A diez años del estreno del documental
Memoria de la Sangre: el valioso rescate histórico- patrimonial de las ruinas jesuíticas de San Carlos realizado por estudiantes de Comunicación Social

Diez años han pasado de aquel singular estreno realizado en el Teatro Juan de Vera de la ciudad de Corrientes. Más de 700 personas –muchas de ellas sin poder ingresar al recinto- asistieron a la presentación. “Memorias de la Sangre” se hizo pública por primera vez en el patio de la reducción jesuítica de la ciudad referente, luego en Ituzaingó, Corrientes. Hasta hoy día, es el primer y único documental de éstas características realizado íntegramente por alumnos y docentes de Comunicación Social de la UNNE. Actualmente se construye una sucursal bancaria sobre parte importante de las ruinas jesuítico-guaraníes sancarleñas.

 

“Memoria de la Sangre” es un documental que mediante entrevistas y recorridos visuales por la localidad de San Carlos y sus alrededores, nos permite dimensionar la importante presencia que tuvieron las Misiones Jesuítico-Guaraníes, en el actual territorio de la provincia de Corrientes”, fueron las palabras de presentación del equipo de estudiantes comunicadores en las distintas presentaciones de su producto audiovisual.

 

“Encontramos en este documental una herramienta para lograr plasmar eso que siempre estuvo, que vale la pena recordar y cuidar, porque conforma una base identitaria de una comunidad, en este caso de la comunidad sancarleña. Este es un intento para que tomemos conciencia acerca del devenir de la historia particular de esta región, así como la revalorización patrimonial de los vestigios que llegan hasta nuestros días”, remarcaban emocionados los aventurados audiovisualistas de la UNNE en las presentaciones públicas de su trabajo.

 

El objetivo del trabajo es la toma de conciencia sobre el devenir de la historia particular de esta región, así como la revalorización patrimonial de los vestigios que llegan a nuestros días.

 

La chispa inicial de este proyecto -que luego adquirió forma de pieza audiovisual histórico-patrimonial- se encendió con la propuesta del docente de la cátedra Teoría y Técnica de Periodismo Audiovisual II, de la carrera de Comunicación Social de la UNNE, licenciado Darío Román. “Este gran trabajo realizado por un grupo de estudiantes de Comunicación Social de la UNNE fue incentivado por el profesor Darío Román”, cuenta uno de los docentes colaboradores, arquitecto Ronald Isler, quién en ese tiempo investigaba para su tesis doctoral sobre el arreo del ganado en las misiones jesuíticas en la localidad de San Carlos, Corrientes y colaboró desinteresadamente con sus conocimientos en el proyecto.

Cuenta Isler que surge entonces el vínculo con el municipio de San Carlos e investigadores y académicos de la UNNE “como el doctor en Historia e investigador superior del CONICET, Ernesto Maeder, el doctor Alfredo Poenitz, la doctora Ángela Sánchez Negrette, la arqueóloga María Núñez Camelino, el licenciado Esteban Snihur, el investigador Miguel López Breard, la profesora Asela Liuzzi y el presbítero Claudio Gelmi, de la orden Jesuita para hacer entrevistas de base para armar el guion y para rescatar lo que fue la conformación, el desarrollo y la disolución de Misión Jesuítica de San Carlos Borromeo, también conocida como Caapí” detalló el arquitecto.


Hacedores & memoria activa

“Memoria de la Sangre” es un mediometraje que resultó del esfuerzo mancomunado de estudiantes y docentes de la carrera en Comunicación Social de la UNNE durante dos años. El equipo de trabajo estuvo integrado por los estudiantes Maximiliano Acosta, Mariela Cerdán, Sebastián Toba, Leticia Quintana Pujalte, Victoria Sánchez Vallduví, Facundo Gaona Bizzotto, Elisa Farizano y Florencia Pannunzio, junto a los docentes arquitecto Ronald Isler y el licenciado Darío Román.

Sus recuerdos, sumados al valor de lo experimentado y aprendido durante el tiempo de realización de este documental, se traducen en un presente de agradecimiento y orgullo por haber pertenecido.

 

La doctora en Comunicación, Florencia Pannunzio expresó “personalmente fue algo muy significativo, además de ser el corolario de un proyecto que nos llevó varios años de trabajo, donde fuimos afianzando una relación de amistad que sostenemos hasta el día de hoy”. Recordó además que la presentación oficial en el pueblo de San Carlos fue hermosa “los vecinos se acercaban al lugar para ver el documental, se

señalaban y reconocían entre ellos, hubo mucha emoción. Lo del Teatro Vera realmente nos desbordó –recuerda- sabíamos que iba a haber buena convocatoria, pero no imaginamos que quede gente sin poder ingresar por el lleno total del teatro. Hasta el día de hoy no deja de sorprenderme, cómo siendo estudiantes pudimos llevar adelante un producto de esa calidad y tan convocante, revalorizando algo tan fundamental de nuestra historia”.

