrar las brechas de la desigualdad étnica, cultural y de género, cuando hay conciencia, voluntad política y esfuerzos colectivos para lograrlo.
Felicito a las dos queridas graduadas, comprometidas con la Universidad como estudiantes, como miembros del cogobierno universitario, y como un enorme ejemplo para sus comunidades y para todos nosotros. Que tengan un destino abierto de posibilidades en sus vidas.
Muchas gracias a todos por permitirme compartir este momento de gran felicidad para la Universidad en tiempos oscuros pero donde ratificamos que “la condición humana vale la pena”.