La directora del Coro del CCU, Andrea Fusco en un diálogo con Boris Laures, donde se aborda su visión sobre el arte en la sociedad.
Boris Laures es periodista musical, productor y director escénico argentino. Realizó estudios musicales en el conservatorio Julián Aguirre, de periodismo especializado con Juan Andrés Sala y Víctor Hugo Morales y de Dirección Escénica en el Teatro Colón. Dicta clases de Historia de la Música en diferentes universidades de América y Clases de movimientos escénicos en Montevideo, Lima, Santiago de Chile, México, Brasil, Paraguay y Argentina. Ha participado como jurado en concursos internacionales de canto, entre otros espacios artísticos y académicos.
A través de Radio Nacional Clásica, Laures llega a todas las provincias, arma redes de trabajo y propone actividades interesantes.
AF – ¿Cuál es la tarea del director escénico?
BL -En el caso precisamente de una ópera (trasladado a otros géneros similares, Zarzuelas, operetas, Sainetes, Singspielso Musicals), es el responsable de todo lo visual. Solo que debe conocer desde un mínimo los idiomas, luces, vestuario, escenografía, maquillaje marketing, camatas y por supuesto teatro para una persona que canta.
AF – ¿La ópera es algo del pasado?
BL -La ópera, como su nombre lo dice, tiene la fanfarrona palabra que significa «obra», y por eso jamás morirá, tiene absolutamente todo lo que puedas imaginarte, y no quiero aburrrirte enumerando que tiene música, historia psicología etc. etc. etc. Se siguen componiendo óperas, algunas de ellas están superando a grande películas (Ej. Marnie de Muhly o La Ciociarade Tutino).
AF – ¿Qué le dirías a la gente que cree que la música clásica es aburrida?
BL – jajajajaaja que la conozca, 1000 años de música no se pueden resolver con una frase sobre lo que se desconoce.
AF – ¿Qué es mejor: escuchar todo tipo de música o focalizarse en una sola?
BL -Lo ideal es picotear y disfrutar de cada una de las músicas, para poder entender cómo llegamos al tercer decenio del siglo XXI.
Se supone que si escucho solo una música debería profundizar más y más y más. Si escucho las mismas 10 óperas conciertos canciones tangos chamamés, sinfonías o jazz negro, es como comer milanesas con puré todos los días.
AF -Ya promediando esta pandemia o como quieras llamar a esta guerra virósica que tanto daño ha causado al espectáculo, a la cultura y a la educación en general, ¿cómo ves, como periodista especializado, el futuro?
BL -Creo que para quienes nos preparamos sinceramente para el futuro de la música, será aún más auspicioso que la negación musical que vivíamos los últimos años del siglo XX y el inicio del actual.
La sensibilidad del público y el hartazgo de escuchar o ver mediante un aparatito de solo 10 cm, va a contribuir a disfrutar los sonidos y las interpretaciones en persona, como el aprendizaje con nuestros profes.