 

Por su parte, el reconocido cineasta Sebastián Toba recordó la presentación en el Vera diciendo “fue una noche mágica sin precedentes en la universidad, realmente no estaba en nuestros planes. Fue el cierre perfecto de un trabajo serio, colaborativo, que incluyó una labor de equipo de muchos años

de investigación, con el que logramos ese producto final de 40 minutos”.

Destacó además el valor del trabajo realizado por reivindicar a través del mismo una temática que en ese tiempo todavía no tenía el auge actual “haber tratado sobre el patrimonio guaraní-jesuítico fue una experiencia 100% positiva y estoy muy orgulloso de haber pertenecido” finalizó Toba, no sin antes hacer hincapié en la decisión política de la UNNE de acompañar el documental “no se volvió a repetir un hecho similar de esas características en la universidad” manifestó.

 

“Fue una experiencia hermosa y muy pedagógica” rescata la doctora en Comunicación Leticia Quintana Pujalte desde España, su país de residencia actual. “Esa experiencia de estudiante me trae muy buenos recuerdos, no solo por el grupo de personas –que hoy son mis mejores amigos- sino por los conocimientos adquiridos en el rodaje, el estudio previo realizado, sumado a todo lo leído y gestionado”.

El dato anecdótico  -recuerda con humor la doctora Pujalte- es el del monitoreo de las entrevistas del rodaje “como no teníamos cómo monitorearlas, llevamos mi televisión de 14’’ para hacerlo… es un reflejo que demuestra esos años de crecimiento audiovisual incipiente en nuestra Carrera de Comunicación Social. Estoy muy orgullosa de haber sido parte de este producto”, enfatizó.

 

La actual coordinadora general de Comunicación Institucional de la UNNE, licenciada Elisa Farizano rememora emocionada el haber sido parte activa de este documental. “Fue tan inédita la experiencia en aquel momento -cuando la Carrera de Comunicación Social no tenía la proyección que tiene hoy-, que cuando arrancamos a hacer el documental todo era prueba y error, porque no sólo no contábamos con los recursos necesarios sino tampoco con antecedentes de cómo realizar una producción de este tipo”.

Contó además que el trabajo de grupo se realizó con mucha responsabilidad “trabajamos super comprometidos en los intensos años de labor que nos demandó el audiovisual; éramos estudiantes muy comprometidos con la carrera, además de ser muy buenos amigos, lo que nos permitió sinceridad permanente ante las discrepancias”.

Evocó en el final la última presentación multitudinaria de “Memorias…” en el Teatro Vera “fue algo hermoso lo que vivimos… estábamos emocionadísimos, no podíamos creer el nivel de convocatoria. Ojalá –anheló la docente de Comunicación de la UNNE- se repita una nueva experiencia de estas características en la carrera nuevamente”.

 

“Memorias de la Sangre” hilvanó a través de un trabajo extensionista, tres funciones fundamentales de la universidad: la investigación, la educación y la extensión al medio social.

 

Guía y apoyo de directivos y docentes UNNE

El profesor de la cátedra Investigación en Comunicación Social, licenciado Carlos Quiñonez por su parte -que en 2010 se desempeñaba como coordinadora de la sede Sargento Cabral de la Carrera-, brindó un pantallazo de la situación institucional de la carrera, de cómo se involucraron los estudiantes en este proyecto audiovisual y de su colaboración externa para ayudar al equipo.

“El trabajo inició a fines de 2008 en el Centro de Estudios y Prácticas Audiovisuales constituido informalmente en la carrera de Comunicación Social de la UNNE. En ese año la carrera estaba en proceso de traspaso de dependencia de Rectorado a la Facultad de Humanidades” –cuenta el docente-.

“El proyecto audiovisual se presentó inicialmente a la coordinadora que en aquel momento era la magíster Viviana Godoy Guglielmone (actual decana de FACENA-UNNE); después del traspaso, fue la actual rectora, profesora Delfina Veiravé -que en aquel tiempo era decana de la Facultad de Humanidades- la que siguió apoyando el proyecto”, recordó.

Dijo además que el grupo de alumnos convocados por el profesor de Trabajos Prácticos, Darío Román eran chicos que habían hecho un muy buen trabajo en la materia Audio “yo desde mi lugar oficié de nexo recabando recursos de Rectorado, de la facultad de Humanidades y también de Odontología. Fue un gran trabajo mancomunado con mucho tiempo invertido en producción, registros y entrevistas siempre coordinadas por los docentes guías Isler y Román. Y si bien los recursos fueron muy escasos y el trabajo arduo, los chicos trabajaron siempre entusiasmados, sin beca ni ayuda económica alguna”, manifestó Quiñonez.

