En el marco del Simposio NEO/NEA Ciencia de la UNNE se presentó la experiencia de trabajo del Laboratorio de Investigaciones Bioquímicas (LIBiM), de la Facultad de Medicina, para dimensionar la importancia de la ciencia básica como sustento de posteriores estudios aplicados o desarrollos en el campo de la salud. «No podemos decir que estamos haciendo investigación biomédica si no tenemos el soporte de investigaciones básicas» resaltó la Dra. María Victoria Aguirre, directora del LIBIM, quien se explayó sobre aportes realizados en biología tumoral, potenciales fitoterapéuticos de especies vegetales autóctonas del NEA, predicciones de evolución en sepsis y de investigaciones nutricionales.
Con gran interés continúa el simposio virtual NEO/NEA Ciencia, un espacio organizado por la UNNE para mostrar el potencial y el impacto de la ciencia y el desarrollo tecnológico, por medio de una serie de charlas de investigadores, profesionales y especialistas de esta universidad así como expositores invitados de otras instituciones de ciencia y tecnología del país y el exterior.
El simposio se realiza a lo largo de las tres primeras semanas del mes de agosto, y la segunda semana, actualmente en marcha, se enfoca en las Ciencias de la Salud, Exactas y Naturales.
Una de las charlas en esta área temática se tituló «Investigaciones biomédicas básicas: fundamentos para la medicina traslacional», a cargo de la Dra. María Victoria Aguirre, directora del Laboratorio de Investigaciones Bioquímicas (LIBiM), que pertenece a la Facultad de Medicina de la UNNE y que además integra el Instituto de Química Básica y Aplicada del Nordeste Argentino «IQUIBA-NEA» (UNNE-CONICET).
Para iniciar su disertación, la reconocida investigadora explicó que las ciencias básicas biomédicas comprenden el conjunto de saberes articulados que tienen por objetivo de estudio los procesos fisiológicos en la salud y la enfermedad y la relación del hombre con el entorno ambiental.
Pero ¿qué se estudia y para qué en ciencias biomédicas básicas?: «Principalmente se buscan nuevos conocimientos científicos, quizás no de aplicación inmediata y que pueden ser la base de posteriores estudios.
En tanto, sobre cómo pueden aplicarse esos conocimientos básicos, señaló que “allí entra en juego la medicina traslacional”, que es el puente entre el conocimiento científico generado en el laboratorio y su aplicación en la clínica para el diagnóstico, tratamiento o prevención de enfermedades.
“En este contexto, la ciencia básica constituye la piedra angular del proceso traslacional”, indicó.
Y sobre lo lo que se puede aportar, enumeró que son numerosos los aportes posibles, desde modelos conceptuales, mecanismos moleculares que explican la fisiopatología de las enfermedades, nuevas dianas terapéuticas potenciales para el desarrollo de fármacos o nuevas intervenciones, así como el hallazgo de biomarcadores que permitan una medicina más personalizada.
«El desafío es muy grande, también los cuestionamientos a la ciencia básica en el contexto biomédico”, sostuvo la Dra. Aguirre, quien es Bioquímica y Doctora en Ciencias Fisiológicas, y profesor titular de Bioquímica en la carrera de Medicina de la UNNE y de Química Biológica II de la carrera de Bioquímica, además de ser docente de la Diplomatura en Biomedicina Experimental y responsable académica del Bioterio de la Facultad de Medicina.
Trayectoria en la UNNE
La charla en NEO/NEA Ciencia se enfocó en la historia en ciencias biomédicas básicas en la UNNE, cómo comenzó, cómo evolucionó, los principales hallazgos y lo que se está haciendo en la actualidad.
“Los primeros investigadores de la UNNE en esta área fueron quienes introdujeron el concepto de la necesidad de investigaciones báśicas en esta región”, expuso.
Recordó que desde la década de 1970 y hasta 2005 funcionó el Instituto de Investigaciones Biofarmacológicas, que, a partir de «cátedras núcleos» de grupos de investigaciones básicas en Histología, Farmacología, Biofísica, Fisiología y Bioquímica, sentaron las bases iniciales para la ciencia biomédica básica en la Universidad y en esta zona del país, y generaron conocimiento de gran relevancia.
En tanto, en el año 2015 se crea el LIBiM, que se integra al IQUIBA, que marcó una continuidad pero también con nuevos desafíos.
Sobre las líneas de investigaciones básicas del LIBiM, remarcó que “existen un conjunto de técnicas afianzadas que nos permiten aprovecharlas para desarrollar diferentes líneas y al tener un grupo consolidado existen diferentes desafíos investigativos”.
Así, una de las líneas generales se centra en el estudio de biología tumoral, metabólica y lipidómica, con biomarcadores; otra en fitomedicina con el estudio de potenciales fitoterapéuticos de especies vegetales autóctonas del NEA; y la búsqueda de predictores de evolución en sepsis, una línea que surgió de las necesidades de la comunidad médica de la región.
Una cuarta línea general se enfoca en investigaciones de bioquímica nutricional, en la que se evalúan los efectos antiinflamatorios y antioxidantes en productos naturales, por ejemplo del ácido linoleico en harinas de chía y lino; y actualmente se está buscando la obtención de ensilados enriquecidos a partir de desechos avícolas enriquecidos con sorgo para la alimentación animal.
También se desarrollan investigaciones colaborativas de efectos no canónicos de fármacos y una línea de embriología y gametogénesis de diferentes especies con colaboración del INITRA de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA.
«Es amplio es espectro de trabajo», resaltó la disertante.
En cuanto a las áreas de trabajo del Laboratorio, se dividen en “Cultivo Celular”, “Biología Molecular”, “Inumocitoquímica e Inmunohistoquímica” y “Ensayos in vivo”.
Actualmente la cátedra tiene a su cargo el nuevo Bioterio Med UNNE y este año se incorporó una nueva área de “Citrometría Espectral” gracias a la adquisición de un equipo recientemente incorporado de Citometría de Flujo Espectral.
Durante la charla, la Dra. Aguirre hizo un repaso de distintos estudios, proyectos e investigaciones realizadas en las líneas de abordaje del LIBIM en biología tumoral, sepsis, fitomedicina y bioquímica nutricional.
Resaltó que en diez años de funcionamiento del LIBIM, se lograron avances innovadores en distintas temáticas, conocimiento básico que a su vez sirvió de insumo para nuevas líneas de estudio, entre ellas para la realización de investigaciones aplicadas.
Conclusiones y Perspectivas
«La investigación básica es crucial para el establecimiento de protocolos de investigación clínica y de ahí a la población», sostuvo y acotó que “no podemos decir que estamos haciendo investigación biomédica sino tenemos soporte de investigaciones básicas.
La Dra. Aguirre destacó la consolidación de un equipo amplio con investigadores, becarios de pregrado, de posgrado, pasantes, egresados doctorales y demás colaboradores.
Además, mencionó la vinculación del LIBIM con otros centros de investigación de la UNNE, la región y el país, y la concreción de proyectos interdisciplinarios con instituciones de salud.
Señaló que la relevancia de las investigaciones biomédicas que realizan están respaldadas por numerosas publicaciones en revistas científicas de referencia internacional.
Asimismo, el trabajo en el LIBiM favorece la formación de excelencia de profesiones de distintas disciplinas vinculadas a la salud.