 

Por su parte, el arquitecto Ronald Isler hizo foco en la importancia del rol de la universidad en proyectos de este tipo. “No solo por el valor que adquirieron los estudiantes en su proceso de aprendizaje, sino fundamentalmente, por el rol social que han logrado con su trabajo audiovisual”.

Recordó a su vez el estreno del mediometraje en San Carlos, en Diciembre de 2010 “aquello fue muy simbólico y emocionante, porque la proyección se hizo en el patio mismo de la reducción de la misión jesuítica del pueblo. La gente se acercó con sus silletas a participar del evento, con la presentación en guaraní y en español realizado por Acella Liusi. Al día siguiente lo repetimos en el Centro Cultural de Ituzaingó y más tarde en el Teatro Vera”.

Destacó el buen gusto de hacer un buen trabajo acompañando los procesos de aprendizaje de los estudiantes “cuando la Universidad, sus docentes, sus investigadores y recursos se comprometen, salen productos muy buenos”, reconoció Isler.
Dijo en el final que la devolución de la gente, docentes y gestores culturales sigue siendo muy satisfactoria hasta hoy día “porque sostienen que es un trabajo muy bien hecho, que sirve no sólo para entender la realidad de San Carlos, sino también de las Misiones Jesuíticas en su totalidad”.

El principal motivador de este valioso producto cultural- histórico audiovisual , profesor Darío Román sostuvo que fue este documental el referente iniciador de una tradición de realización de documentales en la cátedra de Teoría y Técnica del Periodismo Audiovisual II –cuya práctica se encuentra a su cargo- y en la carrera de Comunicación Social de la UNNE.

 

El trabajo de investigación y acompañamiento contó también con el financiamiento del programa “UNNE en el Medio” y de los municipios de Ituzaingó y San Carlos.


“Poner en valor la historia que nos atraviesa”

Graciela Argüello era directora de Cultura de San Carlos en tiempos de rodaje, producción y presentación del documental y recordó muy emocionada aquel trabajo asociado con los estudiantes, el municipio y los lugareños. “El estreno del documental fue para nuestro pueblo materializar un sueño, un anhelo de años. Que nuestra historia se materialice en un producto -en este caso un documental- contado por algunos habitantes sancarleños, fue lograr poner en valor esta historia que nos atraviesa, identifica y diferencia; fue y es además, el nexo para poder difundir y que se conozcan nuestras raíces guaraníes- jesuíticas. Poder ser parte y compartir esta gran realización con un grupo humano excelente, donde se puso alma, corazón y vida fue una experiencia emocionante”, destacó la exfuncionaria de Cultura.

Por su parte, el exintendente de San Carlos, Jacinto Benítez rememoró “fueron acontecimientos muy emocionantes para mí, porque fuimos parte activa de la revalorización de nuestro pasado guaraní-jesuítico y porque después de tantos años, podíamos mostrar al mundo nuestra rica historia”.

 

Progreso vs. patrimonio cultural e histórico

En el terreno donde se asentaron las viviendas jesuíticas en San Carlos, Corrientes, hoy en día se construye una sucursal del Banco de Corrientes. “Estamos asistiendo a la destrucción de nuestra historia, porque no se hizo ningún trabajo arqueológico, ni antropológico para avanzar conscientemente en el terreno. Y esto nos duele mucho porque no se están preservando los restos de las misiones que existen en el lugar. Si bien hay una ordenanza municipal que acredita la donación del terreno en 1972 al Banco, las autoridades locales no pusieron resistencia ni objeciones para que se avance con esta construcción. Es el progreso que necesitamos tener por un lado, porque necesitamos el Banco en nuestra localidad, pero a su vez es la destrucción de nuestra historia”, reconoció Graciela Argüello.

“Con mucha tristeza veo cómo sacan las piedras que pertenecen a nuestro pasado jesuítico guaraní que pronto va a quedar tapado en el olvido”, dijo Jacinto Benítez. “Por supuesto que no estoy en contra del progreso ¡al contrario!, pero se puede construir en otro lugar y preservar este pasado que tanto queremos los sancarleños”

 

“Memorias de la Sangre” cuenta la historia de la antigua reducción jesuítico-guaraní de San Carlos, Corrientes con el objetivo de poner el audiovisual al servicio de la revalorización del patrimonio local.

 

 

*Podés ver el mediometraje “Memorias de la Sangre” ingresando a